Mi padre falleció el día 28 de marzo de 2019, San Sixto. Tras larga enfermedad, fueron los dos últimos meses los más duros y que requirieron atención 24 horas por parte de todos sus hijos y nietos. Dios nos regaló 88 años de su vida, en la que sus principios de Dios, Patria, Fueros y Rey heredados de sus mayores, inspiraron su razón, su formación, su actividad en el devenir diario de su existencia.
DIOS: Cristo por encima de todas las cosas. Hombre de profunda fe católica, tuvo al Evangelio como referente principal para su vida. Embeberse de la Palabra de Dios era esencial. Y así entendía que las Leyes humanas debían fundamentarse en el bien que Cristo nos procuró con su Pasión y Resurrección. Esa inspiración secular que hizo de las formas políticas tradicionales de las Españas una de las naciones de la tierra que más frutos entregó a la Iglesia de Pedro. Todo ello unido a la devoción a María Auxiliadora como buen salesiano y a Nuestra Señora de los Desamparados, patrona del Reino de Valencia.
PATRIA: Sentía un profundo amor a la Patria, casa común de todos los españoles e hispanoamericanos, filipinos, guineanos, etc. Siempre siguió con dolor todos los acontecimientos políticos del devenir de nuestra reciente historia. Como miembro de la Comunión Tradicionalista Carlista y del Círculo Cultural Aparisi y Guijarro de Valencia, de la Junta Directiva en diversos periodos, estuvo presente siempre a través de la actividad política de nosotros, sus hijos, en todos los pasos que íbamos dando desde 1976, preparación de la reunificación de los carlistas anterior al Congreso de 1986, y el camino que ha seguido la CTC y el CCAG hasta la actualidad.
FUEROS: Creía que era el mejor sistema jurídico para el Reino de Valencia. Fundamento de nuestra creación desde épocas de Jaime I el Conquistador. Gran conocedor de la Historia de nuestra Patria chica, siempre defendió nuestra identidad como Reino, la Real Senyera valenciana como símbolo unificador y de respeto de todos los valencianos, la Lengua Valenciana propia y diferenciada, la Cultura valenciana con su Siglo de Oro que hoy vemos apropiada por intereses secesionistas en otras regiones hermanas y la propia forma política instaurada en los antiguos Fueros.
REY: Monárquico tradicionalista, vivió con profundo dolor las derivas socialistas del carlismo autogestionario que lo han reducido a su práctica inexistencia. Obedeció el mandato de su padre, por la división familiar derivada de este desgarro, de no participar activamente en ninguna de las formas de los movimientos carlistas: la de siempre y la socialista. Esto no afectaba a los nietos, a nosotros, y siempre disfrutó de nuestras andanzas en la Comunión Tradicionalista. Pegadas de carteles, organización de los actos del Día de la Monarquía Tradicional (6 enero), Mártires de la Tradición en Bocairent, Valencia (9 de marzo), conmemoraciones de la Cruzada (18 de julio), Acto Nacional en el Cerro de los Ángeles, la Festividad de San Carlos Borromeo, la Patrona del Requeté y de la Juventud Carlista, la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), conmemoraciones de la Cruz de Mayo en el Círculo San Miguel de Llíria, etc. Así como nuestra asistencia a los Actos del Quintillo en Sevilla, Aplech de Monserrat, Cerro de los Ángeles en Madrid, reuniones y congresos de las Juventudes Tradicionalistas Carlistas etc.
Enamorado de la figura del Rey Javier I, y de su hijo D. Sixto de Borbón Parma.
Su mejor aportación, la transmisión de los principios tradicionalistas a todos sus hijos y nietos. Nos contaba nuestro llorado Pepe Mas, que en el Círculo, siempre estaba escuchando. No solía decir nada, pero cuando tomaba la palabra ya sabían todos que lo que iba a decir iba a estar muy bien fundamentado y su apreciación sería certera. Más bien tímido (que no timorato), recibió y acogió siempre en casa a todos los jóvenes carlistas que tenían y contaban con nuestra amistad. De Barcelona, Tarragona, Pamplona, Zaragoza, Bilbao, Madrid, Sevilla, etc. La vivienda familiar en Valencia y el chalet en Alcossebre (Castellón), tenían las puertas abiertas después de los diferentes actos, campamentos, congresos, reuniones, o quien después de todo esto, únicamente se dejaba caer por casa para pasar unos días con nosotros. Barraycoa, Hernández, Ram de Viu, Villa Reybaltar, Urcelay, Uriarte, Pazat de Lys, etc.
De los de casa, nuestros queridos Madriles y Submarino, los hermanos Comes, todos ellos de la Banda de Cornetas y Tambores del Requeté de Aldaya, Fernando Perales y familia, y Pepe Chust de la Banda de Cornetas y Tambores del Requeté de la Llosa de Ranes. Vicente Febrer y Pilar Fuster de Gandía, Hermanos Doménech de Bocairent que estudiaban por Valencia; Oria de Rueda de Haro (La Rioja) afincados en Torrente, muy unido en su dolor a los Unanue Arrizabalaga y a los Iriondo Badiola que huyeron de Ondárroa después del asesinato de Jose Mari por ETA y recalaron en Alicante y Murcia. Por supuesto nuestro llorado Pepe Romero de Llíria, Pepe Más, con el que coincidíamos en la Adoración Nocturna, Pascual Martín Villalba, Fausto Gosalvez, Jose Miguel Orts, Pepe Monzonís, Jesús Blasco o nuestro Jefe Regional Don Salvador Ferrando Cabedo, y tantos otros que en este momento me sería muy largo recordar en estas líneas.
Nuestros mejores recuerdos, cuando en la celebración del día de Navidad, todos reunidos, después de cantar todos los villancicos que están presentes año tras año, se anima la reunión con todas las canciones carlistas y, como por arte de magia, siempre hay boinas que aparecen y terminan en la testa de alguno de nosotros y, por supuesto, en la cabeza de mi padre.
Una historia de Amor a la Causa, a la Doctrina, a la Tradición, a la Familia y a todos los hermanos Tradicionalistas de las Españas.
Su féretro cubierto con la boina roja y la bandera de España con el Sagrado Corazón, nos llenó de paz espiritual sabiendo que gozará de la promesa de Nuestro Señor Jesucristo. En su entierro numerosos carlistas de Valencia y algunos del resto de España lo acompañaron. Y, lo más importante, la oración de todos ellos por la salvación de su alma.
Por FEDERICO J. FERRANDO RODA | VALENCIA