Un nuevo ataque yihadista en la frontera con Burkina Faso ha dejado un saldo de varios heridos y dos gendarmes muertos. El objetivo de este atentado era un puesto de la gendarmería ubicado al sur de la ciudad de Makalondi (Niger), a 50 km de Bomoanga, donde el 17 de septiembre fue secuestrado el padre Luigi Maccalli.
Según la Agencia Fides, la información del ataque, que tuvo lugar la noche del 17 de noviembre, fue proporcionada por el padre Vito Girotto, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) que, por razones de seguridad tras el secuestro de su hermano, el padre Maccalli, se había visto obligado a abandonar su misión en Makalondi. Según la información recogida por el padre Vito, los asaltantes se habrían hecho con las armas de los gendarmes. El misionero certificó que “nada les ha sucedido ni a los tres sacerdotes ni a los fieles”. Actualmente, la misión es atendida por un equipo de 2 sacerdotes de Níger y un sacerdote beninés de la SMA.
Según la información de Radio France International, el ataque duró unos minutos. Tan pronto como se dio la alarma, llegaron los primeros refuerzos. Los yihadistas están tratando de hacerse con armas. La apertura de este nuevo frente en el suroeste, en el pueblo de Gourma, es motivo de gran preocupación para Niamey.
Otras fuentes han declarado que, en los últimos días, las fuerzas armadas del país han llevado a cabo operaciones terrestres y aéreas contra los yihadistas en el Parque Nacional W. Se han desmantelado varias células terroristas y continúan las operaciones de los militantes.