Tal día como ayer, 24 de abril en 1903, nació Jose Antonio Primo de Rivera fundador y jefe nacional de la Falange. Aunque parezca increíble su actividad en la Falange fue de tan solo tres años de lucha incansable, si fue tan corta su carrera política es solo porque le pararon las balas de un pelotón de fusilamiento marxista el 20 de noviembre de 1936, solo tenía treinta y tres años cuando le quitaron la vida.

A pesar de las proclamas revolucionarias de Jose Antonio su profundo catolicismo (que no clericalismo) le ha hecho más digerible que a otros líderes nacionales revolucionarios e incómodos, posiblemente porque fue un hombre consecuente que supo en todo momento lo que quería, y que jamás traicionó ni su palabra ni su pensamiento, viviendo en coherencia con sus ideas y creencias, por las que dio su vida.

José Antonio, ha sido una de las más bellas posibilidades políticas que España perdió entre las brumas de la historia, sin embargo, nos ha dejado en herencia su enseñanza, porque nos reveló, cual Iñigo de Loyola, que la vida es milicia y ha de vivirse con espíritu acendrado de servicio y sacrificio.

Para terminar estos recuerdos, quiero felicitar al hombre que, impasible el ademán, hace guardia en los luceros sin tristeza ni acritud, y supo morir deseando que su sangre fuese la última vertida en discordias civiles.

¡Feliz cumpleaños José Antonio! Espero que, desde el cielo, junto a los camaradas que dieron sus vidas por el pan, la patria y la justicia, caídos en charcos de sangre y pólvora, de los que surgieron banderas rojas y negras, estáis velando por el futuro de nuestra patria, que si bien parece aciago, hemos de recordar que tarde o temprano el bien se impone al mal, el invierno con su ceño fruncido se marchará dejando volver a reír la primavera, que por cielo, tierra y mar la esperamos para ver, al paso de banderas victoriosas, el anuncio de  un nuevo amanecer.

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