La ONU está aprovechando el Año Internacional de las Lenguas Indígenas para difundir la leyenda negra y absolver de todas sus culpas a la masonería y el liberalismo.
Según la ONU existe una alarmante tendencia a la extinción de los idiomas indígenas, y sin embargo no reconoce que es la propia ONU la que está apostando por un globalismo destructor de las diferencias regionales, y que pretende eliminar cualquier diferencia cultura (incluso eliminar las diferencias sexuales), con el único objetivo de crear un único mercado mundial que esclavice a la humanidad.
El pasado viernes se celebró un acto en la ONU, en el que el principal orador fue Evo Morales, presidente de Bolivia y responsable del actual atraso de nuestros hermanos de Bolivia.
El mandatario boliviano comenzó su intervención ante el pleno recordando que los indígenas de América sobrevivieron el intento de hacerlos desaparecer mediante la invasión, la colonización y las agresiones etnocidas. “Hoy seguimos resistiendo la ira postcolonial que trata de aplastar nuestras rebeliones contra la injusticia”, señaló. Naturalmente Evo Morales, se olvidó referir que si actualmente se conservan las lenguas precolombinas fue por el esfuerzo realizado por los españoles para conservar sus lenguas, y el esfuerzo de los evangelizadores para difundir la palabra de Nuestro Señor Jesucristo en las lenguas propias de cada raza y tribu. Igualmente, se olvidó el líder indigenista de referir lo que es una evidencia empírica: en la territorios que formaron parte de la Corona Española siguen viviendo pueblos indígenas gracias a que los conquistadores españoles les defendieron de otras tribus.
Resulta sorprendente como la leyenda negra ha logrado desarticular las evidencias empíricas: los españoles no masacraron a las poblaciones indígenes, tal y como demuestra su pervivencia. Los verdaderos acosadores y perseguidores de las culturas precolombinas fueron las élites masonas y liberales que han dirigida los países hispanoamericanos tras su injusta secesión de la Corona Española.
Morales instó a la ONU promover políticas públicas diseñadas para preservar la vida de los pueblos indígenas, “sus lenguas, su identidad, sus valores y sus culturas mediante el diálogo entre todos”, sin recordar que las propias Leyes de Indias son un instrumento todavía válido para proteger a la población indígena del actual imperialismo de las élites económicas mundiales.
Morales, si que dijo algunas verdades, pues refirió que «una mayoría aplastante de los indígenas vive en la pobreza y sufre la desigualdad y el racismo, componiendo el 15% de la población más pobre del mundo», pero se olvidó referir que la mayor responsabilidad de esta situación la tienen los poderes políticos locales, que con dejación de sus responsabilidades se olvidaron desde el siglo XIX de defender los intereses de las poblaciones rurales, y se entregaron a los poderes económicas que sólo buscaban el mayor beneficio económico, olvidando el desarrollo cultural y moral de la población.
Morales, volvió a mentir al referir que la colonización impuso una lengua ajena que excluyó a los indígenas y acabó con sus modelos de organización comunitaria y solidaria. “La conquista intentó borrar lo que somos para imponernos lo que no somos (…) Nuestros complejos nacieron del silenciamiento y el aplastamiento de nuestras lenguas (…) Después de 500 años de colonización, de masacres, de etnocidios, de genocidios constantes, seguimos en pie de lucha”, declaró el presidente de Bolivia. Ni los cálculos le salen a Morales pues los españoles sólo estuvimos en América 400 años, lo que determina que los cien últimos años, la responsabilidad de la situación de nuestros hermanos americanos no puede ser de los españoles. Igualmente se olvida, que antes de la llegada de los españoles en América era frecuente el canibalismo, los sacrificios humanos, y el exterminio y la persecución de las comunidades indígenes, por otras comunidades indígenas. Precisamente que los españoles lograran dominar en tan poco tiempo tan extensos territorios, demuestra que los indígenas vieron a los españoles como auténticos libertadores.
Morales agregó, y en este tiene toda la razón, que la modernidad no tiene respuestas a los problemas del siglo 21. “El capitalismo, que devora todo, conduce al desastre. Los pueblos indígenas somos parte significativa de la respuesta para el futuro. No hay futuro sin pueblos indígenas. No hay Madre Tierra si continúa el despilfarro capitalista y su lógica de guerra.”
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