El senado holandés ha aprobado una ley que prohíbe llevar «prendas que cubran el rostro» en los edificios públicos, incluidos hospitales, escuelas y dependencias del gobierno, así como el transporte público.
Aunque la prohibición no se extiende a la calle, la ley autoriza a la policía a pedirles a las personas que se retiren la prenda que les cubra la cara con el fin de establecer su identidad.
Los que incumplan la prohibición —que incluye los velos y ropas islámicas como los burkas (que cubren toda la cara) y los niqabs (que cubren toda la cara menos los ojos) así como los pasamontañas y los cascos que cubren toda la cara— se enfrentarán a una multa de 410 euros.
La nueva ley, previamente adoptada por la Cámara de Representantes holandesa en noviembre de 2016, se aprobó el 26 de junio por 44 a 31 votos en el senado, que cuenta con 75 escaños.
En un comunicado, el Gobierno, que todavía no ha dicho cuándo entrará la ley en vigor, explicó su propósito:
En un país libre como los Países Bajos, todos tienen la libertad y el espacio de comportarse y vestirse como deseen. A veces, se pueden y deben imponer límites a esa libertad. En el caso de las prendas que cubren el rostro, esto es especialmente aplicable si la comunicación mutua se ve impedida o la seguridad comprometida.
La comunicación mutua en la que las personas se pueden mirar a la cara es tan importante que se han establecido leyes uniformes. Esto aclara a todo el mundo qué se permite y qué no en esas situaciones.