Por Guy Boulianne (artículo originalmente publicado en francés)

Recientemente, mientras hablaba de mi nuevo libro L’Arche de Gabriel, una tal Madame CL me reprochó el siguiente reproche: “Te has distanciado de tu juicioso y excelente libro “La Société Fabienne”. He visto esto durante algún tiempo y estoy decepcionado. Me parece muy lamentable que en la gravísima situación en la que estamos inmersos mezclemos hipótesis, fantasía y supuestos hechos concretos. Como ser sensible, estas palabras me marcaron y me conmocionaron y entristecieron profundamente. ¿Cómo puede escribir esto a una persona como yo que está constantemente involucrada en compartir información relevante en mi sitio web? Como expliqué en un artículo anterior, no solo me interesan temas de actualidad como el Covid-19. Hay muchos otros temas muy variados que despiertan mi curiosidad natural. Es por eso que escribí que estoy en la misma página con Alain Mosséri cuando escribió en su último boletín (el higienista soberano):

“Algunos de mis lectores me preguntan por qué ya no hablo de los problemas que generan las inyecciones obligatorias, la crisis sanitaria y la pérdida de nuestras libertades y democracia en las cartas mensuales. … es que ya he dicho casi todo sobre estos temas, que para mí pertenecen al pasado, aunque todavía estemos bajo las limitaciones. »

La Sra. CL también me acusó de “mistificar” y, por lo tanto, engañar a la gente para hacer creer que mi libro [El Arca de Gabriel] es “verdadero, cuando debería clasificarse en la categoría de “Novela”.

Es por eso que también escribí en el mismo artículo: “En cambio, ataquemos a los individuos y organizaciones reales que acumulan cientos de miles de dólares en donaciones, mientras prometen montañas y maravillas a personas desesperadas y vulnerables, a menudo víctimas de la crisis causada por el coronavirus y sus efectos perversos y colaterales. Ataquemos a los verdaderos estafadores y no a mí. ¿Cuál sería el punto de que yo siguiera hablando del Covid-19 y de la vacuna de ARNm cuando al menos el 85% del planeta se inyecta y se potencia (“actualización” como se suele decir). ¿Cuál sería el punto de continuar en este camino cuando todo el mundo sabe lo que los globalistas nos están preparando este otoño: nuevos virus, nuevas inyecciones, nuevas restricciones, crisis económica, crisis alimentaria, crisis de la vivienda, etc. He pasado los últimos dos años (y más) queriendo advertir a la gente, pero ahora lo considero demasiado tarde. Y fue solo después del hecho de que un estudio realizado por la prestigiosa revista científica The Lancet concluyó que la vacuna de ARN Covid de Pfizer y Moderna tiene un alto riesgo de miocarditis y pericarditis. ^[1] ¡Qué aberración!

Muchas personas afirman ser denunciantes cuando solo están repitiendo lo que la gente ya sabe. En realidad, su verdadero objetivo es recaudar fondos personales a través de múltiples donaciones, mientras comparten falsas esperanzas con las personas que los escuchan. Aquellos que hacen creer a la gente que podemos cambiar algo en la sociedad solo ofrecen fantasmas e ilusiones a la población. Todo el mundo debería saber que todas las partes de la sociedad han sido hackeadas durante mucho tiempo por las élites criminales. Estas élites poseen absolutamente todo: tecnología, armas de corto y largo alcance, redes bancarias y financieras, big data y sistemas de vigilancia, industrias del entretenimiento, medios de comunicación, redes sociales, así como la bomba atómica y otras armas de destrucción masiva. No es un pequeño paseo a la vuelta de la esquina lo que va a cambiar nada. Tan pronto como los cripto-cabalistas Rothschild tomaron el control de las finanzas internacionales en el siglo XVIII, se convirtió en la soberanía de individuos, pueblos y naciones. Un país que no controla la creación de su moneda no puede pretender ser soberano.

Ha habido verdaderos “denunciantes” en el pasado. Han estado tratando de advertirnos durante mucho tiempo sobre lo que nos espera en el futuro. Uno puede pensar en denunciantes contemporáneos como Serge Monast, el padre Jean-Paul Regimbal, Jesse Ventura y el obispo Carlo Maria Viganò. Pero también hay denunciantes menos conocidos que hicieron todo lo posible para advertirnos de lo que se estaba tramando a escondidas, entre otras cosas con el ascenso del comunismo que ahora se presenta en una nueva apariencia, es decir, la globalización (o el Nuevo Orden Mundial). Por supuesto, se puede pensar en William Guy Carr, el Dr. Richard Day, Yuri Bezmenov y Manning Johnson. Pero podemos remontarnos aún más atrás en el pasado con Louis Thomas McFadden (1876-1936) quien denunció el establecimiento del gobierno mundial a través, entre otros, de la Sociedad Fabiana; y el escritor Juan Donoso Cortés (1837-1851) quien advirtió que la tecnología estaba allanando el camino para un tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso. ¡¿No estamos donde estamos ahora?!

El representante republicano Louis Thomas McFadden dio un discurso en la estación de radio WOL el miércoles 2 de mayo de 1934, que se publicó al día siguiente en las actas del Congreso de los Estados Unidos (73º Congreso, 2ª Sesión). ^[2] Había reproducido la traducción completa al francés de este discurso en mi libro “The Fabian Society: The Masters of Subversion Unmasked” (2019) que los invito a leer si quieren conocer la fuente de los problemas que hoy nos abruman. El discurso de McFadden es un documento fuente citado por aquellos que ofrecen evidencia de una conspiración internacional para establecer un gobierno mundial. Aquí hay un breve extracto:

Louis Thomas McFadden nació el 25 de julio de 1876 en Granville Center, Pensilvania. En 1914, fue elegido Representante Republicano al 64º Congreso. Se mantuvo así durante los siguientes nueve Congresos. Se desempeñó como Presidente del Comité de Banca y Moneda de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desde el 66º Congreso hasta el 71º, de 1920 a 1931. De 1915 a 1923 representó al Distrito 14, y de 1923 a 1935 representó al Distrito 15.

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McFadden es famoso por sus críticas a la Reserva Federal, que consideraba contrarias a los intereses del pueblo estadounidense. El 10 de junio de 1932, McFadden dio un discurso de 25 minutos ante la Cámara de Representantes, en el que acusó a la Reserva Federal de causar deliberadamente la Gran Depresión. ^[3] En 1932, inició un proceso de destitución contra el presidente Herbert Hoover, e introdujo una resolución en la Cámara de Representantes acusando a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de conspiración. ^[4] El 23 de mayo de 1933, presentó la Resolución de la Cámara No. 158, iniciando procedimientos de juicio político contra el Secretario del Tesoro, dos asistentes del Secretario del Tesoro, la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal y directores y funcionarios de sus doce bancos regionales. ^[5]

McFadden fue blanco de varios intentos de asesinato. Le dispararon dos veces en Washington, D.C. cuando se bajó de un taxi frente a uno de los hoteles de la capital, las dos balas se metieron en el taxi. Sobrevivió a un violento malestar en un banquete político en Washington, D.C. gracias a la presencia de un médico que le proporcionó tratamiento de emergencia. Este médico más tarde anunció que era envenenamiento. En 1936, la repentina muerte de McFadden se atribuyó a un ataque al corazón, durante una visita a Nueva York; la hipótesis del envenenamiento se planteó rápidamente. Está enterrado en el Cementerio East Canton en Canton, Pensilvania.

Louis T. McFadden no es el único que ha denunciado duramente complots socialcomunistas y organizaciones globalistas como la Sociedad Fabiana. Antes que él, el escritor y político español, Juan Donoso Cortés, dijo en su “Discurso sobre la dictadura” (4 de enero de 1849): “En el mundo antiguo la tiranía era feroz y despiadada; y, sin embargo, esta tiranía era materialmente limitada, siendo todos los Estados pequeños y las relaciones nacionales imposibles en todos los aspectos; por lo tanto, en la antigüedad no podía haber tiranía a gran escala, excepto una, la de Roma. Pero hoy, ¡cuánto han cambiado las cosas! Los caminos están preparados para un tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso; todo está preparado para esto. Fíjate en lo bueno, ya no hay más resistencia ni moral ni material. No hay más resistencia material: los barcos de vapor y los ferrocarriles han eliminado las fronteras, y el telégrafo eléctrico ha eliminado las distancias. No hay más resistencia moral: todas las mentes están divididas, todos los patriotismos están muertos. » ^[6]

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Juan Donoso Cortés escribió más tarde en su “Carta al cardenal Fornari” (19 de junio de 1852): “En lo que respecta al comunismo, su origen me parece obvio en las herejías panteístas y en todas las demás relacionadas con ellas. Cuando todo es Dios y Dios lo es todo, Dios es sobre todo una democracia y una multitud; los individuos, átomos divinos y nada más, salen del todo, que los genera perpetuamente, para volver al todo, que los absorbe perpetuamente. En este sistema, lo que no es el todo no es Dios, aunque participa en la divinidad; y lo que no es Dios no es nada, porque no hay nada fuera de Dios, que lo es todo. De ahí el arrogante desprecio de los comunistas por el hombre y esta negación insolente de la libertad humana. De ahí estas inmensas aspiraciones de dominación universal a través de la demagogia futura, que se extenderá a todos los continentes y afectará a los rincones más remotos de la tierra. De ahí esta furia sin sentido con la que propone confundir y aplastar a todas las familias, a todas las clases, a todos los pueblos, a todas las razas de personas en la gran mortaja de su molienda. De este caos tan oscuro y sangriento debe salir un día el único Dios, conquistador de todo, que es diverso; el Dios universal, vencedor de todo lo que es particular; el Dios eterno, sin principio ni fin, vencedor de todo lo que nace y pasa; que Dios es demagogia, el anunciado por los últimos profetas, el único sol del futuro firmamento, el que vendrá traído por la tormenta, coronado con relámpagos y servido por huracanes. Es el verdadero todo, el verdadero Dios, armado con un atributo, la omnipotencia, y venciendo las tres grandes debilidades del Dios católico: la bondad, el amor y la misericordia. ¿Quién no reconocerá en esto a Dios a Luzbel, dios del orgullo? » ^[7]

Juan Donoso Cortés tenía toda la razón. Nahema-Nephthys y Anubis escriben en el libro “El Príncipe de este Mundo: Précis de démonologie occidentale et dictionnaire des démons”, que Luzbel (o Pythôn) es la serpiente mítica asesinada por Apolo. Se ha convertido en un demonio terrible, Maestro del Viento del Norte, vinculado al planeta Marte y particularmente agresivo. También es uno de los principales Ángeles Rebeldes, líder de los Querubines del Abismo. ^[8] Para el sitio web de kristos, “Luzbel es la Serpiente de Lucifer que estaba en el Paraíso y que le prometió a Eva comunicarle el Conocimiento, para llegar a ser como los dioses. En la magia negra este ángel rebelde se llama: Python Luzbel. Por lo tanto, puede ser asociado con el propio Lucifer.

Como mencioné en mi libro, la Sociedad Fabiana mostró muy claramente al dios al que siempre se refiere, en el frontispicio del libro “Ensayos fabianos en el socialismo” publicado en 1889. El objetivo declarado de esta organización social-comunista (es decir, globalista), imperceptible en ese momento, era obviamente la dominación del mundo bajo los auspicios de una entidad demoníaca, similar al demonio andrógino Astaroth / Astarté, al demonio Asmodeo expulsado por el arcángel Rafael, o bajo la égida directa del príncipe de este mundo, Lucifer. , líder de los ángeles rebeldes. Veremos a continuación que la política, el ejército, la tecnología, la magia y el satanismo se entrelazan y entrelazan entre sí. Y esto no es sólo una simple visión de la mente. En otras palabras, el sueño de los antiguos cabalistas y antiguos alquimistas de controlar las mentes a través de la materia y la tecnología se ha hecho realidad. Estas diferentes tecnologías son armas letales y no letales que se utilizarán para esclavizar a los humanos bajo el dominio de la Inteligencia Artificial Superior.

Es una guerra espiritual entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Por lo tanto, nuestra emancipación y liberación no vendrán del reino de lo humano, sino del reino de lo Divino.

1. Sheikh Dieng: “Coup de théâtre: la revista científica The Lancet confirma el alto riesgo de miocarditis de la vacuna de Pfizer y Moderna“. Le Courrier du soir, 13 de junio de 2022. [The Lancet]]
2. Congreso, 73º Congreso, 2ª Sesión: “Volumen 78, Parte 8 (3 de mayo de 1934 al 20 de mayo de 1934)“. Congressional Record (Edición encuadernada), 20 de mayo de 1934. U.S. Government Publishing Office, págs. 8042-8043. [Archivo de Internet] — [PDF]
3. 72º Congreso, 1ª Sesión: “Volumen 75, Parte 11 (1 de junio de 1932 al 11 de junio de 1932)“. Congressional Record (Edición encuadernada), 11 de junio de 1932. U.S. Government Publishing Office, págs. 12595-12596. [PDF]
4. Comentarios en el Congreso, 1934 (Una exposición asombrosa): “Congresista Louis T. McFadden sobre la Corporación de la Reserva Federal“. Forum Publishing Company de Boston, Massachusetts. [Escribano]
5. Louis T McFadden: “Moción para la destitución de los miembros de la Junta de la Reserva Federal de los Estados Unidos“. Acta del Congreso, 23 de mayo de 1933. U.S. Government Publishing Office, págs. 4055-4058. [PDF]
6. « Obras de Donoso Cortès, marqués de Valdegamas, publicadas por su familia ». Precedido por una introducción del Sr. Louis Veuillot. Volumen uno. Auguste Vaton, París 1858, p. XLVIII y pp. 331-332.
7. Juan Donoso Cortés, “Carta al cardenal Fornari” (19 de junio de 1852), en “Obras de Donoso Cortès, marqués de Valdegamas, publicadas por su familia”. Precedido por una introducción del Sr. Louis Veuillot. Volumen dos. Librairie d’Auguste Vaton, París 1862, pp. 229-230. (Texto original: “Carta al cardenal Fornari“. Fundación Speiro, Madrid. Traducido por Guy Boulianne.) [PDF]

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