Elon Musk está buscando apoderarse de Twitter y todos están prestando atención. ¿Su creencia en la libertad de expresión liberará al gigante de las redes sociales de su esclavitud a la ideología del despertar? ¿Será capaz de cambiar las formas de censura de Twitter?

Si bien los católicos pueden sentirse alentados por tales noticias, es difícil no sospechar de Musk. Las élites adineradas del mundo no suelen ser amigas de la fe; considere a Bill Gates, Warren Buffet y Klaus Schwab y sus esfuerzos anticatólicos para rehacer el mundo a su imagen secularista. Pero, ¿podría Musk ser diferente? ¿Será tal vez como el rey Ciro de Babilonia, un pagano que ayuda al Pueblo Elegido de Dios a regresar a la Tierra Prometida?

Aunque sudafricano de nacimiento, Elon Musk es ciudadano estadounidense , lo que da pie a que algunos conservadores tengan una forma divertida de trollear a la izquierda: dicen que es el afroamericano más exitoso del mundo. Ha dirigido varias empresas conocidas, incluidas Paypal, Tesla y SpaceX. Sus éxitos financieros y su forma peculiar le ganaron seguidores de culto, particularmente entre los jóvenes que querían seguir su camino hacia la riqueza.

La política del multimillonario es ecléctica y difícil de definir. Durante las elecciones presidenciales de 2020, apoyó la apuesta independiente del rapero Kanye West. El año pasado se mudó de California a Texas, lo que podría verse como un cambio político de un estado azul a un estado rojo, pero probablemente fue simplemente una decisión comercial: al mudarse estaba escapando de los altos impuestos de California por el impuesto estatal sobre la renta de Texas. 

Musk ha abogado por el libre mercado, lo que no sorprende considerando su exitosa carrera capitalista. También criticó la cultura del despertar de hoy: “En el fondo, el despertar es divisivo, excluyente y odioso. Básicamente le da a la gente mala… un escudo para ser mezquino y cruel, blindado con una falsa virtud”. Y se opone al deseo de la élite adinerada de controlar la población mundial, argumentando que deberíamos tener más hijos en lugar de menos (también ha dicho que con la población adicional podríamos colonizar Marte). 

Musk no parece ser muy religioso. Fue bautizado cuando era joven y asistió a la escuela dominical anglicana, pero no se considera cristiano. No es antagónico a la fe, sin embargo, una vez declaró : “Estoy de acuerdo con los principios que defendió Jesús. Hay una gran sabiduría en las enseñanzas de Jesús, y estoy de acuerdo con esas enseñanzas”. 

Tales tibias palabras de elogio, por supuesto, podrían ser pronunciadas por un agnóstico o un ateo y claramente Musk no sigue todas las enseñanzas de Cristo. Se ha divorciado tres veces (dos veces de la misma mujer) y dos de sus ocho hijos lo fueron con una pareja soltera. Además, cinco de sus hijos nacieron por FIV y otro niño nació por subrogación, ambas prácticas consideradas gravemente inmorales por la Iglesia Católica. Parece tener poco interés en el trabajo caritativo; según un recuento, ha regalado menos del 1% de su enorme riqueza. 

Claramente, Elon Musk no es un modelo que los católicos deban tratar de emular en sus propias vidas. Pero, ¿podemos considerarlo un aliado, no obstante?

Cuando miramos el panorama del avance y crecimiento del catolicismo en el mundo , vemos obstáculos tanto internos como externos. Los obstáculos internos consisten principalmente en líderes de la Iglesia más preocupados por complacer al mundo que por complacer a Nuestro Señor. Musk no ayuda allí. 

Quizá el obstáculo externo más serio para el catolicismo, diría yo, es el creciente Eje Despierto que quiere impedir la proclamación de las verdades más controvertidas de la Fe. Aquí es donde Musk puede ser un aliado importante para los católicos.

Aunque es fácil descartar Twitter, y puede ser un pozo negro, los católicos no deben subestimar su impacto en nuestra cultura. La realidad es que lo que ocurre en las redes sociales, particularmente en los gigantes de las redes sociales como Twitter, Facebook y TikTok, determina la forma en que muchas personas piensan y ven el mundo. Entonces, cuando ciertas vistas se excluyen de esas plataformas, importa.

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Ahora, algunos podrían pensar que tal censura puede ser algo positivo. Después de todo, si los llamados racistas para eliminar a la población negra están prohibidos en las redes sociales, eso es bueno, ¿no? Sin embargo, lo que ahora se etiqueta como “peligroso” y “desinformación” son creencias católicas cada vez más básicas o incluso solo declaraciones de verdad y realidad.

Por ejemplo, el mes pasado me bloquearon el acceso a Twitter por el siguiente tuit: “Solo un recordatorio: la actividad homosexual es un pecado. El transexualismo es una enfermedad mental. El aborto es asesinato”. Cada una de estas declaraciones es objetivamente cierta, pero Twitter consideró que al menos una de ellas (probablemente el comentario transgénero) violaba sus reglas contra la “conducta de odio”. Es una táctica común: cualquier verdad que pueda ofender a la mafia Woke se etiqueta como “odio” y se elimina de la discusión. Sin embargo, desde la época de Cristo, la enseñanza católica a menudo ha sido ofensiva para quienes están en el poder.

Si bien sería fácil sacudirse el polvo y dejar Twitter de forma permanente, eso no resuelve el problema. Aunque esperamos y deseamos que Twitter simplemente desaparezca, no podemos olvidar a los millones de personas que reciben sus noticias y dan forma a sus opiniones en función de lo que leen en las redes sociales. Si ciertos puntos de vista, como los problemas del transgenerismo, nunca se ven, entonces es muy probable que tales ideas distorsionadas se vuelvan más frecuentes y aceptadas. Después de todo, ¡es por eso que Twitter censura esas vistas en primer lugar!

Los regímenes de censura vigentes en varias plataformas de redes sociales deberían ser importantes para todos los católicos , incluso para aquellos que evitan esas plataformas. Al censurar la verdad, Twitter y Facebook y otras entidades de Woke Axis crean barreras en la mente de sus usuarios, lo que dificulta que cualquier católico llegue a otros con el Camino, la Verdad y la Vida. Es probable que un joven que solo escuche la narrativa dominante en las redes sociales cuando se trata de la sexualidad humana piense que la enseñanza católica en este sentido solo está en manos de un pequeño número de extremistas peligrosos.   

Aquí, entonces, es donde Elon Musk puede ser un Cyrus. Aunque su estilo de vida no es admirable, sus acciones podrían permitir una expresión más libre del catolicismo en el mundo. Musk ha dejado claro que prefiere menos censura y más libertad de expresión en las redes sociales. Si tuviera éxito en su intento de apoderarse de Twitter, sus decisiones de liderazgo podrían exponer indirectamente a innumerables personas a las verdades católicas. Puede que él mismo no los acepte, pero permitiría que se propaguen. 

Como católicos, sabemos que la Verdad es atractiva. Aunque nuestros pecados pueden impedirnos aceptar la Verdad, los corazones sinceros y abiertos se sienten atraídos por la Verdad cuando la escuchan. Un entorno de libertad de expresión más abierto es beneficioso para la Verdad porque la luz de esa Verdad eclipsa la oscuridad de las mentiras del mundo. Por eso es tan importante proclamar esa Verdad cuando y donde podamos, y también es por eso que los enemigos de la Verdad trabajan tan duro para silenciar su propagación. Si Elon Musk puede ayudarnos, incluso sin saberlo, a hacer que la Verdad sea más conocida, entonces los católicos deberíamos orar por su éxito.

Artículo original publicado en inglés en https://www.crisismagazine.com/

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