Por ALEJANDRO ENCISO RIPOLL

Esta situación del Covid nos ha enseñado la capacidad de reacción que tienen los países frente alarmas y/o crisis. La verdad es que si somos honestos con nosotros mismos no podemos atribuirle a España una buena gestión al respecto. Está claro que si buscamos errores se encuentran. No ha habido ningún Gobierno que haya lidiado de manera perfecta la crisis, todos han fallado en algo, y es que seamos realistas, no debe de ser fácil gestionar una situación así. En España quizá por la descentralización que tenemos (pese al Estado de Alarma) ha sido el factor clave del desmadre y del elevado número de fallecidos, pues en mi opinión somos un país con 17 Reinos de Taifas y 17 Sanidades distintas.

 Llevo 7 años viviendo en Oriente Medio y frente a la opacidad que caracteriza la región del Golfo, estoy positivamente sorprendido con la visión y forma de gestión de esta pandemia, especialmente en los Emiratos Árabes Unidos.

Está claro que no se puede comparar España y Emiratos, por su tamaño en población, su cultura, su legislación, pues son totalmente distintos, pero pese a ello también existen semejanzas; en ambos países una parte grande de su producto interior bruto está alineado al turismo. Turismo que ambos países necesitan para sobrevivir y por ello deben prevenir y/o parar el efecto Covid lo antes posible, y crear esa “nueva normalidad” para incrementar el turismo nacional e internacional.

Para llegar a esta nueva normalidad hemos tenido que pasar fases como ocurrió en España, igual un poco más estrictas, pero a la vista está que han funcionado.  Los residentes de Emiratos estuvimos encerrados durante semanas donde para salir a comprar alimentos, ir a la farmacia u al hospital había que pedir un permiso a través de internet a la Policía. En dicho permiso se rellenaban campos como la dirección, el número de pasaporte, la franja horaria de cuando saldrías, la dirección de residencia, el destino y el propósito de la salida.  Había también que llevar guantes y mascarillas y si todos estos requisitos no se cumplían importantes multas y /o sanciones recaían sobre el ciudadano.

En un país donde por ley las instituciones, los establecimientos comerciales, los edificios de viviendas, oficinas, vestíbulos, recepciones, ascensores y salidas de emergencias tienen que estar equipados con cámaras de seguridad, la población no se la juega, simplemente obedece, y no por miedo sino por respeto a las leyes. Quizá esta sea la razón por la que es considerado uno de los países más seguro del mundo. Emiratos es como un ojo de Gran Hermano donde todo lo ve.

Pero no solo la seguridad física es importante, la seguridad mental también ha sido un factor clave para iniciar esa nueva normalidad. Podría decir que he estado más nervioso de ver lo que ocurría en España que en el país donde resido. Esto es debido a la confusión de datos, de falta de información, y la falta de profesionalidad de una gran parte de la clase política española; cada día trasladando un mensaje distinto a la población sin tener claros cual eran los criterios para medir los contagiados y / o los fallecidos.

En Emiratos todos los medios de comunicación reportaban el mismo número, no existían críticas y la verdad es que han remado todos en la misma dirección para mantener a la población calmada. No existió en ningún momento desabastecimiento de ningún tipo de producto, ni siquiera de mascarillas, ni de guantes.

A día de hoy los restaurantes, hoteles y playas han empezado abrir poco a poco, y aunque es notable la recesión económica (como en cualquier otro país), lo cierto es que estoy sorprendido de que la población está cumpliendo el distanciamiento social. Por el momento solo existe un turismo nacional, pero Emiratos ya ha puesto un plan en marcha para hacer test masivos a toda su población y también hacer test a todo el que en los próximos meses visite la región. Cuando una nación así te toma ese interés en proteger la salud de sus ciudadanos la verdad es que se duerme tranquilo.

Pero vivir aquí también tiene sus pegas, como en cualquier otro país. La carencia de tener a nuestros familiares cerca es posiblemente lo más duro, pero cuando se habla de seguridad y oportunidades laborales este país ha superado mis expectativas con creces y por ello doy las gracias cada día. 

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Un Expatriado Español.

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