SEMPER ÍDEM, SEMPER FIDELIS, IGNIS ARDENS
Nos lanzamos al ruedo. Cuando propios y ajenos aplaudían el cadáver aún caliente de Alfredo Pérez Rubalcaba y su capilla fúnebre se llenaba, en vez de oraciones, de alabanzas al hombre de Estado que “salvó España” de no se sabe qué, en nuestro interior duele la conciencia por callar ante los respetos humanos y mundanos. Cierto falso pudor, nos lleva a creer que no parece elegante decir verdades sobre un recién fallecido que fuera maestro de la mentira. Pero no estamos aquí para caer simpáticos ni para hacerle la claca a las cloacas de un sistema que pretende elevar a la “santidad laica” a sus sicarios más fieles. “Este país no merece un gobierno que le mienta”; esta será una de las frases que nos quedarán del finado y en esto le haremos caso. Por eso queremos lanzar unas breves pinceladas biográficas sobre uno de los hombres que más laceró España en las últimas décadas hasta gangrenarla y dejarla en su actual estado agónico.
Cierto falso pudor, nos lleva a creer que no parece elegante decir verdades sobre un recién fallecido que fuera maestro de la mentira.
Una de las cosas que más rápidamente aprendimos en cuestiones de religión, es que cuando más alta es la dignidad y responsabilidad que se ocupa en la tierra, más severo ha de ser el juicio ante tu Creador por la responsabilidad que conlleva regir sobre las almas. Por eso, el alma de Rubalcaba más que aplausos huecos y vanas alabanzas humanas, necesitará de oraciones y algunas ya hemos elevado. La muerte de Rubalcaba nos plantea dos cuestiones: el sic transit gloria mundi y el daño irreparable o el bien inconmensurable que pueden realizar los que al alcanzan las altas esferas del poder; más en concreto los que lo ejercen protegidos por discretas sombras.
Un diario titulaba “Los secretos que Rubalcaba se lleva a la tumba”, en referencia a su intervención en numerosos y delicadísimos asuntos de Estado. Nosotros titularíamos “Los silencios de la prensa sobre un personaje que tejió la política española desde las bambalinas más tenebrosas”. ¿Era Pérez Rubalcaba masón? No nos meteremos en ese berenjenal, pero son muchos los que nos confirmaban que se le veía entrar frecuentemente en una de las logias sitas en la capital mesetaria de España. El que era “gran maestre” de la Gran Logia de España, Josep Corominas Busquetta, levantó una polvareda tremenda en época de Zapatero al afirmar que ocho de sus ministros eran masones. Y aunque no lo mentó, el que tenía más puntos en el imaginario popular era Rubalcaba.
Nosotros titularíamos “Los silencios de la prensa sobre un personaje que tejió la política española desde las bambalinas más tenebrosas”
Muchos otros, como Ricardo de las Heras, autor de “De las primeras logias al gobierno de Rodríguez Zapatero” (Styria) escribía: “Yo afirmo que el gobierno español actual (el de Zapatero) es masón porque el presidente pertenece a la logia y algunos de sus más significados ministros, también … Esta afirmación la baso en datos concretos y en declaraciones de hermanos masones, como Ortiz Burbano de Lara, Venerable Maestro de la Logia Simbólica -La Fraternidad nº 387, de Nueva York- que aseguran la pertenencia de Zapatero en la masonería“.
Para los que conspiran contra los conspiranoicos, y ante la falta de pruebas contudentes que reclaman las masas, quizá la postura más tranquilizadora para muchos sea la que propone José Antonio Ullate, autor de “El secreto masónico desvelado” (LibrosLibres), cuando afirma: “aunque no pueda asegurarlo, no creo que en lo más alto del poder político haya masones, pero lo que sí se puede afirmar que es la política la que está implantando las ideas de los masones en nuestra sociedad”. Da igual que Rubalcaba fuera masón, pues de hecho actuó como el masón perfecto. Eso sí, lo que nadie podrá esconder -y eso que lo han intentado- es el origen franquista de su entorno familiar.
Con un padre que fue suboficial del Ejército del aire del ejército franquista durante la Guerra Civil, está todo dicho. La biografía oficial de su padre sólo se menciona que era piloto de Iberia
Con un padre que fue suboficial del Ejército del aire del ejército franquista durante la Guerra Civil, está todo dicho. La biografía oficial de su padre sólo se menciona que era piloto de Iberia. Pero, estrictamente, la biografía verdadera es esta: “Don Alfredo Pérez pasó voluntariamente por la Academia Militar de San Javier (Murcia) dónde fue formado en la vida militar, para pasar a la Academia de Suboficiales del Ejército del Aire de León, dónde fue suboficial del Ejercito del Aire, combatiendo durante la Guerra Civil española con las tropas de Francisco Franco. De la vida militar pasó a mecánico de vuelo y en concreto a IBERIA empresa Franquista, hasta su jubilación”.
¿Qué debe España a Rubalcaba? Rubalcaba entró en política en 1974. La primera mina de profundidad sobre la sociedad española la lanzó siendo Ministro de Educación y Ciencia, fue determinante en la Reforma universitaria y la LOGSE que derivó en el hundimiento del sistema educativo en el ámbito moral, intelectual e institucional. Nos atrevemos afirmar que Pérez Rubalcaba asestó el golpe de gracia a un sistema educativo que se convirtió desde entonces en un aparato adoctrinador que ha hundido varias generaciones de españoles subsumiéndolas en la supina ignorancia acrítica. Por si acaso no era suficiente, entre 2004 y 2006, dejó su impronta en la Ley Orgánica de Educación (LOE), otro desastre monumental.
La primera mina de profundidad sobre la sociedad española la lanzó siendo Ministro de Educación y Ciencia, fue determinante en la Reforma universitaria y la LOGSE
En 1993, Felipe González le nombró Ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes (cartera de nueva creación), cargo en el que se mantuvo hasta 1996. En sus intervenciones negó reiteradamente cualquier relación del Gobierno con los GAL. Fue una insistente mentira que la historia se ha encargado de desmentir. Ello no obstó que mantuviera contactos permanentes con ETA durante la “tregua” de 1999. Ahora a Rubalcaba, sus aduladores, le pretenden atribuir la medalla de haber finiquitado ETA. Y esta mentira se nos torna insoportable a los que seguimos con apasionamiento los intríngulis de las cloacas del Estado y sus negociaciones con ETA.
Rubalcaba nunca pretendió escenificar la derrota de ETA sino -todo lo contrario- darle una salida digna. No en vano el PSOE había aplaudido los asesinatos de ETA hasta que la organización terrorista empezó a atentar contra políticos socialistas mientras ostentaban el gobierno de España. Fue el mismísimo Rubalcaba el que el 23 de julio de 2011, ante los atentados contra los jóvenes de un campamento del Partido Laborista de Noruega, declaró que esas víctimas dolían más “porque los muertos pertenecen a un partido de la misma familia política que el PSOE”. Así, establecía muertos de primera y muertos de segunda.
el PSOE había aplaudido los asesinatos de ETA hasta que la organización terrorista empezó a atentar contra políticos socialistas mientras ostentaban el gobierno de España
De la mano de Almunia -no se olviden el dato- entró en las listas electorales de un PSOE a la baja y así consiguió sobrevivir a la “renovación” del partido socialista, convirtiéndose en el “Fouché” que permitía conectar el viejo PSOE de Felipe González con el que advendría de la mano de Zapatero. Posteriormente, siendo ya Ministro del Interior, le devolvería el favor a Almunia. Se trata de uno de los asuntos más oscuros de esta historia. Es indudable que la intervención en los fatídicos días que siguieron a los atentados del 11-M en Madrid, Rubalcaba fue el hombre clave para que a los pocos días se provocara un vuelco electoral. Gracias a su mantra: “Este país no merece un gobierno que le mienta”, el PSOE renacía de sus cenizas. Fue premiado en 2006 con el Ministerio más deseado: Interior, las cloacas, el control de la maquinaria oculta del Estado. Ello le permitió “gestas” como el chivatazo que recibió el 4 de mayo de 2006 Joseba Elosua, propietario del bar Faisán y presunto miembro de la red de extorsión de ETA, que le alertaba de una redada. ¡Así era como Rubalcaba “acababa” con ETA! Pasándoles información privilegiada.
Más peliagudo fue algo que casi no trascendió: un favor más que especial a Almunia. Siendo Ministro del Interior, y en plena investigación por los atentados del 11-M, se descubrió que una sobrina de Almunia (por parte de su cuñada), Yamila Pardo Candela fue la que le alquiló una casa a los terroristas suicidas de Leganés y además de posteriormente los asesoró jurídicamente. En concreto defendió a Mohamed Needl, alias Abu Nidal, que fue condenado por el Tribunal Supremo a ocho años de prisión por formar parte de la célula terrorista instalada en Madrid liderada por Abu Dahdah. Ella fue quien alquiló a los integrantes de la célula del 11-M una casa en la localidad de Morata de Tajuña, donde se prepararon los explosivos que luego se colocaron en los trenes.
Rubalcaba fue el “Fouché” que permitía conectar el viejo PSOE de Felipe González con el que advendría de la mano de Zapatero
Yamila es todo un caso a investigar, no sólo por su ferviente conversión al Islam, sino por los entramados que le llevaron con su madre a defender a Bárcenas. Por cierto, otro amigo del Mandil –Josep Borrell– el 10 de marzo de 2005, realizaba unas tétricas declaraciones: Borrell: “Los muertos del 11-M no murieron en vano porque después Europa desbloqueó la Constitución”, en referencia a la Constitución Europea. Para rematar, con motivo del juicio al ex comisario Villarejo, han aparecido unas grabaciones en las que consta que -en época de Rubalcaba como Ministro de Interior- ya se apuntaba la conexión Francia-Servicios de inteligencia marroquíes en los atentados del 11-M.
Pero donde se vio al Rubalcaba más demoledor fue el que entró en liza frontal contra la religión y en pro de una laicización de la sociedad y del Estado. Como Secretario General del PSOE en 2013, declaraba a la revista Escuela: “La Religión ha de salir del currículum y, por tanto, del horario escolar”. Pero no sólo de la escuela. Poco antes dejar la política y coincidiendo con la Abdicación de Don Juan Carlos de Borbón, el PSOE pactó con la Casa Real la viabilidad del “reinado” de Felipe VI a cambio de una hoja de ruta de laicización. Entre los puntos a aplicar, el primero y que se hizo visible rápidamente, era que la proclamación del nuevo Jefe de Estado no fuera acompañada de ceremonia religiosa. Otros puntos iban en esa misma línea: que se terminaran los funerales de Estado (algo que Rubalcaba ya ha catado en su propia persona), la paulatina eliminación de los símbolos religiosos en el ejército y su participación en fiestas religiosas como la Semana Santa, etc.
pactó con la Casa Real la viabilidad del “reinado” de Felipe VI a cambio de una hoja de ruta de laicización
No podemos extendernos más en recolectar retazos de este personaje que supo moverse en las sombras, del cuerpo y el alma, y que ha sido uno de los artífices de la descomposición moral y espiritual de España a través de sus ahora tan aclamados “servicios al Estado”. A las buenas gentes les pediríamos menos aplausos democráticos y más fervorosas oraciones por el alma de este pobre diablo que -a la postre- ha de enfrentarse como todo ser humano al juicio de Dios. Y, ahí, esconderse en las sombras es imposible.
Anotaciones de Javier Barraycoa Este artículo se publicó primero en Ahora Información: Reflexiones sobre Rubalcaba: “España no merece políticos que la asesinen”