El primero en descubrir que en el Fondo Caramuel se encontraba un texto titulado Metapolitica hoc est Tractatus de Repubblica, Philosophice considerata cuyo autor era el monje cistreciense Juan Caramuel Lobkowitz [1]nacido en Madrid en 1606 y fallecido en Vigevano(Italia) 1682, de ahí que el Fondo Caramuel se encuentre en esa ciudad de la Lombardía, fue el profesor Gustavo Bueno Sánchez quien consignó los datos en las páginas de Filosofía en español que lleva adelante la fundación Gustavo Bueno de Oviedo (Asturias).
El texto mencionado es el primero del que se tiene noticias que utiliza el término metapolítica. Texto que fue redactado alrededor de 1650 y que fue recuperado, tras una solicitud nuestra, del Archivo histórico diocesano de Vigevano por el profesor Aldo La Fata, un gran estudioso de la metapolítica, perteneciente a la escuela tradicionalista de Silvano Panunzio de Roma.
Nosotros hemos podido, hasta ahora, leer superficialmente el texto y observamos que la división por temas que realizó el prof. La Fata es la correcta, a la que solo hemos agregado la mención de una introducción de cuatro páginas, hela aquí:
Numero de archivo: 120
Título: Caramuelis Metapolítica, hoc est Tractatus de Re publica, philosophice considerata
Elementos cronológicos
Contenido:
El manuscrito está subdividido en:
1) Una introducción de cuatro páginas
2) Ens Politicum.
– Disputatio I. De Veritate Politica
– Disputatio II. De Bonitate Politica.
– Disputatio III. De Unitate Politica.
– Substantia Politica.
– Disputatio IV. De Materia Prima Politica.
– Disputatio V. De Unione Politica.
– Disputatio VI. De Forma Politica.
– Disputatio VII. De Subsistentia Politica.
– Quantitas Politica.
– Disputatio VIII. De Numero et Continuo Politico.
3) Qualitas Politica.
4) Reliqua Praedicamenta Politice Examinata.
Descripción extrínseca
Unidad documentaria cc. 43,
Notas comprensivas:
Lengua: latín y griego
Notas al margen
Clasificación
1.1.2
Signatura
F.C. Busta 10, fasc. 4
Ya en el título mismo desliza Juan Caramuel qué entiende por metapolítica: esto es, un tratado sobre la cosa pública considerada filosóficamente. En la introducción que es la parte definitoria del tratado establece la equivalencia entre Polis y Civitas.
Nos habla de la politikón pan= política universitas= política total que entiende como “ciudadanos sumados, en cierto modo, a un solo cuerpo moral”. Así la civitas es el hombre místico como el hombre es civitas mística que entre sí se sirven en todos sus modos por analogía. De modo tal que la polis es, como mostramos, una especie de magno hombre místico y el hombre, en cierto sentido, pólisma: o sea, una pequeña civitas.
La política reviste para Caramuel un doble carácter: privada y pública. La pública es llamada, en general, politeía y privada politeía monosikè, o como es llamada por otros, monasiké a mónos, que significa solo y mónas unidad. De donde viene que monasérion es el lugar de la política monástica. Entre la política pública y la privada se encuentra la economía que no es tan universal como la pública ni tan particular como la privada. En la combinación de las tres se mueve la metapolítica.
El objetivo de la política es sedar las pasiones y las perturbaciones mientras que el de la pseudo política, afirma Caramuel, con políticos avaros, con ideas lascivas, llenos de discursos. ¿acaso no hay algo de anti político en todo esto?
Y termina diciendo: Ad Metapoliticam, quam trajere hoc libro desidero. Et quid metapolítica est? Politica subtiliter examinata. Scientia Civilis discussa sublimiore método et speculationibus altioribus dilucidata.
Deseo dedicar este libro a la metapolítica. ¿Y qué es la metapolítica?. La política sutilmente examinada. Ciencia civil que examina con el más elevado método y dilucida especulativamente las más altas cosas.
El carácter de ciencia civil que le otorga a la metapolítica la hace estudiable más allá o, si se quiere, más acá de la teología, que todavía a mediados del siglo XVII, que es cuando escribe Caramuel, tenía un peso enorme en los planes de estudio e investigación.
A ello hay que agregar el carácter de analítica, de examinadora con un método más elevado, que Caramuel no explica pero, que a lo largo del trabajo desarrollará como el de la clásica disputatio medieval.
Y finalmente nos encontramos con la recuperación del pensamiento especulativo. Esto es, el pensamiento que refleja a manera de un speculum=espejo, la realidad tal como se nos presenta.
Es decir que la metapolítica no se limita a un método, aun cuando sea el más elevado según Caramuel, sino que se complementa con el esclarecer especulativo. Es la reflexión y la penetración de la inteligencia en los problemas políticos más elevados la que corona la tarea de la metapolítica.
Y como para que no queden dudas acerca de esta vinculación entre metapolítica y metafísica, inmediatamente después cuando comienza el tratado y hablando del ser de la política (ens políticum) afirma: Así pues, el ser de la política es cualquier cosa que a la república pertenece pero que tenga propiedades análogas a la verdad, la bondad y la unidad. Es decir que Caramuel vincula directamente la especulación metapolítica a los trascendentales del ente, que en metafísica es uno de los puntos de más difícil elucidación.
Sin ir más lejos un filósofo hoy de la talla de Eugen Fink (1905-1975)[2] pudo decir hablando de Nietzsche que: “El punto de partida de fundamental de la metafísica es intramundano y cuádrupe (on, hen, agathon alethes o ens, unum, bonum, verum). Es difícil explicar de dónde procede este cuádruple respecto”[3].
Ahora bien, si un filósofo de la talla de Eugen Fink sostiene sin avergonzarse que es difícil este tema de los trascendentales ¿qué queda para aquellos que pretenden hacer metapolítica sin filosofía?.
La metapolítica se ocupa de especular sobre las grandes categorías que condicionan la acción política, que por su naturaleza es siempre política pública. Y en ese momento la metapolítica se transforma en la gran opositora a la criptopolítica o política privada o de logias, como tan bien lo ha resaltado en Nuestra América, Primo Siena.
Dado que este es, al menos no tenemos noticias en contrario, el primer trabajo que se realiza sobre el texto de Juan Caramuel, invitamos a todos aquellos interesados en esta multidisciplina a continuar la tarea.
[1] En una carta de 1645 al Padre Gassendi, el gran objetor de Descartes, cuenta que su madre era de Bohemia y su padre de Luxemburgo: Matre Bohema et patre Lutzelburgensi natum. Eran Lorenzo Caramuel y Catalina de Frisia
[2] Forma parte de la misma generación de grandes filósofos alemanes como Max Müller, Joseph Pieper, Otto Bollnow, Arnold Gelhen que fueron eclipsados por el Mago de Friburgo.
[3] Fink, Eugen: La filosofía de Nietzsche, Madrid, Alianza, 1966, p.264