La obra que hoy comentamos representa a un oficial de Húsares de Arlabán, perteneciente a la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
Los Húsares de Arlabán se organizaron en base al Escuadrón de Álava. Su denominación viene dada por la durísima batalla librada contra las tropas liberales al mando de don Luis Fernández de Córdova.
Esta unidad alavesa fue una de las más brillantemente uniformadas del ejército de Don Carlos.
El número de hombres que la componían siempre fue escaso, un escuadrón, es decir unos 120 jinetes. Participaron en batallas muy conocidas, como la de Peñacerrada, donde se enfrentaron a los húsares de la Princesa.
No obstante es de reseñar que parte del mito de esta unidad proviene precisamente de su espléndido uniforme.
Ferre Clauzel, a golpe de pincel, ha conseguido trasladarnos en un tamaño muy reducido, una escena costumbrista donde destacamos la brillantez con la que ha sabido manejar las luces, construyendo una escena viva y cargada de nostalgia. Sin duda una gran obra.
