El Himno Nacional es un símbolo que representa a toda una nación y que merece el máximo de los respetos. Todos las naciones del mundo respetan su himno y el himno de las demás naciones, con independencia de la ideología política de cada ciudadano.
Pitar un himno es un insulto grave a una nación, y por tanto a todos sus ciudadanos. Pitar un himno propio es algo insólito, por ser un insulto a uno mismo, además de a todos los conciudadanos de uno. La libertad de cada uno termina donde comienza la de los demás; por lo tanto, pitar un himno no es un ejercicio de libertad sino que es un insulto a los demás, y deben ponerse todas las medidas posibles para evitar semejante acto.
La suspensión de todo encuentro donde se pite el himno sería una advertencia clara de la tolerancia cero con los ataques entre españoles, y sería un instrumento muy útil para evitar futuros casos parecidos. La sanción a los clubs que disputen un partido donde se pite al himno añadiría un incentivo necesario para que no se produzca, y es un incentivo que funciona, como se ha demostrado con el descenso de la violencia en el fútbol desde que los clubs asumen responsabilidad del comportamiento de sus seguidores.
Si quiere firmar la alerta, pulse aquí.