El Frankfurter Allgemeine Zeitung, citando a las autoridades de seguridad de Estados Unidos, describe hoy un escenario para una escalada nuclear del conflicto de Ucrania y una posible guerra entre Rusia y la OTAN.

El trasfondo de las deliberaciones de las autoridades de seguridad son las recientes declaraciones de representantes del gobierno ruso que habían amenazado con el uso de armas nucleares en caso de una amenaza a la integridad territorial de Rusia. Con la inminente anexión de partes de Ucrania, Rusia está preparando una situación en la que esta amenaza puede surtir efecto. Esto podría conducir a una guerra entre la OTAN y Rusia.

Un escenario similar podría ser el siguiente:

• Primero, Rusia transferiría armas nucleares tácticas al territorio anexionado. Estados Unidos, si se diera cuenta de ello, lo haría público y advertiría a Rusia de las “graves consecuencias” de una operación.
• Si la parte rusa teme un fracaso de su invasión, podría “escalar para desescalar” y tratar de persuadir a Ucrania para que capitule y a Occidente para que ponga fin a su apoyo a Ucrania a través de un uso limitado de armas nucleares.
• Para Estados Unidos y sus aliados, sin embargo, esta no es una opción, ya que teme por la credibilidad de su propia capacidad de disuasión. En el caso de un uso de armas nucleares rusas, se está considerando un ataque convencional contra las fuerzas rusas en Ucrania, cuya intensidad dependerá del grado de la escalada rusa anterior. Esto estará vinculado al mensaje de que no quieren entrar en una guerra con Rusia, pero no aceptan una escalada nuclear por parte de Rusia.

Rusia debe decidir entonces si considera a la OTAN o a los Estados Unidos como parte de la guerra. ¹

La probabilidad de que la victoria militar de Rusia en Ucrania se logre con capacidades convencionales es baja debido a las debilidades de las fuerzas armadas rusas que se han hecho visibles y la exitosa acción ucraniana también debido al apoyo occidental:

• El reclutamiento continuo de reservistas por parte de Rusia indica la intención de una ofensiva de primavera. Sin embargo, tal ofensiva solo podía llevarse a cabo con infantería mal entrenada, equipada y motivada con grandes pérdidas (también en vista de la inminente escasez de tanques de batalla operativos). Hay primeras señales de que la población rusa no está dispuesta a aceptarlos.
• Al mismo tiempo, la parte ucraniana probablemente no tiene las capacidades para lograr su objetivo de guerra de expulsar completamente a las fuerzas rusas de Ucrania.
• Además, el aumento de los precios de la energía aumentará la presión sobre muchos gobiernos europeos para que apoyen las negociaciones de alto el fuego entre Ucrania y Rusia en las próximas semanas y meses.

Por lo tanto, una estabilización del frente, posiblemente seguida de una cesación del fuego temporal, es actualmente el escenario más probable.

Sin embargo, si el gobierno ruso teme una pérdida de poder en este caso o se convence de que un uso limitado de armas nucleares está asociado con riesgos manejables y puede tener éxito, podría ocurrir el escenario descrito anteriormente. La parte rusa podría tomar medidas contra objetivos militares en los países de la OTAN en Europa Central y Oriental tras el uso de armas nucleares y la respuesta de la OTAN descrita anteriormente con ataques aéreos, así como ataques con misiles de crucero y misiles balísticos terrestres y marítimos. Alternativamente, podría atacar a los débilmente defendidos estados bálticos de la OTAN u ocupar la isla estratégicamente importante de Gotland, que pertenece a Suecia. Otra alternativa serían los ciberataques rusos contra infraestructuras críticas en los países de la OTAN, que podrían afectar a la fuente de alimentación, por ejemplo. La OTAN probablemente respondería con ataques aéreos contra objetivos militares en Rusia, Ucrania y (dependiendo de su posicionamiento y comportamiento en una posible guerra) Bielorrusia, o con ataques cibernéticos contra infraestructura crítica en Rusia.

Dado que la OTAN probablemente sería superior a Rusia en una posible guerra, en este caso la parte rusa podría continuar la escalada nuclear que ha comenzado y atacar objetivos militares en los estados europeos con armas nucleares, como bases aéreas, cuarteles generales, instalaciones de defensa aérea y depósitos de armas nucleares. Este podría ser el comienzo de una escalada nuclear aún mayor.

Hasta ahora, la estrategia de la mayoría de los países de la OTAN en la guerra de Ucrania ha sido apoyar a Ucrania con el objetivo de utilizar las capacidades militares de Rusia hasta tal punto que el país ya no podrá llevar a cabo más ataques contra los estados vecinos en el futuro previsible. Sobre todo, esto tiene la intención de reducir el riesgo de un ataque contra los estados bálticos de la OTAN, que se considera alto en caso de una rápida victoria rusa en Ucrania. También se espera que el fracaso de Rusia en Ucrania proporcione un impulso para el cambio de régimen y el cambio de política asociado en Rusia. Este enfoque también fue impulsado por las preocupaciones sobre la credibilidad de la OTAN, cuyo fracaso en Afganistán aparentemente había creado una percepción entre los líderes rusos de que la OTAN era demasiado débil para apoyar efectivamente a sus socios en Europa del Este en una emergencia. Mientras tanto, se considera muy probable que el fracaso de la administración Biden en Afganistán a fines del verano de 2021 contribuyó significativamente a la decisión de Rusia de atacar Ucrania.

Dass amerikanische Sicherheitsbehörden gegenüber deutschen Medien auf das oben beschriebene Kriegsszenario hinweisen, deutet darauf hin, dass diese die Fortsetzung dieser Strategie aufgrund ihrer vorliegenden und potenziellen Folgen, aber auch angesichts der bislang erzielten Erfolge mittlerweile als zu risikoreich betrachten. Möglicherweise geht man in den USA auch davon aus, dass einzelne europäische NATO-Staaten in den kommenden Monaten aufgrund der wirtschaftlichen Folgen dieser Strategie aus der Koalition zur Unterstützung der Ukraine aussteigen und separate Abkommen mit Russland über die Lieferung von Gas abschließen werden, was die NATO schwächen würden.

En este contexto, el politólogo Peter Graf Kielmansegg criticó hace unos meses que las élites políticas de Alemania no estuvieran a la altura de los desafíos estratégicos que enfrenta el país. Dado el riesgo del uso de armas nucleares en Europa, los responsables de la toma de decisiones deben ser capaces de hacer frente al “peligro de una catástrofe apocalíptica”. Para ello, necesitaban virtudes clásicas, como la “valentía prudente”. La “clase política” de Alemania, por otro lado, ha demostrado repetidamente su “ceguera” estratégica y es poco probable que pueda tomar las decisiones sabias necesarias para evitar el daño a la comunidad. Actualmente, esta ceguera se expresa en el hecho de que no hay un debate estratégico significativo en Alemania. Las posiciones sobre el conflicto de Ucrania generalmente se justifican moralmente, y no hay discusión sobre las posibles consecuencias del curso de acción elegido.

En la situación actual, según von Kielmansegg, lo más importante es encontrar soluciones éticas responsables que no deben interpretarse como un signo de debilidad en el lado ruso, ya que esto podría conducir a una escalada, por ejemplo, en forma de una invasión rusa de las antiguas repúblicas soviéticas en los países bálticos. Al mismo tiempo, sin embargo, se debe evitar una guerra con Rusia, ya que podría “terminar en el apocalipsis”. ² 

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://renovatio.org/

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Fuentes

1. Majjid Sattar/Friederich Schmidt: “Escenarios para emergencias”, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 26.09.2022, p. 2.
2. Peter Graf Kielmansegg: “La guerra de Putin”, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 19.04.2022, p. 7.

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