Por Guy Boulianne

Aunque la policía de Ottawa planteó brevemente la posibilidad de una intervención militar para eliminar la obstinada resistencia de los camioneros del Convoy de la Libertad que bloqueaban sus centros de la ciudad, las Fuerzas Armadas canadienses rápidamente dijeron que no harían tal cosa. Trish Ferguson, subjefa interina de la policía, dijo que varios cientos de camiones todavía estaban en la ciudad y que el Los manifestantes que permanecieron eran un grupo muy inestable. La multitud es más pequeña que los miles estimados el sábado, pero la inteligencia policial sugiere que se espera que los números aumenten este fin de semana. La policía comenzó a multar a los manifestantes, escribiendo 30 multas por delitos como ruido excesivo para tocar la bocina y desobedecer las señales de tráfico. El jueves, los manifestantes fueron vistos construyendo una estructura de madera en Ottawa y abasteciéndose de combustible como el propano.

Los organizadores que representan al “Convoy de la Libertad” dijeron que no planeaban quedarse en Ottawa “un día más de lo necesario”, pero que su partida está condicionada al levantamiento de todas las órdenes de Covid-19 en todo el país. “Estamos aquí por amor a nuestras familias, nuestras comunidades y nuestra nación”, dijo la organizadora Tamara Lich en una conferencia de prensa en Ottawa el jueves 3 de febrero. “En los últimos dos años, los mandatos de Covid nos han dividido”, agregó, y dijo que el “movimiento” ha crecido porque “la gente común está cansada de mandatos y restricciones en sus vidas que ahora parecen hacer más daño que bien”.

El miércoles, el jefe Peter Sloly dijo que la policía por sí sola podría no ser suficiente para poner fin a la protesta. “Este es un problema nacional, no un problema de Ottawa”, dijo Sloly. “Cada vez me preocupa más que no haya una solución policial para esto”. Sloly dijo que las opciones que se están considerando incluyen pedir ayuda militar, negociación, una respuesta política, una orden judicial o devolver a los manifestantes por la fuerza. Pero todos los enfoques vienen con preocupaciones significativas, dijo, incluidos disturbios, lesiones y muertes. “Esta manifestación fue intolerable, sin precedentes. La gama de actividades ilegales, peligrosas e inaceptables excede la capacidad de empadronamiento“, dijo.

Traer a los militares conllevaría sus propios “riesgos masivos”, dijo Sloly. Dice que solo ha estado al tanto de dos intervenciones militares de este tipo en los últimos cien años: la crisis de Oka en 1990 y la crisis de octubre de 1970 que involucró ataques del Frente de Liberación de Quebec (FLQ). “No tengo un solo mandato en esta ciudad, esta provincia o este país, para negociar el fin de cualquier protesta”, dijo Sloly. “Siempre debe haber un elemento fuera de la policía para que cualquier protesta realmente tenga éxito, especialmente una de este tamaño”.

Daniel Minden, portavoz del Ministro de Defensa Nacional, dijo al Wall Street Journal el jueves que “las Fuerzas Armadas canadienses no están actualmente involucradas en la aplicación de la ley en esta situación, y no hay ningún plan para tal participación de la CAF”. El primer ministro Justin Trudeau también dijo el jueves que su gobierno no había recibido ninguna solicitud formal de asistencia militar para eliminar el núcleo de manifestantes que acampan en el Parlamento y sus alrededores. “Hay que ser muy, muy cuidadoso antes de desplegar personal militar en situaciones que involucren a canadienses”, agregó, diciendo que no es algo que deba hacerse “a la ligera”.

La crisis de Oka de 1990 tuvo un legado muy agitado. Los militares finalmente forzaron una protesta liderada por Mohawk para levantar el bloqueo de una disputada expansión de un campo de golf, pero todo fue muy complicado. Sobre todo, se ha convertido en un modelo de lo que no se debe hacer. La experiencia de Oka es posiblemente una de las principales razones por las que las fuerzas del orden canadienses son reacias a derribar bloqueos de cualquier tipo, incluso cuando se apoderan por completo de las líneas ferroviarias del país durante días.

De todos modos, todas estas discusiones militares solo comenzaron porque el jefe de policía de Ottawa, Peter Sloly, dijo el miércoles que “puede que no haya una solución policial a esta protesta” y que “estamos analizando todas las opciones, incluida la ayuda militar al poder civil”.

Más convoyes de camioneros

El “Convoy de la Libertad” todavía se niega a irse hasta que Ottawa responda a su solicitud de poner fin a todas las restricciones de COVID (incluso las que Ottawa no ha impuesto). Y así, el centro de Ottawa permanece efectivamente cerrado, con negocios cerrados (incluido el Rideau Centre con 200 tiendas) y la policía instando al tráfico a evitar el centro de la ciudad. Hasta ahora, aparte de los arrestos ocasionales de manifestantes violentos, la principal respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido la emisión de multas, que la policía dice que continuarían a diario.

Mientras tanto, los habitantes de Toronto temen que su centro de la ciudad sea el próximo en ser víctima de una invasión de grandes plataformas que se niegan a irse. Hasta ahora, la única evidencia de una protesta en Toronto es una serie de volantes que circulan en línea pidiendo un convoy para bloquear la legislatura de Ontario a partir del sábado, aunque vale la pena señalar que así es exactamente como comenzó el “Convoy de la Libertad”. En lugar de tratar de disuadir tal cosa, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, simplemente les pidió que fueran pacíficos. “Si la gente quiere bajar y protestar, Dios los bendiga“, dijo.

El “Convoy de la Libertad” está obteniendo estadísticas más altas que el Partido Liberal de Canadá en este momento. Una nueva encuesta de Abacus Data encontró que el 32 por ciento de los canadienses “tienen mucho en común con los manifestantes y cómo ven las cosas”. Eso no es mucho, pero según la última encuesta de Nanos, los liberales solo obtendrían el 28,2% si se celebraran elecciones mañana. ¿Otra conclusión interesante de la encuesta de Abacus? De los partidarios del Partido Verde, el 57% está de acuerdo con los camioneros.

GoFundMe ha suspendido la recaudación oficial de fondos en línea del “Convoy de la Libertad” después de alcanzar los 10 millones de dólares. ¿La razón? “Prohibimos estrictamente el contenido del usuario que refleje o aliente el comportamiento a favor de la violencia”, escribió GoFundMe en un comunicado. Si eres partidario del convoy, aquí es probablemente donde mencionarás que GoFundMe no sintió la necesidad de hacer algo como esto durante las protestas canadienses anteriores que destruyeron estatuas o usaron equipo pesado para bloquear a un grupo de trabajadores de oleoductos, en medio de la nada en medio de inundaciones históricas.

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Podría decirse que un bloqueo de convoyes más grande (al menos desde un punto de vista económico) es uno que apoya el comercio transfronterizo en el cruce fronterizo de Coutts, Alta. El miércoles, la Primera Nación Athabasca Chipewyan intervino en el bloqueo, pidiendo a las autoridades que arresten a los participantes de acuerdo con la Ley de Defensa de Infraestructura Crítica, una ley de Alberta aprobada en 2020 para prohibir una serie reciente de bloqueos de carreteras y ferrocarriles liderados por indígenas. “Si este bloqueo fuera organizado por los pueblos indígenas, no tenemos dudas de que las autoridades reaccionarían rápidamente”, escribieron.

Este artículo se publicó originalmente en francés en https://guyboulianne.com/

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