En un trabajo reciente Before Church and State , el historiador Andrew Willard Jones examina St. Luis IX , que fue rey de Francia en el siglo XIII. Está considerado como uno de los monarcas europeos más importantes de la Edad Media y como la imagen ideal de un rey cristiano.
En el contexto histórico de la crisis de los cátaros , Jones explica en sus comentarios por qué el pacifismo es incompatible con el espíritu de un estado cristiano y por qué el servicio militar a un orden justo es una misión para los cristianos.
El pacifismo y la disolución del orden público en la Occitania del siglo XIII
El Reinado de San Ludwigs comenzó en el apogeo de la crisis de los cátaros. Según Jones, los cátaros, contrariamente a los clichés creados por la historiografía romántica del siglo XIX, fueron un movimiento destructivo cuyas acciones llevaron a la disolución del orden público en el sur de Francia y Occitania.
- La enseñanza de los cátaros se caracterizó por una extrema aversión al mundo. En su lucha por la supuesta pureza, habrían rechazado radicalmente todos los aspectos mundanos de la existencia humana. Por lo tanto, también rechazaron fundamentalmente la violencia, propagaron el pacifismo y rechazaron el concepto de servicio cristiano en un orden justo de paz.
- Dado que los cátaros desarrollaron un fuerte poder religioso a través de sus prácticas ascéticas extremas, que en muchos casos llevaron a la muerte y vincularon a una gran parte de la población, los gobernantes de Occitania habrían tenido que depender cada vez más de mercenarios para proteger el orden público.
- Sin embargo, la difusión del sistema mercenario, que no estaba ligado a una cosmovisión cristiana, llevó a la disolución del orden público, ya que los mercenarios, motivados por el lucro material, se activaron como saqueadores y ladrones. En la época de los cátaros, el sur de Francia estaba cada vez más marcado por la violencia y la anarquía como consecuencia de su pacifismo.
La acción contra los cátaros y los nobles que los apoyaban se justificó principalmente por el peligro que ponían en la paz. Sobre la base de su cosmovisión integral, la cosmovisión cristiana de la Alta Edad Media reconoció la conexión entre la cosmovisión de los cátaros y la inestabilidad causada por ella y, por lo tanto, no se limitó a medidas militares para combatirla.
Este enfoque integrado civil-militar se parecía en algunos aspectos al “enfoque integral” de los conceptos contemporáneos de contrainsurgencia. La acción militar, que según los estándares actuales se caracterizó por una gran severidad y que también condujo a excesos injustificables, estuvo acompañada de esfuerzos, especialmente por parte de los dominicanos, para conquistar a la población. Luego se tomaron medidas a largo plazo para restaurar la cultura y el orden en el área afectada. Allí, el trabajo de los cátaros finalmente podría detenerse definitivamente después de varias décadas.
Cosmovisión cristiana: responsabilidad en lugar de pacifismo
La ideología pacifista de los cátaros llegó a través de St. Luis IX representó el ethos y el pensamiento del orden del estado cristiano, que es uno de los fundamentos de la enseñanza social católica contemporánea. Según Jones, este ethos se basa en el supuesto de que el hombre debe asumir la responsabilidad en el mundo:
- Un orden bueno y justo es el resultado de la interacción de un liderazgo político consciente de su responsabilidad ante Dios, con una iglesia que impregna la cultura y el servicio de los cristianos en todos los ámbitos de la sociedad.
- El pacifismo cátaro fue rechazado por la Iglesia no sólo por sus destructivas consecuencias sociales, sino también porque destruye el alma de quienes se adhieren a él. El pacifismo es una expresión de un mundo egoísta de negación y escape del mundo, que no se trata de servir a los demás, sino de alcanzar una falsa idea de pureza personal sin tener en cuenta a los demás ni las consecuencias de las propias acciones.
- El pacifismo es también expresión de una negación del hombre. Sin embargo, todos los aspectos de la existencia humana provienen de Dios y son buenos en principio siempre que estén dirigidos hacia Dios. Esto no solo se aplica a la sexualidad, que los cátaros también rechazaron fundamentalmente, sino también a la capacidad de las personas para usar la violencia. Es erróneo rechazar fundamentalmente un aspecto de los seres humanos porque de ellos puede surgir un daño. La violencia puede ser buena e incluso necesaria si sirve para proteger a los demás y servir al bien común de manera adecuada.
En el pensamiento cristiano de la Alta Edad Media, la paz representaba un alto valor. La ética del estado cristiano entonces emergente ayudó a promover este valor al enfatizar la importancia del servicio militar cristiano en la construcción y el mantenimiento de la paz. La época del reinado de S. Luis IX también es recordada como la “ edad de oro ”.
Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/
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