En su artículo de portada actual, la revista de noticias Der Spiegel analiza las causas de la actual crisis energética en Alemania . Cada vez es más claro que esta crisis fue provocada principalmente por una importante falta de sabiduría por parte de quienes están en el poder. Los autores pintan un cuadro de un fracaso colectivo por parte de la élite política de Alemania, cuyos pensamientos y acciones se han basado en “mentiras vivientes” durante años. Como resultado de una larga cadena de juicios erróneos y decisiones equivocadas, el país ahora puede estar enfrentando su mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
Las secuelas de la invasión rusa de Ucrania “revelaron implacablemente cómo la nación industrial más grande de Europa había estropeado completamente su suministro de energía”. La base de la política energética alemana durante la última década fue “sueños imposibles”:
- La llamada “transición energética” estuvo marcada por el “fracaso” y se había convertido en una “farsa”. Del lado ruso, fuentes con acceso al liderazgo de Gazprom siempre han “sonreído” a los alemanes y su idea “de que podrían dirigir un país industrializado con energía verde”. “Nunca hubo un plan claro” sobre cómo garantizar un “suministro de energía seguro mientras se eliminan gradualmente casi todos los combustibles fósiles”. En cambio, los gobernantes se dejaron llevar “por eventos como la catástrofe nuclear en Fukushima, por los opositores a la energía eólica, por los activistas del clima”. Este último, en particular, habría permitido a los que están en el gobierno establecer objetivos cada vez menos realistas.
- No solo se ignora el riesgo de vacíos de suministro y chantaje político como consecuencia de la creciente dependencia del suministro de gas y la explotación de este punto débil por parte del Estado ruso, sino también por la “gran salida de todo para salvar el clima” o la se ha incrementado aún más la eliminación gradual del uso de la energía nuclear y del carbón. Se ha descuidado u omitido el desarrollo de planes de emergencia y la creación de reservas.
- También se ignoró que Rusia había utilizado repetidamente los suministros de gas contra otros estados como arma política. Los intentos rusos de prepararse para una escisión en la UE en caso de crisis, por ejemplo a través del oleoducto “Nord Stream 2”, no fueron reconocidos como tales y malinterpretados como un “proyecto puramente económico” cuando esto se señaló explícitamente en el base de los hallazgos de inteligencia. Un exsecretario de Estado explicó, por ejemplo, que “nunca hubo una discusión de política de seguridad sobre una peligrosa dependencia de Rusia y la posibilidad de chantaje en caso de guerra […]”.
- El “descuido liberal” ha dado forma a la política energética durante mucho tiempo. Asegurar el suministro de energía ya no se percibía como una tarea del estado. En el curso de la desregulación del mercado energético, surgió un oligopolio de unas pocas empresas, que pospuso inversiones y cerró capacidades de reserva para reducir costos. Además, se aprobó la adquisición de infraestructura crítica, como las “redes de alta tensión de importancia esencial”, por parte de inversores extranjeros sin considerar los riesgos resultantes.
- Las fuentes de energía se percibieron principalmente en categorías emocionales y, con referencia a la “imagen positiva”, la atención se centró principalmente en el gas natural, que se percibió como “más respetuoso con el medio ambiente”.
El actual proyecto de sustitución del gas natural ruso por energías renovables en un corto plazo de tiempo es la “próxima quimera” y una “misión imposible”, sobre todo porque se pretende reconvertir la industria y el tráfico de automóviles al uso de las correspondientes fuentes de energía al mismo tiempo. Alemania seguirá dependiendo de las importaciones de gas natural a medio y largo plazo.
El país y su gente ahora tendrían que pagar el precio de los “errores del pasado”. Por ejemplo, se puede esperar una “desindustrialización masiva” como resultado de los precios de la energía permanentemente altos.1
En este contexto, Guido Steinberg criticó el hecho de que la falta de sabiduría en la cultura política alemana también se evidencia en el hecho de que no se ha entendido la lógica del poder según la cual actúa el Estado ruso, por ejemplo . En cambio, se basó en ilusiones, lo que condujo a riesgos innecesarios, como la perspectiva de que Ucrania se uniera a las alianzas occidentales sin comprender las posibles consecuencias de esa decisión. Johannes Varwick también señaló recientemente que no existe una discusión estratégica racional en Alemania sobre las medidas tomadas en la guerra de Ucrania y sus consecuencias . Esto también contribuyó a la actual crisis energética.
La prudencia no es la única virtud cardinal de la que carece significativamente la cultura política alemana. Heinz Theisen señaló, por ejemplo, que la élite política carecía de la voluntad valiente para afirmarse y tomar las medidas necesarias para garantizar el bien común .
Estos déficits también afectan a otras áreas. El fracaso de las élites colectivas como resultado de una cultura política defectuosa ya se pudo observar durante la crisis del coronavirus, pero también durante la crisis del euro de 2011 y la crisis migratoria de 2015. El historiador militar Sönke Neitzel también atribuyó el declive de la institución de las fuerzas armadas fuerzas al fracaso de la élite .
Con todo, esta falla en serie para garantizar aspectos centrales del bien común crea el potencial para una crisis general aún mayor, por ejemplo, si la crisis del euro se vuelve aguda como resultado de una crisis económica, al mismo tiempo que el estado de bienestar, que ha sido sobrecargada por la migración descontrolada, ya no puede ser financiada y el activismo político-identitario patrocinado por el Estado profundizó las fallas sociales hasta la escalada de los conflictos de distribución. Según el ex juez del Tribunal Constitucional Federal Udo Di Fabio, esto a su vez podría llevar a una pérdida de legitimidad del Estado y a “la cuestión del sistema que se está planteando” . Deben esperarse trastornos mayores .
Como respuesta a esta situación cada vez más grave, Renovatio está planeando seminarios para jóvenes gerentes a partir del próximo año, quienes podrán ayudar a superar los desafíos descritos anteriormente enseñándoles enfoques probados para pensar y actuar en numerosas crisis anteriores.
Este artículo se publicó en alemán en https://renovatio.org/
Fuentes
- Jürgen Dahlkamp/Frank Dohmen/Günther Latsch/Gerald Traufetter/Klaus Wiegrefe: “Suministro de energía. El déspota en la ecuación”, Der Spiegel , 26/06/2022, pp. 8-17.
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