Del escandaloso Robert Hugh Benson sólo cabe esperar magistrales creaciones literarias como la que hoy traemos a nuestras páginas.
Decimos escandaloso, pues su vida tras su conversión al catolicismo fue un auténtico escándalo en una Inglaterra anglicana que hasta bien entrado el siglo XX ha hecho de la persecución de los católicos santo y seña de su propia identidad nacional.
Robert Hugh Benson (1871- 1914) fue el hijo menor de Edward White Benson, arzobispo de Canterbury, y fue ordenado sacerdote de la Iglesia de Inglaterra por su propio padre, a la sazón cabeza de la Iglesia anglicana. Tras un largo camino espiritual, en 1903, Benson hizo pública su conversión al catolicismo, y con ello llegó el escándalo, pues la conversión del hijo del Arzobispo de Canterbury no era poca cosa en una Inglaterra que seguía persiguiendo, excluyendo y ninguneando a los católicos.
Robert Hugh Benson es conocido en España por su distopia “Señor del Mundo“, novela escrita en 1907 en la que el autor se centra en el reinado del Anticristo y el fin del mundo, y obra que cuenta entre sus lectores al gran Papa Benedicto XVI.
Hoy, sin embargo, traemos a nuestras páginas una novela traducida por primera vez en lengua española y con la que Ediciones Palabra nos acerca a la persecución de los católicos ingleses en el siglo XVI.
La obra, aunque inicialmente parece ser una novela romántica en la que se describe el sincero amor entre la dulce Marjorie, y el apuesto Robin, acaba convirtiéndose en una implacable denuncia de la cruel persecución de los católicos por parte de la reina Isabel I (1533-1603) protagonista de una sanguinaria persecución religiosa inédita hasta la fecha.
En sus páginas el lector podrá ser testigo de las crueles medidas adoptadas por la última monarca de las dinastía Tudor, e hija de Enrique VIII, ser testigo de la ejecución de la reina María Estuardo (1542- 1587), reina de Escocia y legítima soberana de Inglaterra para miles de católicos ingleses perseguidos por las leyes promulgadas por Enrique VIII, y ampliadas bajo el reino de Isabel, y ante todo será testigo del ejemplo dado por muchos de los integrantes de la nobleza inglesa mas acrisolada, que supieron defender con valor su fe, y que enfrentaron el martirio, la persecución violenta, y el expolio de sus bienes con una integridad rara vez conocida en la historia.
La novela ¡A la horca! está especialmente recomendada para aquellos que quieren descubrir las atrocidades que deliberadamente han sido ocultadas por la historiografía, y descubrir la verdad de una sociedad inglesa marcada por su crueldad, y protagonista de la mayor persecución religiosa hasta la cruel Revolución Francesa.
Entre los personajes y acontecimientos de ficción, se cuelan escenas reales como la muerte en la horca de los sacerdotes Nicolás Garlick, Robert Ludlam y Richard Simpson (en Derby en 1588), beatificados por en 1987 por San Juan Pablo II como mártires de la Iglesia Católica, o gigantescos personajes como el destacado jesuita Edmund Campion (1540-1581), ajusticiado en el patíbulo en 1581, y que como Santo Tomás Moro decidió ser fiel a la Iglesia de Roma.
Pero, sin duda alguna, el mayor descubrimiento será el de un tétrico, cruel e histórico Richard Topcliffe (1532-1604), conocido como el “el verdugo de la Torre de Londres”. Topcliffe, es uno de esos personajes que los historiadores han querido ocultar, pues su simple conocimiento es capaz de destruir la leyenda negra creada para atacar a los católicos españoles, y provocar el odio más sincero a una Iglesia Anglicana responsable de la muerte de miles de católicos, y responsable de la construcción de un Imperio Ingles caracterizado por su crueldad.
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Topcliffe representa de forma perfecta el típico personaje utilizado por la monarquía inglesa para perseguir y torturar a los católicos, no teniendo que envidiar sus métodos a los aplicados, cuatrocientos años después, por los jerarcas nazis para exterminar al pueblo judío.
Durante más de veinticinco años Topcliffe participó activamente en la detención de recusantes papistas, jesuitas y seminaristas, y hasta tal punto llego a alcanzar fama, que en lengua inglesa la expresión ‘costumbre Topcliffiana’ se convirtió en un eufemismo para referirse a poner a una persona en el potro, utilizándose igualmente la expresión ‘topcliffizar’ para representar la caza los recusantes (aquellos acusados de no cumplir con la religión anglicana). Tal llegó a ser el poder del personaje que Topcliffe tenía autoridad para atormentar a los sacerdotes en su propia casa, alardeando de tener una máquina en su casa, de su propia invención, que dejaba a los potros en uso como un juego de niños. Las crónicas de la época refieren como el torturador llegó a amasar una gran fortuna como consecuencia de la rapiña de las propiedades y haciendas de los católicos perseguidos y ajusticiados. Tal era su catadura que el padre Gerard en su narrativa de la Conspiración de la Pólvora habla del ‘tirano más cruel de toda Inglaterra, Topcliffe, un hombre infame y odioso para todo el reino por su sangrienta y carnicera mente.’
En resumen ¡A la horca! es una espléndida novela que narra sin disfraces el dilema de los católicos ingleses forzados a elegir entre la libertad y el honor, si renunciaban a la fe verdadera, o la muerte en el patíbulo, sin mantenían la fidelidad al Papa.
Título: ¡A la horca!
Autor: Robert Hugh Benson
Editorial: Ediciones Palabra (Colección Arcaduz), Madrid 2018
Páginas: 304
ISBN: 978-84-9061-780-9
PVP: 18,90€
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