El presidente de Venezuela, Nicolás Maduró, con su tradicional verborrea ha afirmado que a Cuba «la están haciendo sufrir» y que ha sido objeto de un experimento de «tortura social, colectiva y económica, que no tiene parangón en la historia». Y en esto estamos de acuerdo, a Cuba la están haciendo sufrir, y la están torturando económicamente, pero es el comunismo es el responsable de la tortura y del sufrimiento.

Es cierto que si Cuba se sometiera a los intereses USA el pueblo seguiría sufriendo, aunque bajo los efectos del liberalismo, o mejor dicho del progresismo, que es esa mezcla letal entre el capitalismo y el comunismo. Cuba empezó a sufrir desde que se desgajó de España, desde que crédula a las falsas libertades que le prometía su vecino yanqui decido levantarse contra la madre patria, y lograr una sección que convirtió la isla cubana en esclava de los intereses USA. Que los cubanos pregunten a nuestros hermanos puertoriqueños y se darán cuanta que el liberalismo y el comunismo son dos hermanos reñidos, hermanos hijos de una mala madre llamada Revolución.

«A Cuba la están haciendo sufrir, es como un cuerpo que ponen sobre una mesa y empiecen a torturarlo y ensayar diversas formas de tortura», dijo en una entrevista para el canal multiestatal Telesur Maduro, y efectivamente a Cuba la están haciendo sufrir, igual que nos están haciendo sufrir al verdadero pueblo que es contrario a una globalización atea e inhumana. Pero la solución al sufrimiento ni es el comunismo, ni el neoliberalismo, ni el progresismo, la única solución a nuestros males es la tradición y el catolicismo puro sin adulteración ni aditamentos.

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