Grande ha sido el despliegue de actos realizados para tan insigne fecha. No todos los días es beatificado alguien en casa, y menos alguien con quien el pueblo llano, la juventud, pueda identificarse tanto. La pancarta en la vigilia de oración lo decía todo: “Un noi de l’Eixample: Sant” (Un joven del Ensanche: Santo).

El jueves en la Basílica de la Inmaculada, donde Joan, John para los amigos, fue bautizado y tomó la primera comunión; se realizó una vigilia dirigida por el arzobispo Juan José Omella. A pesar de las cancioncitas ñoñas del grupo “Cumbayá” de turno, solo por ver a tanto joven devoto del beato valió la pena. Sorprendidos también, gratamente, por la genial estatua inaugurada donde el Mártir está rezando el Santo Rosario.

La jornada del viernes, congrego a Los Hereus en el Cementerio de Sant Andrés, donde con objetivo de obtener la Indulgencia Plenaria de sus múltiples pecados, se rezó por el alma de los Caídos por Dios y por España del barrio de La Sagrera que allí descansan.

Mas tarde nos dirigimos a la Parroquia de San Jorge, donde Hispania Martyr y nuestro queridísimo Padre Antonio, nos citaron para la celebración de la Santa Misa en la Festividad de los Mártires Españoles del s.XX. Para esta Misa Los Hereus y la Milicia Católica de San Jorge imprimieron unas estampitas del Beato.

Por fin llego el gran día, el sábado a primera hora de la mañana nos dábamos cita frente al Portal del Nacimiento del genio Antonio Gaudí, en el templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Preciosa ceremonia, con sus más y sus menos (como ese error de aplaudir como si esto fuera el Liceo o el campo de balompié) y, por una vez, la jerarquía eclesiástica de Cataluña plantando cara al poder civil establecido, realizando públicamente una beatificación a un chaval que mataron “los amigos de los que mandan hoy”. Las quejas y el revuelo posterior, es otra historia que a nosotros ni nos interesa. Si hubieran beatificado al “Pare Manel” no hubiera sido ningún problema… Sagrado Corazón de Jesús, dame fuerzas para aguantar tanto “covidiota”.

Este artículo se publicó en el Oso Blindado.

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