Según avanza la publicación digital phys.org Adolf Hitler murió sin género duda en Berlín en 1945 tras ingerir cianuro y dispararse. Esa es la conclusión a la que llegan un grupo de investigadores franceses tras el análisis de los fragmentos de los dientes del dictador nacionalsocialista.
El análisis ha sido posible tras la colaboración de las autoridades rusas que han permitido el acceso a parte del material genético que conservan.
«Los dientes son auténticos, no hay ninguna duda. Nuestro estudio prueba que Hitler murió en 1945», dijo el profesor Philippe Charlier, que confirmo que su equipo ha acabado con este estudio con las teorías que sostienen que Hitler pudo escapar vivo tras el conflicto mundial. El experto confirma que Hitler no no huyó a Argentina en un submarino.
El estudio, del que Charlier es coautor junto a otros cuatro investigadores, fue publicado el viernes en la revista científica European Journal of Internal Medicine .
El análisis de los dientes de Hitler y de numerosas dentaduras postizas encontró depósitos de sarro blanco y no rastros de fibra de carne, siendo necesario recordar que el dictador nacionalsocialista era vegetariano.
En marzo y julio de 2017, el servicio secreto de Rusia, el FSB y los archivos estatales rusos, autorizaron a un equipo de investigadores a examinar los huesos del dictador, por primera vez desde 1946.El equipo francés pudo ver un fragmento de cráneo presentado como del Fuhrer, que mostraba un agujero en el lado izquierdo que con toda probabilidad fue causado por el paso de una bala.
Los científicos no estaban autorizados a tomar muestras de este fragmento, no obstante comprobaron que la morfología del fragmento era «totalmente comparable» a las radiografías del cráneo de Hitler tomadas un año antes de su muerte.
Este estudio confirma la opinión generalmente aceptada de que Hitler murió el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín con su compañera Eva Braun, y arroja nueva luz sobre las causas exactas de la muerte. Según refirió el investigador Charlier «no sabíamos si había usado una ampolla de cianuro para suicidarse o si se trataba de una bala en la cabeza. Probablemente ambas cosas sean ciertas».
El examen de los dientes no encontró rastros de polvora, lo que indica que no se disparó un revólver en la boca. Del mismo modo, los depósitos azulados que se ven en sus dientes postizos podrían indicar una «reacción química entre el cianuro y el metal de las dentaduras postizas», dijo el investigador.
Charlier, un especialista en antropología médica y legal, también participó en el análisis del corazón momificado de Ricardo Corazón de León.