La escalada separatista que están llevando a cabo con especial intensidad en los últimos meses los partidos catalanistas anticatalanes nos obliga a salir al paso con las siguientes consideraciones:
1. El Carlismo ve la unidad de España como una realidad imposible de negar. Es absurdo que se confunda nuestra defensa política del regionalismo con cualquier clase de separatismo. Pretender la ruptura de la unidad de Las Españas, arraigada a lo largo de siglos de convivencia e intercambio entre todos los pueblos hispánicos, es un crimen de alta traición.
2. La Comunión Tradicionalista Carlista respalda y anima a los catalanes que defienden, sin subvenciones ni privilegios, la verdadera tradición hispana de Cataluña.
3. Los carlistas defendemos la unidad pero nunca estaremos con el llamado “bloque constitucionalista”.Rechazamos por igual tanto a los que justifican la ruptura como a los que dicen defender la unidad en torno a una constitución antiespañola. El tradicional espíritu foral hispánico no tiene nada que ver con un régimen autónomico que lleva décadas premiando la deslealtad y allanando el camino a los partidos nacionalistas. Las políticas -no sólo las territoriales- seguidas por los gobiernos del sistema partitocrático son tan antiespañolas como el presente órdago separatista.
4. De cara al día 1 de octubre pedimos a todos los españoles tranquilidad y prudencia para no caer en las provocaciones de los grupos radicales. Defendemos el trabajo de la policía en tanto sirva para ayudar a que las próximas jornadas transcurran sin incidentes.
5. Apoyamos sin reservas todas las manifestaciones pacificas que se convoquen en los próximos días, libres de partidismo, y bajo el único emblema común de la bandera nacional de España. Deseamos que la jornada del 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad, se celebre este año con más énfasis que nunca, especialmente en la ciudad de Barcelona.