La imagen que actualmente tenemos de los vikingos es una imagen deformada por el cine y la televisión. Al hablar de los vikingos la mayoría nos figuramos a un pueblo salvaje y rudo que dominó el mar del norte europeo durante algunos años.
Sin embargo la historia de los vikingos es mucho mas compleja y rica en matices.
De forma breve podemos decir que la era vikinga empieza con el saqueo del monasterio de Lindisfarne, en la costa oriental de la región inglesa de Northumbria, un ya lejano 8 de junio del 793. Desde ese momento los vikingos inician una época floreciente que llega hasta el año 1100.
Los vikingos eran un conjunto de pueblos con un idioma común y unas tradiciones similares que ocupaban las zonas de las actuales Dinamarca, Noruega y Suecia, y que ya a finales de la vida de Carlomagno empiezan a hostigar las tierras del norte europeo.
Los barcos vikingos que inicialmente se conformaban con saquear las tierras de Escocia e Irlanda poco a poco aumentan su presencia en los mares europeos aprovechando la fragmentación del imperio carolingio (Carlomagno muere en el 814 disgregándose su imperio entre sus sucesores) para atacar sistemáticamente las tierras cristianas.
En el 834 atacan la ciudad de Dorestd, en el 843 incendian Ruán y masacran Nantes, en 844 saquean la Sevilla musulmana tras pasar por las costas gallegas y portuguesas, en 850 saquen igualmente París.
Los pueblos normandos (noruegos, daneses y suecos) prefieren diferentes destinos para su expansión, así los noruegos atacan con predilección las tierras de las actuales Gran Bretaña e Irlanda ocupando las islas del norte (Orcadas y Hébridas), los daneses ocupan el sur de Gran Bretaña y Francia, llegando hasta el mediterráneo (saqueando Sevilla, Barcelona, Provenza y el norte de Italia), y los suecos (con un carácter más comercial que guerrero) deciden establecer una ruta comercial con el lejano imperio de Oriente, ocupando Novgorod, Smolensko y Kiev, uniendo el golfo de Riga con los mares Negro y Caspio, monopolizando el comercio del norte de Europa con Constantinopla, iniciando el germen de la posterior Rusia.
Pues bien, en una de estas expediciones (en el 859) los normandos tras pasar por las tierras gallegas, portuguesas y andaluzas hostigaron el mediterráneo, llegando a remontar el rió Ebro hasta Pamplona.
La historia no nos proporciona muchos detalles sobre dicha incursión pero sabemos que los vikingos llegaron a secuestrar a García Iñiguez, rey de Navarra.
Los seguidores del caudillo pamplonés se vieron obligados a pagar un cuantioso rescate que algunas fuentes cifran en 70.000 dinares de oro (así lo recogen Ibn Hayyan, Al Atir, Al Nuwayri e Ibn Jaldun).
Los normandos o vikingos desde la periferia europea fueron capaces de entablar combate con casi todas las culturas que dominaban los territorios de la actual europa. Su influencia se dejo sentir principalmente en el norte de Francia, en las Islas Británicas e Irlanda y en los actuales Países Bajos.