Según refieren, el cambio climático constituye una cuestión de primer orden para la masonería, . Las Grandes Logias de Chile y Argentina, en amistad con la Gran Logia de España, han firmado la Declaración de Punta Arenas en la que alertan sobre el impacto que vive ya el continente helado.
“Las modificaciones registradas en la Antártica son las consecuencias extremas del fenómeno global que conocemos como cambio climático. Puede haber diferencias al tratar de identificar las causas de ese proceso, pero es difícil poner en duda que, en gran medida, ha sido agravado por la acción del hombre“, dice la Declaración que reitera el llamamiento a la “comunidad internacional para que se establezcan políticas que reflejen la responsabilidad de los Estados en el control de las emisiones que están en el origen del cambio climático en cualquier parte del mundo, puesto que se trata de un grave problema de alcance mundial frente al cual ningún Estado puede marginarse“.
En una conferencia pronunciada en el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans, reclamó hablar de Justicia Climática como “nueva forma de que comprendamos el sentido y fondo que tiene lo social. Sea tal vez esa la gran transformación que necesitamos. Y si esa es la transformación que necesitamos, entonces el desafío es esencialmente ético“.