NUEVA YORK, 31 de octubre de 2014.- Con frecuencia se le reprocha al presidente Obama el hecho de estropear la política exterior. Fuera de los Estados Unidos, el haber dado prioridad a los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) ha empeorado relaciones que de por sí eran ásperas – tendencia que aumentará ya que Estados Unidos subvenciona agrupaciones vinculadas con la prostitución, dudosos estudios sobre transexualidad y fanatismo antirreligioso.
El memorando presidencial de Obama emitido en 2011, que promueve derechos especiales para las personas que se identifican como LGBT en el exterior, creó una nueva fuente de financiamiento para agrupaciones que promueven los derechos LGBT. Algunas asumen de frente temas polémicos.
Sería de «enorme beneficio» para las personas que tienen estilos de vida LGBT si la prostitución fuera legal, según una declaración publicada en el sitio web de Astraea Lesbian Foundation for Justice, uno de los socios de Usaid en la nueva Asociación de Desarrollo Mundial LGBT. Astraea sostiene que la prostitución debería llamarse «trabajo sexual» y ser legalizada.
Según documentos administrativos públicos, Astraea recibió un millón de dólares de Usaid en 2013 y podría obtener otros 3 millones para 2016. Astraea critica los llamados programas «solo de salida», porque ellos «obligan a las mujeres a salir del comercio sexual» y excluyen las «voces más importantes: las de chicas o mujeres involucradas en el trabajo sexual o que son traficadas».
Las organizaciones subvencionadas por Usaid no se limitan a actividades en países en desarrollo.
Usaid tiene un contrato con el Instituto Victory, organización educativa no partidista y sin fines de lucro que enseña a los políticos a postularse para cargos en cuestiones LGBT. Ofrece capacitación y programas de desarrollo profesional para políticos, militantes y empresarios. Annise Parker, Alcaldesa de Houston actualmente involucrada en un escándalo relacionado con la citación judicial de cinco pastores en la que solicitó sermones y material de predicación que se oponen a su reciente ordenanza de derechos LGBT, es una de las beneficiarias del asesoramiento estratégico del Instituto Victory.
Un grupo de expertos que capacita a jueces en asuntos LGBT es también uno de los socios de Usaid. Un estudio que le encargó llegó a la conclusión de que el desarrollo infantil en hogares con un padre transgénero es el mismo que en cualquier familia.
Olivia, agencia de viajes y operador turístico para lesbianas, es otra de las agrupaciones eclécticas elegidas por Usaid. Se define como «¡LA empresa de viajes para lesbianas!» (énfasis original) y se jacta de haber llevado a 200000 mujeres de vacaciones Olivia, «rodeadas de mujeres de todas las edades y orígenes étnicos de todo el mundo».
Estas son algunos de los «campeones y aliados» de Usaid, según el flamante documento «USAID Vision for Action» (Visión de Usaid para la acción), que presenta los avances de la agencia estadounidense al implementar la orden de Obama. El mandato esboza el financiamiento de los asuntos LGBT y la atención especial para las personas LGBT en todos los programas federales internacionales. Por ejemplo, desde 2012, los contratistas de Usaid deben abrirse paso por nuevas normativas de no discriminación para asociarse a ella. Otros países consideran esto como una amenaza para los niños y un reto a sus leyes, culturas y tradiciones.
La semana pasada, países africanos amonestaron a la administración de derechos humanos de la ONU y a países donantes por promover derechos especiales para personas que se identifican como LGBT. Egipto advirtió al nuevo Alto Comisionado para los Derechos Humanos que «no podemos tener agendas impuestas». Malawi, en representación de 57 países africanos, exigió «moderación» y dijo que los esfuerzos por imponer nuevas normas «debilitan» el sistema de derechos humanos.
El Secretario de Estado John Kerry admitió, al hacer uso de la palabra en la ONU el mes pasado, que los asuntos LGBT se han vuelto más polémicos, y que las leyes a las que se oponen los activistas LGBT «están haciendo metástasis».