La ideología de género se tornó una herramienta política y “un concepto clave de la reingeniería socialanticristiana para subvertir el concepto de familia”, como afirma Monseñor Juan Claudio Sanahuja.
Y más. Él explica que “la ONU adopta la perspectiva de género al comienzo de los años 90. Así, nos presenta y quiere imponernos una visión antinatural de sexualidad autoconstruida al servicio del placer”.
Y para eso surtir efecto, a medio plazo, se hace necesario difundir en las escuelas la ideología de género, para destruir las resistencias contra la cultura que se quiere imponer. La educación sexual entonces está imbuida fuertemente de esta ideología contraria a la familia, con una visión reduccionista de la dimensión de la persona humana.
El hecho es que existen solamente dos identidades sexuales, de ahí la realidad humana en la distinción “hombre y mujer”.
Institucionalizar otra situación fuera de esta realidad, verdaderamente humana, es desconocer con profundidad la esencia y la naturaleza de la persona humana, y más aún: agravar los factores de la violencia contra el ser humano, en todos los aspectos.
Es despersonalizar al ser humano y tornarlo fragilizado y vulnerable a toda y cualquier violencia.
La ideología de género en nuestro tiempo se explica en una sociedad siempre más pulverizada, en la atomización del individuo, que se ve perdido en la voluptuosidad de una sociedad consumista, de falsas necesidades, que coloca el placer como finalidad y aniquila al individuo desarraigado y desterritorializado, en la lógica de lo descartable, sin tener a qué atenerse, sin contar más con la familia como soporte, porque, con la ideología de género, la familia es despojada de sus características, disuelta en cuanto institución primera y principal de la sociedad.
De ahí el gran malestar de muchos ante los llamados de la anarquía sexualdifundida por los medios de comunicación, en la promoción de la homosexualidad y de otras perversiones y transgresiones, que medran más fácilmente en la sociedad atomizada, de super consumismo. De donde es necesario poner un dique a todo eso, para salvaguardar la institución primera y principal, sin la cual el ser humano no tiene cómo subsistir y realizarse como persona.
Todas estas formas de agresión, si no fueren contenidas, se tornarán grilletes culturales a asfixiar a la personalidad de cada ser humano. En el campo político, la ideología de género pone en movimiento la apología a tales transgresiones, utilizándose de eufemismos y sutilezas de lenguaje, con el discurso emocional de no discriminación, para avanzar aún más en una agenda que discrimina a la familia. Y más: teniendo la intención de destruirla, con la corrosión de losprincipios y valores cristianos, que la defienden, por entero.
El ideario de género (más bien una expresión de idealismo totalmente irreal),pervierte la finalidad social de las instituciones nacidas para defender a la persona de aquello que la despersonaliza.
Con una educación sexual así, la escuela se torna un lugar peligroso, un barril de pólvora que ciertamente explotará con daños sociales inimaginables.
Por eso, es necesario empeñarse en combatir a favor de la vida y de la familia, por una escuela que promueva verdaderamente a la familia como soporte de la persona humana.
TradicionViva.es un espacio de resistencia civil que pretende crear estados de opinión, análisis y debate en donde las imposiciones políticas no existen.
También puedes comentar con facebook: