¿Qué se puede esperar de un régimen como el de Daniel Ortega, de Nicaragua, que oprime a los ciudadanos, no les da la libertad que necesitan e impide al obispo D. Rolando Álvarez celebrar la Misa en público para los fieles?
La Iglesia de Dios no quiere privilegios ni exenciones. Solo quiere poder llevar a cabo en el mundo su misión que es EVANGELIZAR y anunciar a Jesucristo a todas las personas y a todos los pueblos.
Mons. Álvarez se ha manifestado como un buen pastor de su diócesis y ha apoyado en todo momento a la clase trabajadora y a los más pobres, a pesar de las críticas y las presiones de Daniel Ortega y sus partidarios.
¿Es que acaso se le puede impedir al Obispo que celebre la Misa en público y tenga que hacerlo a puerta cerrada, tal y como se le ordenó?
Pues el Obispo, valiente él y apoyado en Dios, salió a la calle con el Santísimo Sacramento colocado en la custodia y se puso a orar, a cantar y a pedir libertad, paz y construir un mundo de hermanos donde nadie sea más que otro, porque todos somos hermanos, creados por Dios y redimidos por la Sangre de Cristo.
Esta postura del Obispo ha irritado tanto al régimen ateo de Nicaragua que Ortega ha ordenado detener al Obispo y meterlo en la cárcel, no sabemos hasta cuándo.
Todos los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua han manifestado su apoyo y su solidaridad con su compañero el obispo D. Rolando y piden al régimen que dé libertad a los Pastores y a los fieles de la Iglesia para que puedan reunirse libremente para celebrar la Eucaristía y para llevar a cabo las actividades propias de la Iglesia.
Nos dijo el Señor: ¡Dichosos vosotros cuando os persigan por mi causa; estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en el cielo!
Así lo estamos viendo en Nicaragua y en otros lugares del mundo donde se pretende cercenar el derecho a la libertad religiosa de los ciudadanos.
Hace pocos días, el Ayuntamiento de Castellón ordenó que se retirara una Cruz de piedra de un parque de la ciudad de Castellón. Una Cruz que no se puso allí en 1940 para ensalzar al régimen que ganó la guerra civil en 1939 en España, sino para recordar a todos los que murieron en la contienda, fuesen del color que fuesen.
Porque la Cruz de Cristo es signo de paz, de concordia y de reconciliación entre las personas y entre los pueblos. Entonces, si la Cruz evoca el inmenso amor de Dios por todos, ¿por qué algunos ordenan retirarla, quitarla, destruirla?
Los miembros de la Iglesia sólo queremos mostrar que “en la Cruz está la vida y el consuelo, y que ella sola es el camino para el cielo”, como dijo Santa Teresa.
No plantamos una Cruz para fustigar a ninguna persona de carne y hueso, esté viva o esté muerta, sea de derechas, de centro o de izquierdas. Plantamos la Cruz porque, gracias a ella, Cristo nos obtuvo la reconciliación con Dios y entre nosotros.
No la plantamos para descalificar a nadie, sino para mostrar que Dios nos ama a todos, incluso a los que derriban cruces o denigran a los miembros de la Iglesia y a la misma Iglesia de Cristo.
Y si verdaderamente el lugar que ocupaba la Cruz no era el más adecuado, ¿por qué no se ha trasladado cuidadosamente a otro lugar más digno y decente donde puedan contemplarla y rezar ante ella todos los que quieran?
¿No hay un trasfondo demoníaco que hace que algunos odien la Cruz, a Dios, a Cristo, a la Virgen, a los santos, a la Iglesia? El demonio ve la Cruz y huye. Quizá en este caso y en otros parecidos esté ocurriendo lo mismo, por ejemplo en el Valle de los Caídos y otros lugares cristianos.
¡Victoria, tú reinarás, oh Cruz, tú nos salvarás! El Verbo en tí clavado muriendo nos rescató; de ti, madero santo, nos viene la Redención. Extiende por el mundo tu reino de santidad. El río de la gracia apague la iniquidad. ¡Victoria, tú reinarás, oh Cruz, tú nos salvarás! ¡Bendita sea la Cruz de Cristo, madero santo gracias al cual el mismo Cristo nos salvó de la muerte eterna y del infierno!
¡Viva la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo! Que ella traiga paz a los corazones de todas las personas. Amén
José Vicente Martínez
COMPARTE:
EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.
TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)