Para los conservadores, a veces es difícil saber qué hacer con Elon Musk , el famoso multimillonario y CEO de Tesla Motors. Por un lado, mientras los conservadores están hambrientos de figuras culturales prominentes dispuestas a cuestionar el establecimiento del despertar, el ensartar ocasionalmente de muchas ideas despertadas de Musk lo hace entretenido y comprensivo. Cuando los liberales insistieron en los cierres económicos y que acabaron con el empleo, Musk fue una figura prominente que luchó para mantener abiertas sus fábricas de Tesla.
A medida que los despertares miran cada vez más al discurso policial que no les gusta, la propuesta de Musk de comprar Twitter y permitir la libertad de expresión envió a muchos de sus empleados a las salas de llanto y espasmos de ira ante la idea de que Twitter podría volverse menos vigoroso para silenciar las voces conservadoras.
Más recientemente, Musk publicó en su cuenta de Twitter burlándose de una de las ideas más preciadas de la izquierda : que existe una crisis de sobrepoblación masiva que amenaza al planeta mismo. Después de que uno de sus principales ejecutivos dio a luz a sus gemelos, Musk publicó en Twitter que estaba haciendo todo lo posible para ayudar a resolver la crisis de la falta de población y escribió: “Haciendo todo lo posible para ayudar a la crisis de la falta de población. El colapso de la tasa de natalidad es el mayor peligro al que se enfrenta la civilización con diferencia”. El popular artista Nick Cannon, que ha tenido ocho hijos con varias mujeres diferentes, publicó una respuesta de apoyo.
El colapso que siguió fue predecible y divertido, ya que varios medios de comunicación se apresuraron a “desacreditar” sus afirmaciones. Curiosamente, sin embargo, las críticas provinieron no solo de la izquierda sino también del centro. Meghan McCain escribió una larga crítica del intercambio de Twitter de Musk y Cannon para el Daily Mail . Desafortunadamente, sin embargo, su respuesta abrió pocos caminos nuevos y con demasiada frecuencia repitió tropos y clichés modernos estándar.
McCain acusó a Musk de tener una mentalidad de “impregnar el planeta” , de querer que “actuemos como conejos sin emociones y repoblar el planeta”, de querer que “tengamos tantos hijos como sea capaz de tener nuestro cuerpo”, y de no entender cómo las familias grandes caras son para la mayoría de los estadounidenses. Ahora, a pesar de esto, McCain no es liberal y, para ser justos, expresa su apoyo a aquellos que están “dispuestos y pueden” tener muchos hijos. No obstante, la repetición de tropos liberales estándar sobre “criar como conejos” y que los niños no son asequibles hace que sus críticas más legítimas a Musk y Cannon sean menos efectivas.
Y hay una razón legítima para criticar a Musk, a pesar de la posible tentación de simpatizar con él. Los conservadores están tan cansados tanto de las quejas anticuadas y desinformadas sobre la superpoblación como de las críticas a quienes tienen familias numerosas que existe una verdadera tentación de apoyar cuando alguien, cualquiera, critica las cansadas (y fatigosas) quejas liberales sobre la superpoblación. El alegre rechazo de Musk a una supuesta crisis de sobrepoblación y devolver a los liberales la idea de una crisis de subpoblación tienta una respuesta comprensiva de los círculos conservadores y religiosos.
Y Musk también tiene razón en gran medida sobre dónde reside el peligro real : no en la sobrepoblación sino en una tasa de natalidad en declive. Las afirmaciones de superpoblación y posterior desastre se remontan al economista británico Thomas Malthus, que vivió durante la Revolución Industrial. Malthus, tal vez observando el rápido crecimiento de las ciudades, había argumentado que mientras el suministro de alimentos solo aumentaría de forma lineal, el crecimiento de la población aumentaría exponencialmente. Esto conduciría a ciclos inevitables de hambre y desastre. Para evitar esto y mantener la prosperidad, creía que eran necesarios límites estrictos al crecimiento de la población.
De manera frustrante, las opiniones de Malthus han seguido siendo populares incluso cuando se ha demostrado que están completamente equivocadas. El crecimiento de la población no ha superado el suministro de alimentos, y el crecimiento de la población mundial, a pesar de las dramáticas estimaciones anteriores, parece continuar a un ritmo lento y estable, e incluso es probable que se reduzca a finales de siglo.
De hecho, lejos de crecer exponencialmente, la tasa de natalidad en gran parte del mundo está disminuyendo con la tasa de reproducción en muchos países muy por debajo del nivel de reemplazo y la tasa de natalidad en 2019 es aproximadamente la mitad de lo que era en 1950. Y las consecuencias potenciales de esto son severo. Musk tiene razón en que las tasas de natalidad más bajas a menudo han sido desastrosas para las sociedades. Uno piensa en el Imperio Romano, que, en el apogeo de su poder, sufrió una crisis masiva de despoblación que lo llevó a su caída.
Rodney Stark, en El auge del cristianismo (1996), detalló cómo una serie de plagas mortales en el siglo III aniquiló hasta un tercio del imperio y lo dejó gravemente desabastecido. Combinado con una visión sombría del matrimonio, la falta de voluntad de los romanos para tener hijos y las altas tasas de infanticidio, Roma nunca pudo recuperarse. Y esto significó la perdición para el imperio, ya que dejó una base impositiva más pequeña y una población más pequeña que aún necesitaba apoyar un ejército masivo para defender largas fronteras. Los romanos se vieron obligados a permitir la entrada de tribus germánicas en un intento por compensar esta población en declive, con resultados desastrosos.
Hoy, los riesgos de una tasa de natalidad baja son tan graves para nuestro mundo como para el de Roma. Un número menor de trabajadores jóvenes apoyará a un número mayor de trabajadores de mayor edad a medida que los costos de atención médica y los costos de jubilación continúen aumentando. La carga de estos costos recaerá cada vez más sobre menos personas y más jóvenes, justo cuando esos trabajadores más jóvenes deberían casarse y tener sus propios hijos. Esto significará más presión sobre las mujeres para que permanezcan en la fuerza laboral a fin de pagar esos costos más altos, lo que a su vez exacerbará aún más la crisis de despoblación.
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Al mismo tiempo, los peores problemas de una tasa de natalidad en declive ni siquiera son económicos. A medida que la sociedad envejece, se volverá menos innovadora y menos capaz de resolver los problemas y desafíos del mundo. Además, una sociedad más vieja y sin niños pierde algo de optimismo y alegría. Se volverá más pesimista y más solitario. Cada vez más personas envejecerán solas a medida que valoremos aún menos la vida de los ancianos y condenemos a muchos de ellos a jubilaciones solitarias y sin alegría. La sociedad misma comenzará a sentirse vieja, rancia y sin esperanza. Hasta ahora, Musk tiene razón.
Sin embargo, también está profundamente equivocado . Él no es, como señala McCain, un modelo ni de virtud cristiana ni de valores familiares. Ha tenido 10 hijos con al menos tres mujeres diferentes, ninguna de las cuales parece haber estado casado. Lo mismo ocurre con Nick Cannon, quien ha apoyado públicamente a Musk pero también ha tenido varios hijos con varias mujeres diferentes. Y esto apunta a dónde Musk está tan equivocado, un punto que McCain parece pasar por alto en gran medida en su propia crítica a Musk y Cannon.
Elon Musk es un rico oligarca y hombre de negocios, y piensa como tal. Se opuso a los cierres económicos durante la pandemia por motivos comerciales, no morales. Explicó su decisión inicial de comprar Twitter como una buena oportunidad de negocio. Sus intentos posteriores de retractarse de ese acuerdo parecen reflejar que decidió que la oportunidad no era tan buena como parecía al principio. Musk es un hombre de negocios que ve las cosas en términos económicos. Lo mismo ocurre con la crisis demográfica. Parece ver la baja tasa de natalidad principalmente o quizás exclusivamente como un problema económico. Una natalidad baja es un problema económico, y por tanto, para él, la solución debe ser económica. ¿Muy pocos trabajadores para la economía? Deberíamos producir más trabajadores.
Pero como en la antigua Roma, una baja tasa de natalidad no era meramente, ni siquiera principalmente, un problema económico; es un signo de un problema cultural y moral. En la antigua Roma, era el signo de una cultura que no valoraba el matrimonio, la familia o los niños. Era una cultura que practicaba regularmente el adulterio y el infanticidio, y fue esta cultura la que condenó a Roma. No es necesario ejercitar demasiado la imaginación para ver los elementos de los problemas de Roma reflejados en nuestra propia sociedad moderna.
Debido a que la crisis demográfica no es principalmente un problema económico, no puede ser resuelta por un playboy multimillonario actuando como un playboy multimillonario. Sólo se resolverá con una revolución moral. La revolución sexual de la década de 1970 reemplazó una moralidad familiar tradicional con otra moralidad, por cierto, la misma moralidad a la que Musk parece suscribirse.
Necesitamos otra revolución. GK Chesterton, en Ortodoxia (1908), argumentó que solo el cristianismo era verdaderamente revolucionario porque requería una revolución continua para mantenerlo: “Si dejas en paz un puesto blanco, pronto será un puesto negro. Si particularmente quieres que sea blanco, siempre debes pintarlo de nuevo; es decir, siempre debes estar teniendo una revolución”. En otro lugar, en La balada del caballo blanco , escribió: “[S]i queréis tener el caballo de antaño, azotad el caballo de nuevo”.
La solución a la baja tasa de natalidad actual no es simplemente que un hombre engendre muchos hijos, sino que los hombres sean padres de sus hijos: el tipo de padre que un hombre solo puede ser como el marido de una mujer, hasta que la muerte los separe. Este tipo de familia resuelve no sólo los problemas económicos sino también los culturales. Evita que los padres y abuelos envejezcan solos; y significa jubilaciones más felices y alegres y una sociedad más joven y esperanzada.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en https://www.crisismagazine.com/
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