Mientras en España los gobiernos totalitarios ultraizquierdistas pretenden acabar con la contaminación, acabando con la libertad del pueblo, algunos países europeos proponen medidas eficaces respetando la libertad de los ciudadanos.
Un caso paradigmático es el de Luxemburgo que promete ser el primer país en facilitar transporte público gratuito a toda la población. Así lo ha garantizado la coalición formada por el Partido Demócrata, el Partido Socialista, y el partido de los Verdes, que han renovado la coalición gubernamental iniciada en 2013 (conocida como coalición Gambia).
Para luchar contra la contaminación el nuevo gobierno ha anunciado que ampliará la gratuidad del transporte público a todo el mundo, sin distinción de edad.
La medida entrará en vigor a partir del verano de 2019 y tiene como objetivo incentivar a más personas a desplazarse en transporte público en vez de automóvil, respetando en cualquier caso la libertad individual.
Esta medida ya se aplico con éxito en Tallín, capital de Estonia, que cuenta con transporte público gratuito desde el años 2013.