José María ARRIZABALAGA ARCOCHA. El pasado 27 de diciembre de 2017 se cumplieron treinta y nueve años de su asesinato en Ondárroa. Era Jefe de la Juventudes Iradicionalistas de Vizcaya. Tenía veintisiete años. Hacia las seis de la tarde, dos pistoleros de la ETA entraron en la Biblioteca Municipal instalada en la Casa de la Cultura y se dirigieron al mostrador donde estaba José María, el bibliotecario. Le obligaron a identificarse y acto seguido le acribillaron a balazos, recibió once disparos, pecho, corazón, cara y manos. ¡Cuanto odio! Su tumba, en el cementerio de Ondárroa, no se ha librado de ser atacada en más de diez ocasiones
Jesús ULAYAR LICIAGA. El próximo 27 de enero se cumplirán treinta y nueve años de su asesinato en Echarri Aranaz. Había sido alcalde de su pueblo entre 1969 y 1975. Tenía 54 años, esposa y cuatro hijos. Hacia las ocho de la tarde se disponía a entrar en su domicilio en compañía de su hijo Salvador, trece años, cuando un pistolero interceptó a Jesús. Le dispara cinco tiros. Primero le asesta tres, hace una pausa y le dispara dos más. Sale corriendo hacia un coche donde le esperan dos o tres terroristas más. La muerte fue casi instantánea. Como ha ocurrido tantas veces con las víctimas de ETA su familia tuvo que soportar no sólo la pérdida del padre y marido, sino la indiferencia y comentarios de vecinos que buscan justificar a los terroristas. Según publica OKdiario el pasado 16 de enero el asesino de Jesús, Vicente Nazabal, que por supuesto está libre y de vuelta en Echarri Aranaz le soltó al periodista Cake Minuesa lo siguiente: “¿Arrepentirme? Pierdes el tiempo”
Jesús VELASCO ZUAZOLA. El pasado 10 de enero se cumplieron treinta y ocho años de su asesinato en Vitoria. Jesús era comandante de Caballería y en aquel año de 1980 Jefe del Cuerpo de Miñones de Álava, la policía foral que hunde sus raíces en la Edad Media y que depende de la Diputación Foral de Alava. Desde 1992 los Miñones forman una sección dentro de la Ertzaintza (policía autonómica vasca dependiente del Gobierno Vasco) aunque sigue dependiendo de la Diputación Foral de Álava. El día 10 de enero de 1980, como todos los días, llevaba al colegio en coche a dos de sus cuatro hijas y a dos amigas. Nada más bajar del coche las cuatro niñas, a las nueve menos cinco de la mañana, un individuo descendió de un taxi y disparó varias ráfagas contra el vehículo del Comandante Velasco hiriéndolo de muerte. En el taxi, robado a punta de pistola esa misma mañana, viajaban otros dos terroristas. Su asesinato causó una gran conmoción. Los políticos nacionalistas hablaron del Cuerpo de Miñones como “una institución vasca”, en lugar de referirse a una institución puramente alavesa y foral. Su viuda quiso dejar clara la condición de militar y de patriota español de su marido, despidiendo con un rotundo “¡Viva España”! el féretro cubierto con la bandera nacional y la boina roja de la foral ¡dad. Jesús Velasco acababa de cumplir 47 años. Su esposa, Ana María Vidal-Abarca, fundó en 1981 la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
José Javier MÚGICA ASTIBIA. Asesinado en Leiza (Navarra) el 14 de julio de 2001 a las 10 de la mañana al poner en marcha su furgoneta a la que habían adosado sus asesinos 3 kilos de explosivo en una bomba lapa. Tenía 59 años. Dejó esposa y tres hijos. Todos los años le recuerdan sus amigos en el sitió donde hicieron explotar su vehículo y donde se colocó una placa en su memoria.
Juan Carlos BEIRO MONTES. Cabo de la Guardia Civil destinado en Leiza (Navarra) y asesinado en la muga entre Navarra y Guipúzcoa en el año 2002 al retirar una pancarta-trampa con amenazas de muerte a la Guardia Civil. Tenía 32 años. Dejó esposa y dos hijas. Todos los años, los amigos navarros le recuerdan en un emotivo acto.
Y así seguimos con muchos más asesinados en toda España, aquí solo hemos destacado a los más cercanos a nosotros. Entretanto, los políticos pactando y guardando silencio sin atreverse a enfrentarse con los enemigos de España.
R.l.P.