Antes de entrar en materia, quiero resaltar que he procurado poner en solfa muchas de las palabras que llevamos escuchando durante cuarenta años como retórica de obligada política en el empleo de frases altisonantes para deleitar, conmover o persuadir al personal. Hecha esa aclaración pasamos a la narración.
En cierto periódico digital de nuestro entorno, un periodista cualquiera pregunta a un político cualquiera lo siguiente: ¿Qué opina usted de la cuestión social?
Y el político, sin definirse en qué partido oposita, responde a la pregunta con la misma terminología rimbombante usada por sus correligionarios:
“La verdad que es una pregunta meritoria y digna de una contestación limpia, clara y sin complejos, ya que, como usted sabe, estando como estamos en pleno cambio climático y cotejados por el medio ambiente trasversal del meridiano ambivalente de una España verde y digital, a la que hemos de hacer frente ante las desigualdades y retos globales de las competencias fiscales de desempleo paradigmático dentro una rentabilidad acumulada por la crónica política y estructural, ligada a la complementaria anexa del modelo liberado por la globalización euroescéptica e incipiente del talento reservado a la cancelación de hipotecas dentro del factor analítico de competividad atmosférica de desahucios, que han sido incorporando por los agentes foráneos de las malversaciones cuantificables en anagramas irónicos, donde se han de decidir los diálogos políticos del derecho administrativo de asilo programado y ejecutado por okupas, eso sí, siempre sancionado por la memoria histórica permisiva del Brexit y por la autorización expresa de una productividad adversa a la declaración de Pedralbes, dirigida por las comisiones humanitarias sostenibles en pateras inhábiles promovidas por el sancionador incremento de las tarjetas black, con tasas de enjuiciamiento criminal, penal o laboral, según convenga a la oposición sincronizada; razón por lo que no habiendo entrando ilegalmente el grupo parlamentario, pero sí con amenaza terrorista de prevención e información dentro de un sumario divorcista exprés migratorio, que ha sido prevaricado dentro del marco ventajoso de las víctimas provistas de asilo sancionador bolivariano, constitucional, preventivo y acumulativo de pensión depresiva en las propuestas populistas electorales del antes y el después rotundo urbanismo en las entrañas del “España nos roba”, y de las elecciones ponderadas sin discapacidad sexual femenina, tras los nuevos cambios y firmas falsas, anunciadas y adivinadas por el CIS en senescentes propuestas factibles de credibilidad social y de adoctrinamiento sociológico de la extrema derecha o de actos jurídicos documentados, manipulados y propagandísticos por el grupo mediático Mediapro o Enterapro, sin las fórmulas “Fake” de congresistas y activistas en la reducción de costes con moderación, eso sí, en las rentas mínimas pactadas por el sindicato ausente, tras la fuga de pymes derogadas por el consorcio empresarial en funciones de salarios prepotentes mínimos y xenófobos del riesgo mixto anexionado al consorcio pactado intransigentemente e incluso desaparecido por la liquidez de abusos en la brecha salarial machista, mal llamada manada apátrida sedevacantista, que prioriza el infesta panorama nacional indefenso de concertinas, siendo de primordial interés la interrupción asistida de la protección de la infancia y de la salud eutanásica sin descarbonizar por la participación activa de la opa bancaria inferior a un euro, y sin el reparto debido a los dividendos activos, ocasionales y correspondientes a la obligatoriedad del cordón umbilical de los tránsfugas, sin ortodoxia y mansedumbre en la competencia jurídica que les confabula en el índice de la energía renovable y a la emergencia prioritaria del consumo antes del final de mes y sin cambios cautelares ante el liderazgo del sector arancelario y coreográfico de la violencia de género.
Dicho lo anterior, me atrevo a manifestar, fuera del marco comunitario de New Age y de la electrificación del trasporte agrario con inseguridad preventiva, de forma prioritaria y sin reservas económicas, que me siento muy pesimista ante la certidumbre en las competencias del pasotismo constitucional, pluralista y de extrema holganza globalista, así como de la pésima gestión facturada por la autonomía ciudadanía en gestión armónica y privatizada con la política de alianzas por una evolución simple educacional que, comparto con la minoría simple representada a media jornada y de mayoría absoluta, tipificada en los artículos adyacentes a la igualdad de género y al gravamen regionalista batasuno en sus estatutos estandarizados dentro del frontispicio de invierno aprobado por la transculturalidad unánime de la minoría simple más uno, reservada a la interdependencia mundial, y que ha sido convalidada expresamente en clima de eficiencia energética y de concordia plural del producto interior bruto en los PIB y en los presupuestos irreversibles de gran alcance y de gran calado dimensional, adaptados a la ideología de una plataforma de la amortización fiscal y cautelar del “Bable” histórico y secular, que generará laudables beneficios de mercado internacional añadido, ausentes de cosmovisión sociata fraudulenta, al tiempo que generará la interdependencia fiscal equiparable a la de una economía circular sumergida en el best-seller de pedagogía social en el catering local de acumulación e interrelación autonómica saludable. De esta manera y con estas herramientas engañosas, la comisión beneficiaria podrá pactar e intervenir en el contorno de los insanos aspectos de la soberanía alimenticia homófoba del tuitero ambiental sin desarrollo viral y conspicuo, como son la finalización de los despidos asistidos, la feminización de manteros adecuada a los recibos ambiguos del valor residual añadido por el nivel denostado al pucherazo del dolo postelectoral, así como el crecimiento económico en igualdad de oportunidades y salario retrospectivo del día siguiente, en pluralidad del pueblo soberano, basado en la energía renovable, autosuficiente, eficiente y de buena fuente, pero no paciente ni consciente por el colapso efervescente de la gente decente de referente incongruente y moliente del acople residual en pro de la promulgación indirecta de un balance virtual y ecológico de simple comisión neta, es decir, hablando claro y sin tapujos, sin el 3 % acumulable en comisiones cero y bajo el reto de la píldora del día siguiente, de la bonoloto y del angelicalismo de los depósitos permanentes sin tráfico de empresa y libertad sindical. Todo ello, con ostensible política demográfica y recaudación aleatoria en consumo ambiental ecológico de infraestructura logística, sin sospecha de reforma estructural emérita en moción de censura para la regeneración del salario interprofesional “cum fraude” y tolerancia sexual digital prohibitiva en las Hurdes y demás páramos de las mancomunidades regenerativas sin transvase de H2O en las que ha de imperar la cleptocracia climática del sorpasso y la cleptomanía de la abstenciocracia sin prima de riesgo virtual y de emergencia social sanitaria con desahucio asistido.
Así pues y sin más dilación, por lo anteriormente expuesto con toda claridad y trasparencia migratoria en los cauces de la amnistía preventiva y excarcelación marginal, entro de lleno en la materia que nos ocupa sobre la cuestión social, definiéndola como la situación cuestionable sociológicamente, eso no cabe la menor duda, que es anómala, homogénea y ambigua, y está representada por los cronómetros a cero y la innovación de la amnistía anómala procesal y comprometida con la injerencia de los derechos humanos asimétricos de itinerarios móviles, sujetos al enfoque gradual de la libre expresión silenciada por los monitores de los acuerdos bilaterales o trilaterales, y si me apurran unilaterales, de los autónomos cronificados como irreversibles y demagógicos, tales como son el cambio climáticos sin pilas recargables, el lobby de las urnas revisables y las milicias yihadistas del progreso energético en asociación subversiva añadida a la normativa reguladora de los sindicatos indeterminados del silencio administrativo local y ciertos hombres de Estado. Efectos, todos ellos, fuera del marco comunitario y del consumo de final de mes. Esa es la base de la cuestión social en el producto interior bruto, el PIB y los presupuestos de la asfixia fiscal, propios dentro de la amortización del ámbito cautelar y de valor añadido sin recaudación aleatoria ni prima de riesgo exterior a la emergencia social sanitaria con desahucio asistido.
Creo que, en mi brevedad, le he dado una respuesta emergente, democrática y comprensible a su pregunta. Y como decía Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”.
Como es notorio, podría habérsele preguntado si la mejor sardina es la Santurce, y nos hubiese dado la misma respuesta.