Desde hacía tiempo teníamos que habernos preocupado del retroceso de la gente de paz ante los que remueven el pasado con inquina y hasta con violencia etarra.
Primero: me preocupa el seguidismo de la política llamada de derechas respecto a las izquierdas ideológicas, incluidos los nacional-separatistas. Sin personalidad cultural y política no se va a ninguna parte: así de bajo estamos. Es decir; UPN se equivoca una vez más en su seguidismo y falta de personalidad.
Segundo: ojalá unos y otros nos dejen a los vecinos en paz, sin escaquearse de los tremendos problemas del presente -que ellos prometieron ayudar a solucionar desde el Ayuntamiento y Gobierno de Navarra- cuando toman el pasado como señuelo y pretexto. Aquí se nos quiere evadir del presente.
Tercero. Aquí se quiere volver al pasado pero para ganar. Son guerracivilistas. Más y más; en el fondo, aquí sólo se pone en entredicho la legitimidad de la sublevación contra la república revolucionaria y preestalinista. Sí; sólo se pone en entredicho a los muertos por Dios y por España.
Cuarto: con el monumento (escultura, cara y feota) de la izquierda de la imagen desde hace tiempo se quiere borrar el monumento de Navarra a sus muertos, sin entender que son realidades totalmente distintas.
Quinto: entrar en el juego del nombre de la plaza es entrar después en otros juegos, y ceder en aquel será ceder en estos. ¿Es que no se ve la jugada general?
Sexto. Lo que más fastidia es que siendo agresivos como son los nacional-separatistas y socialistas, precisamente creen hacer algo cuando en realidad se escaquean del presente.
Que no cuela. Mejor sería que ayudasen a solucionar los problemas del presente y no a generen otros de talante guerracivilista.
Aita eta ama cicatrizaron las heridas que otros vienen a generar, porque o ellos son vengativos, o no tienen ni idea qué hacer para solucionar los problemas del hoy. Son malos profesionales cuando se meten en profesión ajena. ¡AY SI LA PLAZA, MONUMENTO ETC. FUESEN A LOS GUDARIS, BRIGADISTAS INTERNCIONALES, MILICIANOS Y ETARRAS…! ¡¡QUE NO OIRIAMOS!! Adio.