La prensa se ha hecho eco en grandes titulares de lo que parece ser un gran avance hacia la creación de vida artificial. Este avance ha consistido en la síntesis completa del primer cromosoma de un organismo como la levadura, biológicamente más parecido al humano que a las bacterias. El trabajo ha sido realizado por investigadores de las Universidades americanas Johns Hopkins y New York con la ayuda de estudiantes, en lo que supone una interesante novedad en el abordaje de este tipo de investigación puntera. El nuevo cromosoma presenta diferencias sustanciales respecto al modelo original. Estas modificaciones, que provocan que sea aproximadamente un 14 % más corto, han sido introducidas con el fin de hacerlo más estable y flexible desde el punto de vista genético. Esta flexibilidad permitirá, según los autores, modificarlo in vivo para cambiar propiedades dirigidas por ejemplo a la producción de antibióticos o biocombustibles. Aunque el cromosoma sintético presenta diferencias con el original, sin embargo las levaduras que lo contienen son indistinguibles biológicamente de las naturales.
Este es un paso más en el campo de la Biología Sintética, que ya tuvo un gran impacto mediático en el año 2010 con la síntesis del primer genoma completo. Entonces fue el grupo de Craig Venter el que realizó una copia de un cromosoma bacteriano que demostró, al igual que el de levadura, ser perfectamente funcional. Es interesante resaltar que el tamaño de la molécula bacteriana era unas cuatro veces mayor que el del ahora sintetizado y esencialmente idéntica a la original, a diferencia del cromosoma de levadura, que es significativamente distinto. Tras este importante avance, que ya hacía prever el actual, un par de años más tarde, en 2012, utilizando un abordaje esencialmente distinto basado en la modificación genética, el profesor Eduardo Moreno produjo una nueva especie de mosca, la Drosophila synthetica.
Sin duda, la síntesis del cromosoma de levadura supone un paso importante para la Biología Sintética, un área de investigación que pretende enfocar la investigación biotecnológica de forma novedosa, utilizando los avances técnicos y de conocimiento en biología hacia la bioingeniería, la genómica sintética, la síntesis de protocélulas y, en última instancia, hacia la biología molecular artificial. Las herramientas que utiliza la Biología Sintética son fundamentalmente las técnicas de Biología Molecular que se desarrollaron en las últimas décadas del siglo pasado y que ya han permitido avanzar en campos como la terapia génica o la producción de organismos modificados genéticamente.
Este último descubrimiento demuestra que sólo es cuestión de tiempo y esfuerzo, puesto que la tecnología ya existe desde hace tiempo, el que se aparezcan genomas eucarióticos sintéticos completos. Esto probablemente supondrá el inicio de una carrera en dos direcciones: por un lado, la síntesis de genomas de organismos cada vez más complejos (incluido el humano) y, por otro, la producción de células completamente sintéticas, en lo que sería lo más parecido a la vida artificial.
Al hilo de esta noticia se han publicado declaraciones de investigadores expertos en este campo como el profesor de la Universidad de Harvard, George Church, indicando la posibilidad de generar un genoma humano completo “sano”. Según este investigador, la única limitación para la Biología Sintética debe ser la imaginación. El avance de este campo es extraordinariamente rápido puesto que, por una parte, ya hay herramientas técnicas puestas a punto y, por otro, el concepto es relativamente sencillo: utilizar las partes que nos ofrece la naturaleza para construir un todo novedoso. Así pues inmediatamente surgen importantes cuestiones bioéticas como los riesgos para el medio ambiente, la bioseguridad, la distribución de recursos, el impacto a largo plazo de la alteración súbita del proceso evolutivo o la manipulación del patrimonio genético humano con la posibilidad, cada vez más cercana, de producir, desde cero, seres humanos a demanda. Así pues, parece urgente establecer un marco ético basado en el respeto a la persona humana.