Hoy, 28 de mayo de 2020 ha vuelto a tener lugar un episodio bochornoso en el Congreso de los Diputados. En concreto en la Comisión de Reconstrucción. Pablo Iglesias, en su comparecencia afirmó, referido a Vox que «Aunque a veces parezca que más quieren dar un golpe de Estado que proteger la democracia española estoy dispuesto a dialogar con cualquiera».

A esta afirmación respondió Iván Espinosa de los Monteros solicitando al presidente de la Comisión, el socialista Patxi López, que tomase «cartas en el asunto». Sin embargo Patxi, barriendo para casa, ha tenido el descaro de decir que no hubo imputación alguna en las palabras de Pablo Iglesia pues, según el Sr. López, «Ha dicho que ‘parece que’, no que vaya a dar un golpe de Estado. No tiene la misma categoría». Y aclaró a continuación el Sr. Iglesias que quería aclarar sus palabras: «Voy a ser más preciso. Creo que les gustaría dar un golpe de Estado, pero que no se atreven. Además de desearlo, y pedirlo hay que atreverse».

Ante tamaña ofensa solo se le ha ocurrido al Sr. Espinosa de los Monteros levantarse e irse de la Comisión alegando ser la misma una farsa. Mejor hubiera estado si en vez de retirarse hubiera plantado cara a los dos energúmenos de enfrente y con rosto serio y mesurado, como el de Patxi López, les hubiera dicho: «Miren, señores, a esta Comisión se viene a intentar solucionar los serios problemas que sufre España, no a decir lo que nos pida el cuerpo, o lo que cada cual opine de cada cual. Yo puedo tener la opinión de que ustedes parece que sean dos hijos de P. O, para ser más preciso, que les gustaría que su madre fuera una P.  Sin embargo, me callo mis opiniones. Por eso, Sr. López, le ruego que requiera al Sr. Iglesias que se centre en el tema del debate y que se guarde sus opiniones si no quiere escuchar luego las nuestras sobre él»

Por desgracia la política española ha descendido a niveles ínfimos, pero lo que no es de recibo es dejar de contestar a estas chulerías. Y es que la experiencia histórica nos demuestra que o se frenan en seco estas chulerías de la izquierda, o acaban envalentonándose y abriendo checas para acabar con los que no piensen como ellos.

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