Sabido es que,  desde hace tiempo,  algunos miembros de la Iglesia alemana emprendieron un  camino de disidencia  respecto a la Doctrina y la Moral de la Iglesia Católica. Y así se dió inició al llamado  camino sinodal alemán,   no solo para debatir ciertos asuntos disciplinares, sino para modificar la enseñanza doctrinal, litúrgica y moral de la Iglesia Universal.

El pasado 21 de julio,  memoria litúrgica de San Lorenzo de Brindis,   la Santa Sede dió a conocer un comunicado dirigido al camino sinodal alemán y a todos los católicos de Alemania.
En el comunicado  se advierte que  “para salvaguardar la libertad del Pueblo de Dios y el ejercicio del ministerio episcopal   parece necesario aclarar que el camino sinodal en Alemania no está autorizado a obligar a los obispos ni a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno ni nuevas orientaciones de doctrina y moral.

No sería admisible introducir nuevas estructuras o doctrinas oficiales en las diócesis antes de que se haya alcanzado un acuerdo a nivel de toda la Iglesia Universal”.

Recordemos que en octubre de 2023,  si Dios quiere,  se celebrará en Roma un Sínodo para profundizar en el tema de la Sinodalidad eclesial:   comunión,  participación,  misión.
Si alguien cambiase  o  modificase  la doctrina, la moral, la disciplina y la liturgia de la Iglesia Universal  estaríamos  ante una violación de la comunión eclesial y ante una amenaza para la unidad de la Iglesia.
En este sentido,  el comunicado recuerda las palabras del Papa Francisco del año 2019 en las que el Santo Padre reiteró que  “la Iglesia Universal vive en y de las Iglesias particulares,  así como las Iglesias particulares viven y florecen en y de la Iglesia Universal,  y si se encuentran separadas del entero cuerpo eclesial  se debilitan,  marchitan  y  mueren.   De ahí la necesidad de mantener siempre viva y efectiva la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia“

En el comunicado se añade:   “es deseable que las propuestas del camino de las Iglesias particulares de Alemania   desemboquen   en el proceso sinodal por el que transita la Iglesia,  para contribuir al enriquecimiento mutuo y para dar testimonio de la unidad con la que todo el cuerpo de la Iglesia manifiesta su fidelidad a Cristo, el Señor”

Cuando desde el interior de la propia Iglesia se producen estos desmanes o desviaciones,    sean doctrinales, sean litúrgicos, sean disciplinares, sean morales,   la Santa Sede  ha de intervenir,  como ha hecho en este caso y hace en otros muchos,   para señalar cuál es la auténtica y verdadera fe de la Iglesia y qué cosas pueden llevarnos a separarnos de la unidad del Pueblo de Dios, que es la Iglesia de Cristo una, santa, católica y apostólica.
Si alguien quiere llamarse y ser de verdad  católico  debe obedecer con amor y por amor al  Papa Francisco  y  al Magisterio de la Iglesia,  que  en cosas de fe  ni yerra ni puede errar,  pues la asiste el Espíritu Santo que es quien nos guía hasta la Verdad plena.
Que la Santa Madre de Dios,   destructora de todas las herejías,   nos ayude a ser fieles en todo Jesucristo, cabeza de su cuerpo que es la Iglesia.
José Vicente Martínez,  julio de 2022.

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