El 10 de marzo de 2015, fiesta de los Mártires de la Tradición y CLX aniversario de la muerte de S.M.C. Don Carlos V, se dio a conocer la noticia de la adquisición por el Sr. Marqués de Jaureguízar, don Íñigo Pérez de Rada, de un retrato inédito de la primera esposa de Don Carlos, la Reina Doña María Francisca de Braganza y Borbón (1800-1834), realizado hacia 1817.
Se trata de un óleo sobre lienzo cuyas medidas son 84 x 64 cm. En él aparece la retratada ataviada con un vestido tipo imperio de color blanco y las bandas de las reales órdenes de Damas Nobles de la Reina María Luisa y de Santa Isabel de Portugal, con sus respectivas veneras. Luce además un notable conjunto de joyas formado por tiara, diadema y collar de esmeraldas (en alusión a Brasil, perteneciente al Reino de Portugal), perlas y diamantes. Doña Mª Francisca sostiene con su mano izquierda un retrato a la plumilla que acaba de finalizar de su marido el entonces Infante Don Carlos María Isidro, mientras con la derecha sujeta una plumilla de oro. «La Infanta era en esta época, y lo fue toda su vida, una gran aficionada a las bellas artes y a la pintura —dice el Marqués de Jaureguizar— por lo que firmemente creemos que esta pintura se trata de su autorretrato, y la inclusión del dibujo de su esposo es un homenaje hacia él. Su pintura de la Virgen de los Dolores plasmada en el Estandarte de la Generalísima, realizado por la misma Doña Francisca, deja bien claro su buen hacer con los pinceles. Adquirí este cuadro en una subasta madrileña, en cuyo catálogo figuraba como atribuído a José Aparicio, de lo que discrepamos por los motivos expuestos».
Doña María Francisca de Asís de Braganza y Borbón fue hija del Rey de Portugal Juan VI y de su esposa Doña Carlota Joaquina; hermana pues de Miguel I y de la Princesa de Beira. Primera esposa de Carlos V, madre de Carlos VI y Juan III, abuela de Carlos VII y Alfonso Carlos, bisabuela de Jaime III.
Murió fiel a los principios de la legitimidad, retenida en el exilio en Inglaterra (Alverstoke Rectory, Hampshire), el 4 de septiembre de 1834, mientras en España el Ejército Real de su esposo libraba la Guerra de los Siete Años, Primera Guerra Carlista. Para sus voluntarios bordó y pintó el glorioso Estandarte de la Generalísima, la Santísima Virgen de los Dolores, principal enseña carlista.