En Rancagua (provincia de Cachapoal, Chile) se ha vuelto a demostrar la intima relación que existe entre la masonería y la corrupción, con la apertura de la investigación a varios jueces por nombramiento ilegal, tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y enriquecimiento ilícito.
No es nada nueva la relación entre masones y redes de delincuencia organizada, pues recientemente se hacía pública la presunta vinculación de la Gran Logia de Paraguay con el tráfico de droga,al igual que en Italia el Informe de la Comisión Antimafia certificaba la relación entre la masonería y la Ndrangheta y la Cosa Nostra en Calabria y Sicilia.
La fiscalía ha abierto investigación frente a tres magistrados de la corte de apelación (Emilio Elgueta, Marcelo Albornoz y Marcelo Vásquez) que pertenecen a la Gran Logia de Chile, militando en la Logia “Jorge Washington N° 56” de Rancagua”.
Además en el despacho de Emilio Elgueta las Fiscalía ha encontrado objetos de vudú y magia negra , hechos todos ellos, que están sumiendo a la masonería chilena en un gran desprestigio, llegando a cuestionar una gran parte de la sociedad chilena si estos cosas no serán más que la “punta del iceberg”.