Hay que reconocer que la Francia actual, como la Francia jacobina de la Revolución Francesa, respeta poco la libertad de sus ciudadanos y con sus típicos procedimientos pretende adoctrinar una vez más.
Najat Vallaud-Belkacem ha sido nombrada nueva ministra de Educación para desgracia de los franceses. Es necesario recordar que para cualquier gobierno socialista el cargo de ministro de Educación se convierte en uno de los ministerios más deseados, pues los socialista en su continuo deseo de controlar las mentes han sabido instrumentalizar con acierto el sistema educativo francés para la difusión de sus nefastas ideologías.
Atrás ha quedado el laicismo como principal ideología a propagar, ahora parece que es el tiempo de la ideología de género.
La nueva ministra es una joven mujer de origen marroquí que está al servicio del pensamiento único.
La nueva Ministra de educación ya dejo perlas ideológicas como ministra de los Derechos de las Mujeres. Dentro del partido socialista ya estaba a cargo de los derechos LGBT, comprometiéndose en favor del «matrimonio» de los homosexuales, lo que la ha permitido la promoción de la igualdad, y la dirección de una misión de lucha contra la homofobia.
Najat Vallaud-Belkacem partició en la revisión de las leyes bioéticas, que aseguraron el derecho de investigación sobre los embriones. Apoyó y promovió el aborto -presentado como una prioridad por el primer gobierno de François Hollande- a través del reembolso del 100%, de la creación del primer sitio internet oficial sobre la «IVG» (siglas en francés para la Interrupción Voluntaria del Embarazo, N.d.T.), asegurando una buena «información» a las mujeres que corrían el riesgo de cambiar de opinión al caer en páginas web que les hablaban de los inconvenientes del aborto y sobre la posibilidad de obtener ayudas si seguían con el embarazo y, por último, obteniendo la supresión de la palabra «angustia» de la ley sobre el aborto legal en la ley sobre la igualdad promulgada simbólicamente el 4 de agosto pasado.
Esta ley sobre la igualdad «mujeres-hombres» (respeten bien el orden, a partir de ahora hay igualdades que no son simétricas) tiene como objetivo «cambiar las mentalidades», como declaró ella misma en su discurso a favor de este texto, redactado por ella. Su objetivo es hacer desaparecer poco a poco los «estereotipos de género», ya sea a la cabeza de las empresas del CAC 40 (índice bursatil francés, N.d.T.) o en la intimidad de los hogares.
Ella asesinó al «buen padre de familia»: eliminando estas palabras de todos los códigos del derecho francés, la ley firmó el desenlace de la lucha contra toda autoridad paternal, sacralizando el odio al padre.
Recuérdese bien la última frase de la exposición de motivos de esta ley, que lleva la marca NVB: la política en favor de la igualdad deberá comportar «acciones cuyo fin sea llevar al conocimiento del público las investigaciones francesas e internacionales sobre la construcción social de los roles sexuados». Las palabras no están, pero se trata sin duda alguna de ideología de género. Sí, es la ideología de género la que presidirá el destino de la escuela francesa a partir de ahora.