Las últimas cifras demográficas de la ONU fueron publicadas y muestran un rápido envejecimiento mundial y una marcada desaceleración del crecimiento demográfico que podrían conducir a cifras estables o incluso decrecientes antes de fin de siglo.
La población mundial está aumentando más lentamente que nunca desde que la ONU recoge datos, y ha pasado de un crecimiento del 1,24%, hace una década, a un 1,18% este año. La tendencia es mundial e incluye una marcada disminución en África.
En aquellos lugares donde las cohortes maternas son reducidas, como en Europa, habrá poco o ningún crecimiento. No se espera que ningún país europeo recupere una tasa de fecundidad lo suficientemente alta como para reemplazar su población regresiva. A nivel mundial, 83 países presentaron fecundidad por debajo del nivel de reemplazo en el período 2010-2015. En 25 de ellos, la fertilidad fue «muy baja»: menos de 1,5 niños por mujer.
Para el 2050, 48 países verán su población reducirse. La mitad del crecimiento mundial, para ese año, provendrá de solo 9: India, Nigeria, Pakistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, Tanzania, Estados Unidos, Indonesia y Uganda.
En particular, la población está aumentando porque las personas viven más. El mayor incremento de la longevidad tiene lugar en África, que añadió seis años a la esperanza de vida promedio en los últimos tiempos. A escala mundial, el incremento fue de tres. Más niños sobreviven hasta los cinco años. La mayor disminución de la mortalidad infantil se produjo en África.
La prolongación de la vida y la caída de la tasa de fecundidad traen aparejado el rápido envejecimiento mundial. Para el 2050, aproximadamente un cuarto de los habitantes de las principales regiones del mundo, excepto África, tendrán 60 años o más.
«Los países con una tasa relativamente alta de población entre activa y dependiente tienen la posibilidad de beneficiarse de un “dividendo demográfico”, siempre y cuando una adecuada política de mercado laboral y otras políticas permitan asimilar productivamente la creciente población en edad de trabajar e incrementar las inversiones en el capital humano de niños y jóvenes», indica el informe.
Los países africanos llevan la ventaja con casi 13 trabajadores para sustentar a cada persona dependiente de 64 años o más. En cambio, los países de Asia tienen 8; América Latina y el Caribe: 7,6; Oceanía: 4,8; Europa y América del Norte: menos de cuatro; y Japón: solo 2,1 trabajadores por jubilado. En aparente desconexión con los datos, el informe inserta una advertencia para los africanos que dice que el tamaño relativamente grande de sus familias hará difícil «erradicar la pobreza y la desigualdad, combatir el hambre y la desnutrición, ampliar la matriculación escolar y los sistemas de salud» e implementar el «plan de desarrollo sostenible». A continuación, pide más «salud reproductiva y planificación familiar».
En China, donde cuatro décadas de planificación familiar condujeron a un brusco descenso de la fecundidad, la población en edad de trabajar comenzó a reducirse hace cinco años. El informe de la ONU muestra que la India superará a China en población para 2022, seis años antes que en su ciclo demográfico de 2013. Gordon Chang, experto en política exterior, dijo que, aunque Pekín «ya metió en el bolsillo» su dividendo demográfico, el perfil poblacional de la India es «casi perfecto» y que el desafío de Nueva Deli es «salir del camino de su población ambiciosa, talentosa e inquieta, eliminando los obstáculos jurídicos, institucionales, burocráticos y sociales».
Demógrafos han criticado la metodología del informe porque sus proyecciones no dan cuenta de las circunstancias particulares de cada país y presupone la «convergencia» de la fertilidad.
Por ejemplo, Japón tiene una tasa de fecundidad de 1,3 niños por mujer, pero la ONU calcula que llegará a 1,81 para el año 2050, alcanzando el mismo índice de Jamaica y Botsuana, sin explicar cómo podría ocurrir este repunte sin precedentes. Proyecta que la población mundial alcanzará la cifra de 8.500 millones en 2030, 9.700 millones en 2050 y 11.200 millones para 2100. Dice que hay una probabilidad del 23 % de que la población se estabilice o comience a disminuir antes del 2100.