El derecho a la participación política y a ser considerados sujetos políticos fue un gran triunfo del liberalismo democrático frente al absolutismo monárquico; la burguesía fue, sin duda alguna, la clase de vanguardia de este proceso. Por su parte, las sociedades subalternas o los llamados sectores populares, especialmente las mujeres, hemos recorrido un gran camino de lucha y sacrificio por hacer nuestro el derecho a la participación, el derecho a ser reconocidos como sujetos políticos y el derecho a tomar parte en las decisiones de la res publica.
Es preciso recordar que más que el voto como instrumento de legitimación de la democracia, el pueblo llano y sensato lo que reivindica es el derecho al debate político desarrollado con honestidad y verdad, con las cartas boca arriba y no con ocultaciones. Todos tendrán en mente los engaños y ocultaciones en las que han incurrido los poderosos primeros partidos, llamémosles clásicos, y el sorpresivo y emergente partido que añora hoces y martillos, pero como es necesario emitir nuestro voto, creo imprescindible que prestemos atención a aquellos que se postulan para gobernarnos. La palabra latina candidatus, que significa persona vestida de blanco por la toga blanca que vestían, llegó a convertirse en sinónimo de toda aquella persona que busca alguna dignidad, honor o cargo. Es pues imprescindible que estemos alerta ante los postulantes a gobernarnos a vigilar que “porten la toga blanca” por dentro y por fuera, porque, de lo contrario, puede significar impuestos abusivos, retractarse de sus promesas, infiltrar, aún más, sus peligrosas ideas en la disolución de la sociedad e incluso de la propia Nación.
A este respecto, quiero comentarles una noticia ocurrida el 18 de febrero del presente año de la que se hizo eco exclusivamente la revista TIEMPO el 4 de marzo; y, aunque los demás medios de comunicación han obviado el hecho, lo expongo ante Vds. porque las conexiones y derivadas inducen a la alarma, sospecha y temor por lo que pueda ocurrir.
Esto se había visto muy pocas veces en la España contemporánea, sí con la II República, en la que trabajaron como diputados 150 masones[1] que Ferrer Benimeli eleva a 183. El candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, participó dicho día como invitado en una Tenida Blanca Cerrada[2] que organizó la R.·. L.·. Arte Real, de la G.·. L.·. S.·. E.·., en el Oriente de Madrid. (Real Logia de Arte Real, de la Gran Logia Simbólica Española). La Tenida se celebró, por razones de espacio, en el mayor Templo de Madrid, situado en el barrio de Canillejas, cedido por el Gran Oriente Latinoamericano. De esta fraternidad existen dos logias en España: la Real Logia Mare Nostrum en Valencia y esta de Madrid denominada El Reencuentro.
Carmona, que, al parecer, no es masón, fue el invitado principal en la mencionada tenida. Cosa que extraña, pero esto es algo absolutamente corriente en países como Francia. Es sabido que, cada vez que hay elecciones a la presidencia de la República, la dirección del Gran Oriente de Francia (GOdF, la mayor organización masónica continental) invita a los candidatos a visitar su sede para “pasar un examen” de compromiso cívico y valores democráticos. Me pregunto cómo actuarán si el candidato no les satisface: le boicotearán, entorpecerán su carrera?, eso sí siempre desde la sombra….Y ¿si por el contrario descubren una confluencia de intereses, como antaño ocurrió en España, funciona la fraternidad para impulsar al individuo? Esto es muy peligroso porque el candidato a gobernar siempre se verá sometido a los criterios que marque la logia.
No es una exageración. Maurice Caillet, Venerable de una Logia francesa durante 15 años; autor del libro “Yo fui masón”, explica que “los ‘favores’ son corrientes en Francia. Ciertas logias tratan de ser virtuosas, pero el secreto que reina en estos círculos favorece la corrupción. En la Fraternal de los Altos Funcionarios, por ejemplo, se negocian ciertas promociones, y en la Fraternal de Construcciones y Obras Públicas se reparten los contratos, con consecuencias financieras considerables. En cuanto a lo que ocurre en sentido contrario, cuando el individuo quiere abandonar la masonería, afirma que desde que dio ese paso, no ha encontrado un puesto en ninguna administración pública o semipública, a pesar de su rico currículum. “Tras ser despedido de su puesto de trabajo de la administración y comenzar a pleitear contra dicha decisión arbitraria, recibí la visita de un “hermano” de la Gran Logia de Francia, catedrático y secretario regional de Fuerza Obrera, quien me dijo con la mayor frialdad que si pleiteaba ante la magistratura laboral ponía en peligro mi vida y él no podría hacer nada para protegerme. Nunca imaginé que podría estar amenazado de muerte por conocidos y honorables masones de nuestra ciudad”.
Van casi todos a esas tenidas, aunque es verdad que la extrema derecha no acude nunca. Pero eso es algo que también se hace en decenas de logias más pequeñas. Los masones de Arte Real tomaron el ejemplo de la logia Les Fervents du Travail, que trabajan en la pequeña ciudad de Montargis, 100 kilómetros al sur de París. Allí, cada vez que hay elecciones a lo que sea (municipio, departamento, Asamblea Nacional, etcétera), la logia envía un cuestionario a los candidatos preguntándoles por su compromiso con la defensa de los valores democráticos. A los que contestan, les invitan a acudir personalmente a la logia. “Y aquellos que deciden ir se encuentran un acto casi exactamente igual al que nosotros hemos tenido con Antonio Carmona”, concluye un miembro de la logia madrileña; “es lo más normal del mundo en países donde la democracia y la masonería tienen una tradición de normalidad mucho más larga que la española”.
El invitado acude para pronunciar una conferencia sobre un tema previamente acordado y luego se somete a las preguntas de los presentes. Carmona habló sobre ética y municipalismo ante casi 80 hermanos de numerosas organizaciones masónicas españolas. El diálogo posterior debió de ser interesante: el político socialista llegó más de una hora tarde a una cena que tenía después, con compañeros de partido, tras casi dos horas y media de intenso debate con los masones, aunque ninguno de los presentes abordó “cuestiones de partido” o de política pequeña, sino que se trataron asuntos relacionados a la lucha contra la corrupción, la desigualdad, la pobreza, la ética como fundamento de la política y sobre la recuperación de la dignidad ciudadana. Después de un largo y enjundioso debate, el candidato socialista (que se llevó, de recuerdo, una corbata con escuadras y compases, regalo de Arte Real) manifestó inmediatamente que estaba “encantado” de la experiencia, de la altura del debate, del respeto de las intervenciones y de la utilidad de los Trabajos, aunque sabía muy bien que la Masonería como institución no puede apoyarle en su carrera política. Supongo que dijo lo “políticamente correcto”, pero recuerden lo que afirma Caillet en su libro. Aseguró el pretendiente madrileño que piensa repetir la iniciativa más pronto que tarde y no puso ninguna objeción a que su presencia en una Logia se hiciese pública para contribuir a la normalización social y a la visibilidad de la Orden. No se bien que considera “hacer público”, si no ha sido posible a ningún profano ni asistir ni sacar ninguna fotografía. La imagen que les muestro es un fotomontaje expuesto por la logia promotora en su página web. El artículo está firmado por Carretero, posiblemente José Carretero, Gran Maestre de la Gran Logia de España, al menos en 2010.
Sin duda buena parte de los masones de a pie son gente bienintencionada pero la masonería española, como organización de poder, es un compendio de los peores vicios de lo que Spengler llamaba “el proletariado interno”, indigentes intelectuales asociados para la toma del poder utilizando todos los medios a su alcance, lo cierto, es que ahora, igual que en la II República, intentan vincularse a los masones para conseguir votos, sin entender que deberán seguir sus dogmas. Recordarán Vds. la campaña de Peces Barba abogando por suprimir los crucifijos e imponer la muy masónica Ley de Educación para la Ciudadanía, sus ataques a las iglesias, su afán por apoderarse, con argumentos cambiantes, de la Basílica del Valle de los Caídos y últimamente de la mezquita-catedral de Córdoba o la Giralda de Sevilla.
También algunos masones de ideología nacionalista como el portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds-Esquerra Unida (IC-V-EUA) en el Parlamento catalán, Joan Boada, propuso, antes que las izquierdas andaluzas, en un artículo publicado en DIARI DE GIRONA, “una confiscación y posterior socialización de los bienes de la Iglesia” para convertir, entre otros edificios, las catedrales en centros populares Para ello, el político catalán se basó en decir que la Iglesia de Girona había empezado a cobrar a los turistas que visitaban la catedral fuera de los horarios de culto. Con ello Boada justificó la necesidad de que “los gobiernos municipal y de la Generalitat expropien la catedral y la conviertan en un centro popular para todos los ciudadanos, y que se les deje una franja horaria para que los creyentes de la religión católica puedan celebrar sus ritos”. En la misma línea, Boada comentó que su admiración por algunos templos “no es por espiritualidad cristiana, sino por la perfección de sus formas y magnitudes, que es un concepto racional y matemático, lejos de la irracionalidad de la fe”. “Como persona que no cree en ningún dios y en nombre del laicismo reclamo que la catedral de Gerona y otras se socialicen y sean lugares de reflexión de todos los ciudadanos”, concluía el político.
En términos parecidos se ha mostrado varias veces el arquitecto Oriol Bohigas, ex concejal del Ayuntamiento de Barcelona y asesor que fue del alcalde Joan Clos. En una de ellas, el 22 de octubre de 2008 y en una entrevista radiofónica, Bohigas calificó la religión de “cosa absurda, y tenebrosa, muy inexplicable”. Es la misma persona que ya propuso en mayo de 2002 “que la Sagrada Familia fuera el vestíbulo de la estación del Tren de Alta Velocidad”, con el argumento de que “no hay suficientes católicos para llenar los huecos que quedan entre el bosque de columnas”.
Por último, dos importantes aspectos. Carmona comentó que en la tenida se habló de la ética como fundamento de la política y también sobre la recuperación de la dignidad ciudadana; no deja de ser curioso que a veces, esto que dice de recuperar la dignidad ciudadana, la apliquen para intimidar e intentar privar de voz a las víctimas del terrorismo, para darla a los asesinos etarras. Y lo más importante para aquellos que queremos que España siga siendo UNA; necesitamos no caer en la trampa que vienen tendiendo desde la II República y que Martínez Barrio gran Maestre grado 33, desde Méjico seguía transmitiendo a sus colegas españoles, aún en época de Franco: se trata de imponernos de una manera u otra, que aceptemos el federalismo asimétrico, es decir, la desintegración total de la Patria.
[1] SIMEÓN VIDARTE, JUAN: Las Cortes Constituyentes de 1931 a 1933, pág 136. Diputado socialista por Badajoz en las Constituyentes y secretario primero de la Cámara. Era miembro del cuadro lógico del taller masónico “Mare nostrum” de Madrid.
[2] Tenida Blanca Cerrada: Son reuniones en las que una personalidad profana es invitada al Templo de la Logia para impartir una conferencia sobre una cuestión de interés. La audiencia está compuesta sólo de masones y, según la logia, pueden asistir también masonas.