El autor, que escribe bajo el seudónimo de NS Lyons, trabaja en el campo de la política exterior y de seguridad en los Estados Unidos. En un ensayo reciente , utiliza ejemplos actuales para examinar formas de construir contraculturas tradicional-conservadoras en las sociedades occidentales . De estas contraculturas podría surgir una contra-élite, capaz de renovación cultural y social en estas sociedades y capaz de reemplazar a sus viejas elites.

Recientemente ha surgido en EE. UU. una contracultura tradicional-conservadora heterogénea, que se describe a sí misma como “neorreaccionaria” o “posliberal” y se basa principalmente en jóvenes con calificaciones educativas más altas. Un artículo reciente en la revista Vanity Fair describió esta contracultura .

• La contracultura libra una “guerra de guerrillas contra el statu quo hegemónico de la sociedad”. Surgió como una reacción a la nueva cultura dominante de la “izquierda despierta” que domina las instituciones esenciales de la sociedad estadounidense. La izquierda hegemónica ha dejado de interesar a un número creciente de jóvenes porque su vida intelectual consiste únicamente en la repetición de consignas incuestionables.
• En contraste, la contracultura representa un oasis de oportunidad intelectual sus miembros no solo son conservadores, sino también libertarios y feministas críticos con el género. Abarca un creciente ecosistema de canales de redes sociales donde los más jóvenes en particular buscan ampliar sus horizontes intelectuales, emocionarse con el “conocimiento prohibido”, estudiar a los pensadores clásicos de la tradición europea y buscar respuestas serias a las cuestiones de la cultura hegemónica que ya no se discuten. de nuestro tiempo.
• Dado que los actores de la contracultura se movieron fuera del marco de lo aceptado, ya no tuvieron que considerar las sensibilidades de la cultura hegemónica y no tuvieron miedo de abordar sus fallas y debilidades.
• Algunos actores de esta contracultura parecen ser enfáticamente transgresores y violan las normas de la cultura hegemónica de la forma más visible posible. En este contexto, el periódico liberal de izquierda New York Times observó que había surgido en Nueva York una pequeña cultura juvenil tradicionalmente católica , que llamaba la atención por su “estética contraria” y por su énfasis en identificarse con los roles de género tradicionales y formar familias. Las publicaciones de tendencia izquierdista han expresado su preocupación .

Esta contracultura es todavía muy pequeña, pero la contracultura de tendencia izquierdista de la década de 1960 también lo era al principio cuando comenzó su marcha a través de las instituciones para finalmente lograr la hegemonía cultural. En consecuencia, el siguiente paso en el desarrollo de la contracultura es identificar los centros individuales de poder e influencia y apoderarse de ellos y mantenerlos.

A largo plazo, la renovación cultural de las sociedades occidentales requerirá también un intercambio de élites, ya que las élites de la cultura hegemónica difícilmente son capaces de esta renovación, aunque se vean obligadas a ello por otras mayorías políticas. En este caso, los líderes alternativos surgidos de la contracultura tendrían que asumir las funciones de la vieja élite.

En el contexto de Donald Trump, las medidas correspondientes ya se están discutiendo bajo el eslogan ” Anexo F “. Estos planes se centran principalmente en las autoridades judiciales y de seguridad y afectarán a varios miles de altos cargos para los que actualmente se está identificando personal alternativo. La dificultad de este proyecto es que casi todos los que tienen las habilidades para dirigir un estado son parte de la vieja élite. Por lo tanto, es necesario desarrollar personas de la contracultura en una contra-élite calificada, al mismo tiempo que se gana a miembros de la elite existente a través de atractivas ofertas intelectuales y culturales.¹

El politólogo Mark Lilla ya había descrito hace algún tiempo un movimiento conservador de renovación cristiana que estaba surgiendo en Europa occidental y que trabajaba principalmente en secreto . Recientemente presentamos con más detalle a uno de los actores de este movimiento, la Academia Christiana francesa .

Según el historiador Arnold J. Toynbee, lo que él llama las “minorías creativas” son las élites de espíritu y acción que impulsan el desarrollo de culturas y civilizaciones. Estas élites son las portadoras de respuestas a los desafíos que enfrentan las comunidades. Esta cualidad les da autoridad, lo que hace que otras personas los sigan. Tales élites tendrían que renovarse constantemente para no volverse rígidas. Un ejemplo de esto son los soldados y oficiales de Roma, a quienes la filosofía de Platón transformó de lobos en perros guardianes al servicio del bien común.² Tales élites encendieron una chispa que produce una luz de la que emana el poder integrador. Las culturas crecerían alrededor de esta luz.³

Hans-Joachim Schoeps señaló que cualquiera que quiera estabilizar la democracia libre debe “permitir la selección institucional y la formación de élites […] más que antes”. Sin una “élite política” “ningún estado democrático sobreviviría”.⁴ Según Gerd-Klaus Kaltenbrunner, especialmente en una emergencia, “dependerá de si una democracia tiene suficiente potencial de élites”y que podría “confiar en minorías capaces, competentes y comprometidas”.⁵

Según Oswald Spengler, la formación de élites es un proceso que dura décadas. En primer lugar, presupone la creación de instituciones y “tipos” ejemplares. Sobre esta base, la formación de élite luego “transformaría los pensamientos en personas […]” y crearía tradiciones que podrían nutrirse y transmitirse a través de una institución. La formación de élites no debe descuidarse incluso en tiempos más tranquilos, de modo que las élites capaces estén disponibles en tiempos difíciles. La petrificación doctrinal es “el peligro de la orden religiosa en tiempos de paz”. Se deben tomar precauciones para mantener internamente jóvenes y flexibles a las élites ya las instituciones formadoras de élites.⁶

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/

Fuentes

1. NS Lyons: „¿Una nueva contracultura?“, City Journal, 21.09.2022, URL: https://www.city-journal.org/can-conservatives-form-a-counterculture , Zugriff: 22.09.2022.
2. Arnold Toynbee:  El curso de la historia mundial. Auge y decadencia de las culturas. Dos partes en un volumen , Volumen 1, Frankfurt a. M. 2010, pág. 370.
3. Ebd., S. 403.
4. Hans-Joachim Schoeps:  Renovación conservadora. Ideas on German Politics , 2ª ed., Berlín 1963, pág. 118.
5. Gerd Klaus Kaltenbrunner:  Élite. Educación para emergencias , Asendorf 1984, p.16, 65.
6. Oswald Spengler:  Escritos políticos , Munich 1933, página 218.