Esta sociedad progreliberal está llegando a unos límites insufribles. Ahora resulta que defender la igualdad real entre hombres y mujeres empieza a ser un problema, cuando no cuenta con el beneplácito del feminismo radical.

Efectivamente e Palencia un juez se ha atrevido a anular las oposiciones locales a bombero pues el titular del Juzgado Contencioso Administrativo entiende que la bases de la oposición para cubrir ocho plazas de bomberos atenta a la igualdad entre hombres y mujeres, por cuanto las oposiciones hacían distinciones sin justificar entre hombres y mujeres en las pruebas físicas para acceder al cuerpo: por ejemplo, se establecían un mínimo de 14 segundos en velocidad de cien metros para hombres y de 17 segundos para mujeres, y un mínimo de 15 flexiones de brazo en barra para hombres y siete para mujeres.

El juez, con toda la lógica del mundo (y con todo el derecho del mundo) no entiende como si el servicio de extinción de incendios requiere de una alta exigencia física se puede justificar dicha disparidad “en una mal entendida promoción femenina que facilite el acceso de mujeres al empleo público”. Igualmente es necesario destacar que ni las bases de la oposición trataban de justificar esa diferencia, es decir, que ni siquiera se hacia el teatro de justificar un trato discriminatorio que no tiene ningún sentido.

Si no son necesarias las exigencias físicas que se solicitan que las relajen tanto para hombres como para mujeres, y si son necesarias ningún sentido tiene relajarlas para el caso de las mujeres ¿o alguien va a defender que un bombero no pueda salvar una vida por deficiente forma física por el único motivo de ser mujer, y tener un supuesto derecho a la plaza de bombero en cualquier condición?

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