Es probable que el mundo se encuentre al comienzo de un período prolongado de inestabilidad e incertidumbre . En su obra Self-Assertion , recientemente publicada , el politólogo Heinz Theisen describe enfoques de política exterior y de seguridad destinados a ayudar a Europa a hacer frente a esta situación. Estos enfoques se basan en la escuela de pensamiento realista de las relaciones internacionales y la enseñanza social cristiana. Su objetivo es la “preservación de la cultura europea que ha crecido durante dos milenios”.¹

En un mundo inestable e inseguro, la “preocupación por la autoafirmación y la estabilidad” es una actitud ética necesaria. Bajo estas condiciones, los logros de las comunidades tendrían que ser afirmados “tanto contra su decadencia interna como contra el robo exterior”. Una “falta de autoafirmación” es “ninguna contribución a la paz en un mundo caótico”. La Debilidad Provocativa hace que las “escaladas e invasiones” sean más probables y “también aumenta el desorden general del planeta”.² Hay que ser consciente de que “cualquiera que no sepa hacerse valer puede convertirse en víctima en cualquier lugar del mundo”.³

El universalismo conduce a la sobrecarga de las fuerzas de Occidente

En general, Occidente ha sobrecargado sus fuerzas en los últimos años y, por lo tanto, ha dañado su propia seguridad. En este contexto, la OTAN ya no aparecía como la “alianza de defensa del mundo occidental”, sino que mediante intervenciones “debilitaba su propia defensa, desestabilizaba otras regiones y, como consecuencia de esta desestabilización, incrementaba sus propias amenazas, sobre todo las del europeos”. .⁴

Parte de este exceso fue una política arriesgada hacia Rusia en la cuestión de Ucrania.⁵ Esto contribuyó a una constelación en la que el estado ruso trató de hacer valer sus intereses violando el derecho internacional y usando la guerra, y al mismo tiempo lo empujó a aliarse con China.⁶

El “fracaso del universalismo occidental en el Cercano y Medio Oriente” “de ninguna manera ha llevado a ninguna comprensión de nuestras limitaciones”. En cambio, iniciaron “el vuelo hacia una visión del mundo completamente nueva”, “la del globalismo”.⁷ Esta tiende a perder el contacto con la realidad y es ciega a los “adversarios en sus propias puertas” ya los desafíos concretos. Cualquiera que se refiera a una humanidad abstracta difícilmente podrá actuar en solidaridad con su prójimo concreto. La ideología globalista también se caracteriza por ilusiones sobre las distinciones políticamente necesarias entre amigos, enemigos y oponentes y opera una “igualación de culturas” ciega a las diferencias culturales, por lo que tiende a menospreciar la propia cultura de una manera autoagresiva, por ejemplo cuando esta acusación de “colonialismo y racismo”.⁸

La “negación globalista de uno mismo en favor de una humanidad imaginada” también hace que “todo problema en el mundo sea nuestro problema, lo que contribuye a la sobreexplotación de nuestras posibilidades”. Los adherentes a la utopía de “Un Mundo” rechazarían sus propios intereses y su propia cultura como obstáculos en el camino hacia la realización de su utopía. Despreocuparse de los propios intereses se considera una acción moralmente necesaria.⁹ Su utopía de delimitación consume la sustancia de las comunidades sin lograr los fines deseados.¹⁰

Por el reconocimiento de un orden mundial multipolar

Theisen se vincula con las ideas de Samuel Huntington, quien había advertido a Occidente que no se enredara en culturas extranjeras y el “choque de culturas” que resultaría. La preservación de lo propio requiere la aceptación de un orden mundial multipolar. Es importante encontrar “caminos del universalismo a la reciprocidad de poderes y culturas” y pasar del “choque de culturas” a la “lucha común por la civilización”.¹¹

NUESTROS LIBROS RECOMENDADOS

La autolimitación como forma de preservar Occidente

La autoafirmación de Occidente requiere “una autolimitación cultural y política a su propia área cultural y estructural”.¹² Una política de seguridad exitosa se basa en los conceptos de demarcación, contención y convivencia:

“En el futuro, la seguridad de plataforma de Europa no comenzará en el Hindu Kush o en Crimea, sino en la región del Mediterráneo y los Balcanes. En lugar de universalidad, globalidad, integración e interculturalidad, los términos de la Guerra Fría ayudan a comprender mejor lo que hoy está en juego entre culturas y potencias: demarcación, contención y convivencia”.¹³

La autolimitación también podría ganar tiempo para Occidente en declive:

“Es posible que ya no se pueda evitar el declive de Occidente, pero se puede posponer por algún tiempo y conducir por caminos tolerables. […]

Con una estabilización de Europa, que está particularmente en peligro, y la cultura occidental liberal, al menos extenderíamos los períodos en los que las próximas generaciones pueden usar la libertad y la prosperidad para llevar una vida con determinación propia”.¹⁴

Israel como modelo de autoafirmación estatal

Europa podría aprender cómo afirmarse con éxito en un entorno hostil del Estado de Israel:

“En el choque con el mundo islámico, tanto la izquierda como la derecha de Israel se ven forzadas a un realismo defensivo. Con cualquier otra actitud, Israel dejaría de existir durante mucho tiempo. La inmediatez de la amenaza directa es un maestro severo del que carecen los europeos frente a las amenazas que se les presentan. […]

Los israelíes se caracterizan, al menos en comparación con los europeos occidentales, por una falta de ilusiones fortalecidas por la experiencia. Debido a su situación de opresión, no pueden permitirse percibir su entorno a través de la lente de bellas palabras y valores universales. […]

Si bien el universalismo occidental ha llevado a extenderse demasiado hacia otras culturas, el judaísmo nunca ha tenido una orientación universalista. Conoce por experiencia dolorosa la necesidad de autolimitación y autoafirmación”.¹⁵

Israel también está demostrando que “la seguridad fronteriza constante es parte de la capacidad de un estado para defenderse”. Mientras que en Europa “la disolución de las fronteras se había convertido en ocasiones en un imperativo moral, tales ilusiones no podían sostenerse en Israel, ni siquiera en relación con los territorios palestinos“.¹⁶

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Al mismo tiempo, el ejemplo de Israel muestra que en “circunstancias multiculturales […] ni la igualdad ni la unidad pueden sostenerse”. Israel es “por lo tanto, no es un estado liberal”. El país no es una sociedad multicultural, sino que sigue una cultura judía dominante, a la que también se adhieren la mayoría de los judíos no religiosos. La legislación enfatizaba el carácter judío del estado, pero esto conllevaba el riesgo de que las minorías pudieran ser alienadas del estado. Theisen ve solo un modelo a seguir limitado para la Europa étnicamente fragmentada del futuro y considera que las soluciones federales son más viables.¹⁷

Condiciones marco para una reforma de la UE y la OTAN

Theisen rechaza el aislacionismo nacional propagado por los partidos populistas de derecha.¹⁸ El “estado nacional alemán bastante ruinoso” está rodeado de estados “que no son tan desdeñosos con la idea de la autoafirmación como este mismo”. Solo por esta razón, la OTAN y la UE seguirían siendo necesarias.¹⁹

Además, los estados individuales de Europa son demasiado débiles para contrarrestar eficazmente las amenazas externas y los desafíos globales. Sin embargo, habría que reformarlos. La OTAN debe centrarse en la defensa de su territorio, mientras que la UE debe centrarse en proteger sus fronteras exteriores y seguir una política comercial común respetando la identidad y la soberanía de sus estados miembros.²⁰

“Centralizar, armonizar, nivelar, homogeneizar” son “esfuerzos que contrarrestan la diversidad de Europa”, lo que separaría a los estados de Europa y generaría reacciones defensivas. Por lo tanto, la UE debe volver a convertirse en una confederación descentralizada de estados nacionales, como pretendían sus padres fundadores. Como un “coloso con reclamos de poder global”, la UE se vería abrumada.²¹ Siguiendo el modelo suizo, la UE podría tener un futuro en la forma de una confederación “internamente descentralizada pero externamente unida” que se mantenga al margen de los conflictos que no le son propios y proteja lo propio sin despreciar lo ajeno.²²

En Europa, “hay que reconstruir el sentido del Estado” y hay que reafirmar el Estado nación. Esto “no debe confundirse con el nacionalismo regresivo, sino que corresponde a la legítima autoprotección de una comunidad específica construida en la historia”. Una burguesía reconstituida “que combine derechos y deberes, la libertad del individuo y los deberes hacia la sociedad” podría actuar como vehículo para una renovación de la UE.Europa también necesita estadistas que puedan encontrar soluciones al conflicto de Ucrania y al mismo tiempo persuadir Rusia adopte una política diferente, por ejemplo, señalando la amenaza común que plantean China y el islamismo.²³ 

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/

Fuentes

1. Heinz Theisen: autoafirmación. Por qué Europa y Occidente deben limitarse mutuamente , Reinbek 2022, p. 242.
2. Ebd., S. 22.
3. Ebd., S. 215.
4. Ebd., S. 358.
5. Ebd., S. 353-354.
6. Ebd., S. 40 ss.
7. Ebd., S. 14.
8. Ebd., S. 15-21, 153.
9. Ebd., S. 97.
10. Ebd., S. 112.
11. Ebd. S. 199.
12. Ebd., S. 22-23.
13. Ebd., S. 359.
14. Ebd., S. 10-11.
15. Ebd., S. 214.
16. Ebd.. S. 215.
17. Ebd., S. 216-217.
18. Ebd., S. 239-240.
19. Ebd. S. 23.
20. Ebd. S. 225-229.
21. 229-232.
22. Ebd., S. 235 ss.
23. Ebd., S. 353-354.

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