Hemos pasado del falso luto por las víctimas del COVID-19, a celebrar, aunque de forma virtual, la semana del orgullo gay. Ayuntamientos e instituciones reticentes a guardar el debido luto, no han tenido la más mínima vergüenza a la hora de celebrar la semana llamada del orgullo gay.

Vivimos en una sociedad completamente corrompida, en la que el único objetivo es la destrucción de la familia, pues no otra cosa supone el incondicional apoyo al movimiento LGTBi, y en esta lucha nuestros despóticos gobernantes empiezan a perder el apoyo del movimiento feminista, que descubre como el feminismo fue una estrategia más en el objetivo de la destrucción de la sociedad natural. Ahora todos aquellos que comprometieron su trabajo en la consecución de la revolución feministas, ven frustradas sus ilusiones, y descubren lo que los católicos ya sabíamos: no es posible defender la dignidad de la mujer, olvidando la maternidad.

Miles de feministas se revuelven ahora contra el movimiento LGTBi, y proclaman que la genitalidad es importante en materia sexual, que la voluntad no puede sustituir a la biología … que pena que se den cuenta ahora que han sido abandonadas en la cuneta del camino revolucionario.

Los españoles hemos tenido que ver como decenas de Ayuntamientos y Diputaciones colgaban en sus balcones la totalitaria bandera arcoíris, y con el beneplácito del gobierno, entendían ser impunes ante el incumplimiento de la ley que regula el uso de las banderas, por eso ante estos atropellos de los defensores del lobby rosa es necesario que levantemos nuestra voz.

No te pierdas nuestra entrevista con Polonia Castellanos, Presidenta de la Asociación Española de Abogados Cristianos pulsando aquí.

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