Por Rebecca Oas, Ph.D.
(C-Fam) Desde que la Corte Suprema de USA anuló un derecho federal al aborto, los activistas han estado buscando modos para asegurar que el aborto sea accesible, incluso aunque sea ilegal en algunos estados. La estrategia “se encuentran a faltar píldoras para el período”, no es familiar para muchos en USA, pero es ampliamente usada en Bangladesh como resultado de una laguna legal.
“La regulación menstrual”, como se la llama en Bangladesh, emplea procedimientos similares a un aborto trimestral ya quirúrgico o químico. Mientras que el aborto está prohibido legalmente,” la regulación menstrual” ha sido parte del programa de planificación familiar de Bangladesh desde 1979, y fue ampliado posteriormente para incluir el uso de píldoras. La verdadera intención es restaurar el ciclo menstrual de una mujer, de modo que no quede embarazada. Si estuviese embarazada, el niño es abortado, pero no esto no está considerado legalmente como aborto ya que la prueba de embarazo no fue hecha antes.
En los Estados Unidos, el gobierno ya se ha esforzado a fin de asegurar que las píldoras abortivas puedan ser conseguidas en las farmacias, y grupos de fuera del país anuncian píldoras abortivas ilegales para las mujeres de USA por correo. De muchas formas estas ventas de píldoras no son diferentes, ya que su composición es la misma, y las peculiaridades legales de Bangladesh y otros países que permiten la “regulación menstrual” como Cuba, no son aplicables en USA.
Sin embargo, los que proponen las “píldoras del período” así llamadas se están dirigiendo a una audiencia que no se siente cómoda con el aborto por razones morales. Una web que promueve las píldoras cita las razones de las mujeres para preferir este método al típico aborto tras una prueba de embarazo. “Sería más fácil para mi bienestar emocional, desconocer que estaba realmente embarazada”, decía una mujer. Otra decía, “no me sentiría una mala persona”.
En una entrevista en una radio pública de USA, los promotores de las “píldoras período”, rechazaron los conocimientos médicos modernos sobre fecundación y embarazo y hablaron de viejos conceptos tales como apresuramiento, el punto en el que una mujer embarazada puede sentir al niño no nacido moverse. “Mucha gente con las que he hablado, hablaron de que el embarazo no es una realidad corporal, sino un estado de la mente”, dijo Abby Wendle, que es productora de un podcast para la Radio Pública Nacional.
Cuando un período perdido no significa siempre un embarazo, las “píldoras período” tienen marcado un propósito: la destrucción voluntaria de una vida por nacer, si esta es presente. La web que promueve las píldoras avisa de que, si estas no funcionan, existe el riesgo de que se desarrolle un embrión”. Avisan de que las mujeres deberían usarlas sólo si abortasen y las píldoras no sirvieran.” Mientras que la web proclama que “los efectos serios colaterales son raros” para las mujeres que las toman, no son no-existentes, y los resultados que pueden ocurrir, incluyen calambres y sangrado.
Desde una perspectiva legal, el uso de las píldoras para inducir un período en ausencia de una prueba de embarazo, puede no estar de acuerdo con algunas definiciones de aborto, aunque los legisladores pro-vida, deberán considerar estos temas, cuando elaboren legislaciones para proteger la vida del no nacido. Para las personas a ambos lados del tema aborto en U.S., las “píldoras del período” representan un campo relativamente nuevo dentro de un debate más amplio, y son un importante ejemplo de cómo las prácticas desarrolladas internacionalmente, son cada vez más relevantes en U.S., desde el cambio de Roe v. Wade.
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