Por Leila Miller

Dave Rubin, el popular experto de la cadena conservadora BlazeTV,  anunció recientemente que él y su “esposo”, David Janet, estaban utilizando la subrogación para tener dos hijos. Cuando vi que incluso algunos cristianos fieles estaban celebrando esta noticia, supe que era hora de hacer un examen de conciencia. Traigamos la fe y la razón a la mesa y veamos cuántos pecados capitales se cometen cuando los hombres homosexuales “casados” alquilan los vientres de madres sustitutas para procurarse bebés.

Cuento al menos diez. 

1. Homosexualidad activa . La sodomía es uno de los cuatro pecados que, según las Escrituras y la Iglesia, “claman venganza al Cielo”. Los actos homosexuales invierten, subvierten y pervierten el orden natural de la sexualidad humana tal como fue diseñado por Dios. Son “actos de grave depravación” que contradicen la ley natural y nunca pueden ser aprobados ( CIC 2357). 
2. “El matrimonio gay.” Esta ficción legal oscurece aún más la verdad y el significado de la sexualidad humana, socavando el propósito y la comprensión del matrimonio real, una institución primordial que Dios ordenó incluso antes de la Caída. El matrimonio tampoco es sólo una cosa religiosa; es un tema de ley natural escrito en los corazones de todos los hombres. Incluso en tiempos paganos y regímenes ateos, un novio siempre ha supuesto una novia . La misma etimología de “matrimonio/matrimonio” deriva de mater y significa “hacer una madre”, algo imposible para los homosexuales. La Congregación para la Doctrina de la Fe ordena que “la oposición clara y enfática [al ‘matrimonio’ ​​entre personas del mismo sexo] es un deber” y que las leyes que lo permiten son “gravemente injustas”.
3. Subrogación. La subrogación, o alquilar el cuerpo de una mujer para hacer crecer a un niño, es nada menos que tráfico reproductivo humano: la cosificación utilitaria y la explotación de una mujer que se utiliza como un medio para un fin. La mujer, que puede estar embarazada de su propio hijo biológico o de otra mujer (a través de óvulos comprados), está sujeta a los requisitos financieros, de salud y de resultado de un contrato legal, del cual se la puede encontrar en incumplimiento o violación. La FCD enseñaque la gestación subrogada “representa un incumplimiento objetivo de las obligaciones del amor materno, de la fidelidad conyugal y de la maternidad responsable; ofende la dignidad y el derecho del niño a ser concebido… y criado por sus propios padres; establece, en perjuicio de las familias, una división entre los elementos físicos, psíquicos y morales que las constituyen”.
4. Masturbación/auto-abuso . Con el fin de obtener su esperma para el procedimiento, el hombre comete la “acción intrínsecamente y gravemente desordenada” de la masturbación. El diseño mismo de nuestros cuerpos como hombres y mujeres habla del uso correcto de la sexualidad humana. De hecho, nuestros cuerpos no tienen sentido sin la existencia del sexo opuesto, y el sistema reproductivo en sí mismo no está completo ni en el hombre ni en la mujer. Sólo es completo en la unión de los dos. Tener sexo “a solas” es absurdo y egoísta. “El uso deliberado de la facultad sexual, por cualquier motivo, fuera del matrimonio es esencialmente contrario a su finalidad” ( CIC 2352). Usar nuestros cuerpos en contra de nuestra naturaleza es contrario al amor mismo, y siempre inherentemente pecaminoso.
5. Pornografía . En las clínicas de fertilidad, la masturbación y la recolección de esperma se facilitan de manera rutinaria mediante el uso de videos e imágenes pornográficas en la “sala de recolección”. La mayoría de las personas nunca piensan en ese aspecto de las cosas cuando ven las imágenes sonrientes de los “papás” sosteniendo la eventual imagen de ultrasonido. Pero, como explica una clínica : “Dentro de la sala de recolección, tenemos todos los elementos esenciales para recolectar una muestra de semen: un ‘love seat’ de vinilo, un revistero con una variedad de revistas clásicas para adultos, un televisor y un reproductor de DVD con varias revistas para adultos. opciones de películas.” En otras palabras, mucha, mucha pornografía. Entonces, en este paso del proceso, el pecado de la masturbación es ayudado por una industria masiva y lucrativa de pornografía que explota a las mujeres (y hombres) en la pantalla de las formas más depravadas y destructivas..
6. Terceros directamente involucrados en la concepción de un niño. Lo que Dios diseñó y reservó para los momentos más íntimos entre marido y mujer, la creación sagrada de un alma nueva, se convierte en un evento público, con extraños invitados a facilitar y desencadenar la concepción. Técnicos, enfermeras y médicos son los agentes directos en la concepción del niño, lo que vulnera el derecho de todo niño a ser producto de la unión sexual de sus padres casados. Como regla general, según los obispos de EE . UU .: “Los procedimientos que agregan un ‘tercero’ al acto de la concepción, o que sustituyen el coito por un procedimiento de laboratorio, no son aceptables”.
7. Matanza deliberada de embriones humanos. Otra palabra para esto es asesinato. Los embriones humanos son personas humanas individuales, creadas por Dios a Su propia imagen. Con la subrogación y la FIV, es rutinario crear embriones “en exceso” para obtener el sexo deseado, descartar enfermedades/defectos y prepararse para múltiples intentos de FIV si fallan los ciclos anteriores. Innumerables embriones humanos (personas) se suspenden en congelación profunda, se utilizan como material de investigación y/o se destruyen deliberadamente; esto es un lugar común y está integrado en el plan de negocios de la industria. En una discusión sobre bioética, FIV y derechos embrionarios, la Iglesia es clara: “El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el momento de la concepción; y por tanto desde ese mismo momento deben ser reconocidos sus derechos como persona, entre los cuales en primer lugar está el derecho inviolable de todo ser humano inocente a la vida.”  
8. La mercantilización de los niños. Hemos comprado la mentira de que los niños son un “derecho” de los adultos que los desean. Esto es un profundo engaño, ya que sólo los niños tienen derechos en este ámbito, y no los adultos: “Un niño no es algo que se le debe, sino que es un regalo. El ‘don supremo del matrimonio’ ​​es una persona humana. Un niño no puede ser considerado una propiedad, una idea a la que conduciría un supuesto ‘derecho a un niño’. En este ámbito, sólo el hijo posee verdaderos derechos: el derecho ‘a ser fruto del acto específico del amor conyugal de sus padres’, y ‘el derecho a ser respetado como persona desde el momento de su concepción’”( CCC 2378 ).
9. Negar intencionalmente a un niño a su madre. El niño nacido de la subrogación de una pareja de hombres homosexuales no tiene madre por diseño . Esto no es de ninguna manera similar a un niño que nace en una tragedia donde su madre ha muerto o no puede cuidarlo. Más bien, se trata de adultos aparentemente racionales que toman la decisión consciente, mucho antes de que exista el niño, de fabricar un niño que nunca tendrá una madre. Por naturaleza, Dios nos dio a cada uno de nosotros una madre, y cada uno de nosotros tiene derecho a nuestra madre. Solíamos llorar por un niño sin madre (y lamentarnos por uno sin padre); pero hoy lo aprobamos con una sonrisa y hasta con una calurosa y pública felicitación. Lo que nos lleva a…
10. La celebración del pecado mortal es en sí misma un pecado mortal. Católicos: saben que los nueve pecados anteriores son pecados graves, y si no lo sabían hace unos minutos, lo saben ahora. Todos somos culpables de lo que sabemos (y de nuestra ignorancia voluntaria). Si a sabiendas celebramos el pecado capital, entonces esa celebración es en sí misma mortalmente pecaminosa. 

Aunque he enumerado diez pecados capitales cometidos cuando las parejas de hombres homosexuales usan sustitutos para tener bebés, probablemente te hayas dado cuenta de que la mayoría de esos pecados también son cometidos por parejas heterosexuales que procuran hijos de la misma manera inmoral. Tantos pecados capitales celebrados y, sin embargo, un solo pecado mortal puede privarnos del Cielo para siempre. ¡Deberíamos temblar, no regocijarnos, ante tales anuncios de bebés! ¿Por qué tantos cristianos profesos apoyan (y participan en) estos actos que afligen el corazón de Dios y ponen en riesgo sus almas inmortales?

Porque hemos olvidado quiénes somos y quién es Dios.

El pecado es ante todo una ofensa contra Dios, contra la bondad misma . Los santos prefirieron la muerte al pecado, deseando nunca herir en lo más mínimo el Sagrado Corazón de Jesús, y nosotros debemos desear lo mismo. Aunque todos pecamos inevitablemente debido a nuestra debilidad (¡gracias a Dios por la confesión!), la disposición de nuestro corazón debe estar centrada en Dios . Debemos desear (¡o al menos desear desear!) sólo la voluntad de Dios porque lo amamos más que a nosotros mismos o al respeto de nuestro prójimo. En cambio, los cristianos nos hemos vuelto cómodos y centrados en el hombre, deseando agradarles a las personas, olvidando que la paga del pecado es la muerte. Los pecados de arriba, y todos los pecados, deberían repugnarnos. Si excusamos, justificamos o aceptamos incluso uno de los pecados enumerados anteriormente, ¿podemos atrevernos a afirmar que somos discípulos de Cristo? 

Ahora, seguramente seré acusado de ser “malo” y “falto de amor” y “falto de compasión” por escribir esta lista. Pero mira con cuidado. Nunca he dicho que debamos denunciar u odiar a ninguna de las personas involucradas en los pecados descritos. Todos somos pecadores necesitados de la misericordia de Dios; Lo sé muy bien. Pero no podemos amar tanto a Dios como al pecado. Y no podemos pretender odiar el pecado si lo aplaudimos y encontramos alegría en él. 

Cristianos, se necesita coraje para oponerse al espíritu de la época. Duele ser burlado y avergonzado por decir la verdad impopular. Pero esto no es nada nuevo. Demos la vuelta ahora y pidamos perdón a Dios por el desorden que hemos hecho de Su orden creado y la tragedia que hemos creado para Sus bebés. Hagamos voto de nunca más ser parte de estos pecados.

“Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Cuán estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida. Y los que lo encuentran son pocos. (Mateo 7:13-14)

Este artículo se publicó originalmente en inglés en https://www.crisismagazine.com/

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