El otro día oía al señor Borrell pidiendo ayudas a la Unión Europea para combatir Marruecos a la inmigración subsahariana que invade Europa. Es que es de chiste.
¡Pero si a Marruecos le interesa esa ‘invasión’, como a todo el mundo árabe, para introducir y asentar totalmente la cultura islámica en Europa destruyendo de paso la cristiana, señor Borrell! Nunca han dejado los musulmanes de reclamar de nuevo Al-Ándalus.
Señor Borrell, menos pedir ayudas a la UE para Marruecos para combatir la inmigración y más exigirles que suelten de una puñetera vez el Sahara Occidental que fue atacado ilegalmente y que no les pertenece ni les ha pertenecido jamás.
Sahara Occidental, un territorio creado de la nada por España y encima expulsados de forma vergonzosa de allí.
En fin, lo he dicho muchas veces, la cuestión de Gibraltar es de por si bochornoso pero el tema del Sahara Occidental para mi no se queda atrás.
Malviviendo están sus gentes en tiendas de mala muerte aplastados bajo la tiranía marroquí, encima el lugar más parece un ‘gran campo de concentración’ que otra cosa. Y nadie hace nada, ni apenas se cuenta nada sobre su situación real. Vergonzoso.
Resumiendo. No puede ser un territorio de Marruecos pues nunca fue marroquí en el pasado. Como ya dije en su momento, la solución por un lado sería o bien una especie de ‘autonomía española’, con ello tendría la protección de una nación totalmente afín a ellos o bien que consigan la independencia para integrarse después dentro de una organización en la cual estemos representados todos los países ‘iberoamericanos’ o, más genérico aún, ‘latinos’ que os lo que deberíamos haber creado ya hace tiempo para compensar el inmenso poder anglosajón en el mundo e incluso el chino. Todavía estamos a tiempo.