Ayer 13 de noviembre y con motivo de la Festividad de los Mártires de la Tradición, se colocó una placa conmemorativa en Mata de los Carlistas (Ayuela de Valdavia, Palencia) por iniciativa de la ACT Fernando III el Santo.
Tras la colocación de la placa conmemorativa, se procedió a la bendición de la Cruz restaurada el pasado diciembre y el consiguiente responso en memoria de los mártires allí sepultados.
Posteriormente el presidente de la Asociación, Luis Carlón Sjovall, pronunció unas palabra, concluyendo el acto con el tradicional Oriamendi, así como la lectura de la oración por los Mártires de la Tradición.
Por su interés reproducimos un extracto del discurso realizado por don Luis Carlón: «En el año 1895, el rey Carlos VII instauró la Festividad de los Mártires de la Tradición, con el objetivo de honrar a todos los mártires fallecidos bajo la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey, tanto en los campos de batalla como en el destierro; tanto en los calabozos como en los hospitales.. Y designó el diez de marzo, onomástica de su abuelo Carlos V, como fecha indicada para tan justo homenaje.
Hoy 121 años después, en esta España tan falta de memoria, aparentemente despojada de sus valores y tradiciones, nos reunimos junto a esta cruz, felizmente recuperada del olvido, para homenajear a los Mártires de la Tradición que en este lugar conocido popularmente como “Mata de los Carlistas “desde tiempo inmemorial, perecieron en leal cumplimiento de obediencia a Dios, a la Patria y al Rey.
La historia nos ha legado que en este lugar se encontraba refugiada una partida carlista al mando del capitán Portillo en el ya lejano año de 1837, cuando se vieron sorprendidos por un contingente revolucionario muy superior. Los “Cristinos”, como era habitual en ellos no hicieron prisioneros, y apenas el teniente y un joven combatiente carlista consiguieron escapar a la masacre. Cerca de aquí se encuentra la “Mata Portillo”, donde el desafortunado teniente fue ejecutado tras ser capturado a la mañana siguiente; mientras el combatiente –desconocemos su nombre- consiguió escapar vivo con la ayuda de un pastor de la cercana localidad de Ayuela.
También nos ha legado la historia, que al poco tiempo de lo ocurrido, aquí mismo, sobre el lugar donde los cuerpos fueron enterrados por las gentes de la zona, se forjó una cruz similar a la actual, y que esa cruz fue mantenida por gentes anónimas de Ayuela de Valdavia hasta hace apenas unas décadas.
Ahora, desde la ACT Fernando III el Santo, y tras reconstruir la cruz, a la que acompañará una sencilla placa, queremos que de nuevo sean los habitantes de Ayuela los que nos ayuden a cuidar y mantener la reconstruida cruz, que ha de ser símbolo en nuestra tierra de los valores y tradiciones forjadoras de nuestra Patria.»