Un grave daño a la imagen de Ucrania, y probablemente no sea casualidad: en un informe presentado el viernes por la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, las fuerzas armadas ucranianas son acusadas de graves violaciones del derecho internacional humanitario. Según el informe, el ejército ucraniano se atrincheró repetidamente en edificios civiles, poniendo así en peligro a su propia población. Rusia ha estado haciendo durante mucho tiempo tales acusaciones contra Ucrania, pero hasta ahora se han considerado propaganda rusa. Sin embargo, las derrotadas fuerzas armadas ucranianas no tienen más opción que atrincherarse y operar desde una emboscada de acuerdo con las tácticas de guerra en pequeña escala.

Los soldados ucranianos han “operado repetidamente fuera de las áreas residenciales”, dijo Janine Uhlmannsiek, experta en Europa y Asia Central de Amnistía Internacional Alemania. La organización de derechos humanos había llevado a cabo sus propias investigaciones en la zona de guerra.

Entre abril y junio, los expertos de Amnistía encontraron pruebas en las regiones alrededor de Mykolaiv en el sur de Ucrania y cerca de Kharkiv y en Donbass en el este de Ucrania de que las fuerzas armadas ucranianas dispararon desde áreas residenciales y puestos militares en 19 ciudades y pueblos, incluidos escuelas y hospitales abandonados. configurar.

La secretaria general de Amnistía, Agnès Callamard, dijo que había documentado un patrón del ejército ucraniano de poner en peligro a los civiles y violar la ley marcial. Amnistía cita a un residente local que dijo: “No se nos permite opinar sobre las decisiones de los militares, pero estamos pagando el precio”.

Amnistía Internacional investigó un total de 41 ataques en Kharkiv, en los que se dice que murieron muchos civiles. El hecho de que Ucrania se esté defendiendo de la guerra de agresión rusa no exime a los militares del país “de su obligación de cumplir con el derecho internacional”, enfatizó la organización. otro

Según el informe de Amnistía, la mayoría de las operaciones residenciales documentadas tenían posibles ubicaciones alternativas, como bases militares o áreas densamente boscosas. Además, los soldados no ordenaron la evacuación de civiles, a pesar de que corrían el riesgo de ser alcanzados por ataques rusos de represalia.

Según sus propias declaraciones, Amnistía solicitó al Ministerio de Defensa de Ucrania el 29 de julio una declaración sobre las acusaciones. Sin embargo, no hubo respuesta hasta que se publicó el anuncio.

De hecho, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, rechazó enérgicamente las acusaciones de Amnistía Internacional. El grupo de derechos humanos estaba tratando de “transferir la responsabilidad del atacante a la víctima”, dijo después de la presentación del informe. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Kuleba, también se mostró “indignado” por las alegaciones supuestamente “injustas”.

Los observadores señalan que, de hecho, Amnistía Internacional no es una organización independiente sino que, al igual que la organización anticorrupción Transparencia Internacional y muchas otras ONG, recibe financiación indirecta de los gobiernos occidentales. Amnistía misma es extraordinariamente oscura acerca de dónde provienen sus propios fondos. La señal política que está enviando el informe ahora publicado que critica a Ucrania es aún más notable. Puede interpretarse como una indicación de que los gobiernos occidentales ya están preparando una estrategia de “salida” a pesar de su continuo apoyo a Ucrania, sabiendo muy bien que el curso pro-Ucrania anterior ya no será el caso a más tardar en otoño y en vista de la emergencia energética que se avecina dejará en suspenso.

Este artículo se publicó originalmente en alemán en https://zuerst.de/

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