Aunque la gente cree que la Segunda República se instauró democráticamente, la realidad es que se fundo sobre una ilegalidad.
La II República se proclamó tras unas Elecciones Municipales (las del 12 de abril de 1931); elecciones en las que no se elegía la forma de gobierno, sino que únicamente se celebraban para elegir a los representantes municipales y en las que los republicanos obtuvieron sólo 5.775 concejalías frente a las 22.150 conseguidas por los monárquicos.
Por eso es falso que las elecciones municipales del 31 las ganaran las izquierdas, pues el número de concejales monárquicos casi cuadruplicaba al de concejales republicanos.
Tras estas elecciones los partidos republicanos se hicieron con el poder y Alfonso XIII (llamado el rey corredor) se exilio al igual que cientos de españoles.