En una entrevista con “Spiegel Online”, el investigador de población Paul Morland describe a Europa como un “área de desastre demográfico” . En Alemania en particular, la situación es “miserable”. Debido a que se tomó la decisión de no “reproducirse”, allí se está produciendo un “intercambio de población”. Las familias extendidas son la única forma de mantener la “continuidad étnica” de las comunidades y su dinamismo económico. Esto requiere un “nataísmo moderno y progresista” y una apreciación de la maternidad.

• Las comunidades se enfrentan a un “trilema demográfico”: tienen que decidir si quieren lograr una economía dinámica, la continuidad étnica o el “egoísmo” de “pagar familias pequeñas como sociedad”. Solo puedes lograr dos de estos objetivos a la vez.
• Japón ha optado por las familias pequeñas y la continuidad étnica a expensas del dinamismo económico. Gran Bretaña, por su parte, tiene “una economía dinámica a pesar de las familias pequeñas”, pero depende “de la inmigración masiva, que está cambiando étnicamente al país”. Israel, en cambio, tiene una “economía extremadamente dinámica y al mismo tiempo mantiene la mayoría judía” que sólo funciona “porque la natalidad es alta y la familia numerosa es la norma”.

El “gran ‘intercambio de población’” que a menudo se puede observar en Europa “no es una conspiración de George Soros”, sino “el resultado de la decisión de no reproducirse” y “al mismo tiempo se esperaba que la economía bum, que alguien condujera el autobús, recogiendo la basura o haciendo la operación de corazón”.

Morland también critica las demandas de los activistas climáticos que “no quieren tener hijos debido al cambio climático, pero al mismo tiempo esperan que alguien los atienda en el supermercado o cuide a sus padres” y suelen ser “demasiado refinados” para hacerlo ellos mismos:

“Lo último que deberíamos sacrificar son vidas potenciales, para mí lo más valioso que existe”.

Dado que existen “fuertes barreras culturales e incluso visuales” para la integración de inmigrantes culturalmente extranjeros en Europa, la migración no es una solución adecuada a los problemas demográficos del continente. Aquí, en cambio, es necesario crear un “nataísmo moderno y progresista”; “una sociedad en la que las mujeres quieren hijos, los hombres están dispuestos a hacer su parte y las empresas promueven la compatibilidad”. Además, hay que “reinventar la maternidad […] y hacerla posible”.¹

El concepto de la “Gran Sustitución” mencionado por Morland fue formulado por el autor francés Renaud Camus . Contrariamente a la sugerencia de Morland, Camus expresamente no atribuye a una conspiración el desarrollo demográfico que está teniendo lugar en muchas sociedades de Europa Occidental en detrimento de la continuidad cultural de las respectivas comunidades . Más bien, Camus critica esas voces, algunas de ellas extremistas, que, utilizando el eslogan que creó, sospechan una conspiración detrás de los hechos:

“Me cuesta creer que un buen día un grupo de personas poderosas y malévolas se reuniera en una oficina, en un salón o en una sala de conferencias para decidir imponer a Francia y a todos los países de Europa una transformación radical de sus poblaciones. […]

Los ambientes clásicos en los que la oposición a la Gran Sustitución es más fuerte tienden a culpar a los Estados Unidos, es decir, a la Alianza Judía-Estadounidense, si no a los judíos, como los únicos responsables. […] No comparto su punto de vista, pero creo que es inútil discutir sobre este tema”.

Camus también critica los conceptos biologísticos de identidad propugnados por algunos de los activistas que han retomado su lema, llamando a la identidad europea una idea. Él enfatiza que las personas pueden compartir esta idea independientemente de su origen, pero esto sucede muy raramente. La “Gran Sustitución” es un producto de la inmigración masiva culturalmente ajena. Son causados ​​por cosmovisiones materialistas que determinan las acciones de todos los partidos principales y las instituciones sociales más importantes. Estas cosmovisiones negaban la importancia de la cultura para la identidad humana y comunitaria y defendían la mencionada migración a Europa por motivos económicos. Esto debilitaría no solo los cimientos demográficos sino también culturales de las comunidades europeas.

Sin embargo, Camus ignora por completo los problemas de las bajas tasas de natalidad y la disolución de la institución de la familia en Europa Occidental, así como las causas culturales de estos desarrollos. Incluso niega que la escasez de nacimientos sea un problema en Europa. Refiriéndose al “estado de nuestro planeta” como “locura” y “estupidez”, rechaza una política de población natalista: “no le preocupa que los europeos tengan que engendrar más hijos”.² El análisis de Camus sobre la situación demográfica de las sociedades europeas sigue siendo defectuoso en puntos esenciales. Camus, que surgió como activista LGBT ya en la década de 1960 y en ocasiones fue uno de los principales autores de literatura homosexual en Francia, tiene poco que decir sobre cómo remediar las causas culturales de la crisis demográfica de Europa. Aparte de una demanda general por el control de la migración, los enfoques que defiende no representan ninguna contribución relevante a la búsqueda de una política de población sostenible y orientada al bien común.

Los problemas demográficos de Alemania y Europa son conocidos desde hace mucho tiempo, y su causa central es la falta de natalidad que ha prevalecido aquí durante varias décadas, lo que a su vez tiene causas principalmente culturales, pero también consecuencias culturales de largo alcance. En este contexto, el poblacionista Herwig Birg advirtió hace un tiempo de una “ruptura cultural inminente”.³ con consecuencias irreversibles a largo plazo para Europa y una “catástrofe demográfica del siglo”.⁴

Los Papas de la Iglesia Católica han comentado repetidamente sobre este problema:

• El Papa Francisco criticó en 2021 que el desarrollo demográfico en Europa estaba dirigido “contra nuestras familias, contra nuestra patria e incluso contra nuestro futuro”. Hay que “hablar también de la sostenibilidad de las generaciones”.⁵
• Papa Benedicto XVI había advertido en 2016 que el cristianismo bien podría desaparecer en Europa “si otros sectores de la población lo reestructuran”⁶ _ Anteriormente había dicho que como resultado de la “extinción de las fuerzas espirituales de apoyo […] también étnicamente Europa parece estar en camino de decir adiós”.⁷
• Ya en 2003, en vista del desarrollo demográfico, el Papa Juan Pablo II pidió “una gran estrategia a favor de la vida” y esfuerzos para desarrollar una “cultura de la vida”. El “futuro de la cultura europea” depende “de la decidida defensa y promoción de los valores de la vida que están en el centro de su patrimonio cultural”. El “recurso más preciado” de Europa son “los europeos del mañana”.⁸

La política de población, es decir, la influencia específica sobre el desarrollo cuantitativo y cualitativo de una población, es afirmada en principio por la enseñanza social cristiana siempre que esta influencia se produzca en el sentido del bien común.⁹ Una política de población diseñada de esta manera podría basarse en el modelo del Estado de Israel y promover específicamente la inmigración de personas y de los hijos de parejas casadas que, independientemente de su origen, cuenten con el capital cultural necesario para asegurar la continuidad cultural de la comunidad. Un rechazo total a la migración, como exigen partes de la derecha, sería tan incompatible con una política de población orientada al bien común como la migración descontrolada defendida por partes de la izquierda.

Ante este panorama, el exjuez constitucional federal Udo Di Fabio pidió un mayor apoyo estatal para que las familias de clase media tengan la mayor cantidad de descendientes posible. Estas familias son las principales portadoras de la cultura de la comunidad, la cual transmiten a las generaciones futuras a través de sus hijos. Promover esto es parte de una política sostenible.¹⁰

Independientemente de las consideraciones demográficas, el economista Hans-Werner Sinn recientemente también se pronunció positivamente sobre la institución de la familia ampliada en el contexto de las previsibles conmociones socioeconómicas en Europa y enfatizó que en el futuro ya no se puede confiar en los sistemas sociales estatales.¹¹ Como fue el caso durante la crisis de la COVID, los próximos desarrollos podrían impulsar una re-tradicionalización social porque revelarán ilusiones y proporcionarán conocimientos sobre las realidades fundamentales de la vida. 

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Este artículo fue publicado originalmente en alemán en https://renovatio.org/

Fuentes

1. Nicola Abé: “Qué países están creciendo, cuáles se están reduciendo y qué significa eso para el mundo”, Spiegel Online, 17 de julio de 2022, URL: https://www.spiegel.de/ausland/bevoelkerungsentwicklung-which-laender- wachsen-which-shrink-a-07dc10a4-46e3-4090-8e1d-b255499eb3c2 , consultado: 18/07/2022.
2. Renaud Camus: Revolt against the Great Exchange, Schnellroda 2016, pp. 44-137.
3. Herwig Birg: “Integración y migración reflejadas en datos duros”, Frankfurter Allgemeine Zeitung , 9 de abril de 2009.
4. Herwig Birg: “Retirada de Alemania de su futuro demográfico”, en: Brun-Hagen Hennerkes/George Augustin (eds.): Ayuda a dar forma al cambio de valor , Freiburg i. Br. 2012, págs. 478-490.
5. “El Papa ve una tragedia en el cambio demográfico”, domradio.de, 26 de diciembre de 2021, URL: https://www.domradio.de/themen/papst-franziskus/2021-12-26/gegen-unsere-zukunft-papst – ve-cambio-demográfico-una-tragedia , acceso: 26 de diciembre de 2021.
6. Papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger): Últimas conversaciones , Múnich 2016, p. 230.
7. Joseph Cardinal Ratzinger: “El alma de Europa”, Süddeutsche Zeitung , 13/04/2005.
8. Papa Juan Pablo II: “Exhortación Apostólica Post-Sinodal Ecclesia in Europa”, 28 de junio de 2003.
9. Wilfrid Schreiber/Hermann J. Wallraff: “Population Policy”, en: Görres Society (ed.): State Lexicon , Volumen 1, Freiburg i. Br. 1957, columna 1229-1238, aquí: columna 1235.
10. Udo Di Fabio: La Cultura de la Libertad , Munich 2005, pp. 271-272.
11. “‘El estado se verá irremediablemente abrumado’”,  Münchner Merkur , 23 de abril de 2022, p. 3.

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